Con el movimiento #MeToo, Hollywood ha puesto el foco en la masculinidad tóxica con filmes que se centran en la dinámica padre-hijo. El último de ellos es «Las olas», un drama adolescente que llega con chances para el Óscar.
Otras películas abordaron el tema, como «Guasón» con Joaquin Phoenix y «Ad Astra: hacia las estrellas», en los que los personajes principales estaban marcados por una búsqueda desesperada de aprobación de sus padres.
Pero «Las Olas» («Waves» en inglés), centrada en una familia negra de clase media en Miami que implosiona tras una tragedia, es tal vez el filme de la temporada que aborda el tema de la forma más brutal.
El director Trey Edward Shults modeló al estricto patriarca de su película a partir de su propio padrastro, que lo empujó a entrenar sin descanso para el equipo de lucha de su secundaria, hasta que sufrió una horrible lesión, un trauma que se dramatiza en el filme y que conduce a consecuencias devastadoras.
«Es una advertencia contra la idea tradicional de la masculinidad», dijo la AFP Shults, de 31 años. «No tenemos que construir estos exteriores duros, podemos ser vulnerables, podemos comunicarnos».
La idea de la película de A24, la productora independiente detrás de la ganadora del Óscar «Moonlight», surgió en conversaciones con el protagonista Kelvin Harrison, cuyo padre músico lo presionó mucho, aunque sin éxito, a que siguiera sus pasos.
«Hacíamos este tipo de sesiones de terapia intensa… él hablando del estado mental de su padre, del padre de su padre, de donde venía todo eso», recordó.
Descrito como un filme para la generación Instagram, la película muestra cómo la cultura estadounidense aún espera que los adolescentes sean fuertes, silenciosos y estoicos.
«Las olas» se estrenó el 15 de noviembre en Estados Unidos, un día después de que fuera presentada en el festival internacional de Los Cabos en México.
Por los momentos no hay fecha oficial de estreno en otros mercados latinoamericanos ni España.
«Intimidante»
La película suscitó cierta controversia porque el director es blanco, aunque muchas de las conmovedoras escenas sobre la experiencia negra fueron modeladas por Harrison y su padre en pantalla, Sterling K. Brown («This Is Us»).
Pero Shults, cuyos medio hermanos son negros, dijo que su intención no era escribir sobre una familia negra hasta que Harrison se sumó al proyecto, y que la política racial siempre fue secundaria a los temas universales del sufrimiento familiar.
De hecho, el tema racial sirvió para amplificar la intensa exigencia del padre para que su hijo tuviera éxito. Ser negro significa que «no podemos darnos el lujo de ser promedio», le dice durante una discusión en una escena.
«Eso es todo Kel (Harrison). Eso fue todo con su padre. Ellos tuvieron esa misma charla», dijo Shults, quien admitió que retratar la experiencia de una familia negra fue intimidante.
«Sentí mucha responsabilidad», señaló.