Las secuelas de la lesión de CR7 pueden extenderse: no sólo peligra la Supercopa

Jugando apenas 25 minutos de partido, pero es verdad que Cristiano Ronaldo fue protagonista de la final que Portugal ganó a Francia este domingo en el estadio de Saint Denis. Una dura entrada de Payet en los primeros minutos lesionó a la gran esperanza lusa, que intentó volver al terreno de juego dos veces para acabar teniendo que pedir el cambio entre lágrimas. La fortuna y el destino le reservaron después más llantos, aunque fuesen de alegría. Una noche de contrastes para él, histórica, con una actitud y unas fotografías, las suyas abandonando el campo en camilla y siendo un segundo entrenador enloquecido en la banda a partir de la prórroga, que han pasado a los anales de la historia por su componente emotivo y épico.

 

Todo son buenas palabras para Cristiano este lunes. Le tildan de héroe, de ‘Cid campeador’ e inspiración para sus compañeros, inferiores técnica y tácticamente ante una Francia favorita que no supo aprovechar la oportunidad. Muchos le otorgan ya el Balón de Oro después de haber conquistado la Champions y la Eurocopa en apenas un mes. Pero el partido deja también secuelas negativas para él. Y es que la lesión que sufre es grave.

 

Cristiano y Bale

 

Los primeros pronósticos apuntan a que tiene un esguince del ligamento lateral interno de su rodilla izquierda de grado I. Este tipo de dolencias requieren bastante tiempo de recuperación, por lo que lo primero que peligra seriamente es su participación en la Supercopa de Europa del próximo 10 de agosto en Trondheim (Noruega) ante el Sevilla. Para ese encuentro quedan exactamente 31 días. Ya estaba difícil, porque el periodo de vacaciones merecidas que le corresponden al futbolista portugués le harán regresar a muy pocos días del choque y lo más probable es que Zidane decidiera no contar con él (ni con Bale) y poner a los jugadores que más tiempo lleven trabajando en pretemporada.

 

No convendrá forzar a Cristiano en pretemporada. Cabe destacar el dolor de cabeza que las rodillas del luso llevan trayendo al club en las últimas temporadas. El afán por querer jugar todos los minutos de todos los partidos ha acelerado mucho el deterioro físico del astro portugués en las últimas temporadas, algo que incluso él mismo reconoció hace poco (“quizá tenga que empezar a aprender a dosificarme”). Ha sido normal en los últimos cursos ver a Cristiano llegar lesionado o muy tocado físicamente a los partidos finales de la temporada, algo que ha ido en perjuicio del Real Madrid. Además, superada la barrera de los 30 años, cada vez es menos probable que se recupere bien de este tipo de percances.

 

En el Madrid preocupa mucho esta nueva lesión. Habrá que ver cómo responde la rodilla a la recuperación y pensar que un gran caballo de batalla este curso va a ser convencer a CR7 de que no puede jugarlo todo. Pero eso no es lo peor para Cristiano. La gran Eurocopa que ha jugado Gareth Bale ha demostrado que el fantástico final de temporada del galés con el Real Madrid no es un hecho aislado. El expreso de Cardiff está listo para ser el líder del equipo blanco, y eso, con Ronaldo tocado para gran parte de la pretemporada, puede catapultar al extremo y provocar esa transición de jugadores franquicia tan delicada. ¿Cómo se lo tomará el luso?