La Venezuela de Dudamel se choca con la historia y sus limitaciones

Río de Janeiro, Brasil

Mucho ruido y pocas nueces: la Venezuela de Rafael Dudamel llegó a Brasil prometiendo su presencia en la final de la Copa América-2019. Cuatro partidos después, la Vinotinto se despidió sin reacción ante una Argentina que impuso sus individualidades y su historia.

Las palabras de Dudamel durante el torneo se sintieron muy alto y retumbaron en un fútbol dominado por declaraciones medidas. 

«Hemos venido aquí a ser protagonistas de la Copa y despedirnos el 7 de julio», advirtió Dudamel al aterrizar en Brasil.

Un grito de guerra detrás de la linea, pero en el campo la tarea salió a medias. Defendiendo con dientes apretados, la Vinotinto le robó dos empates en cero a Perú y Brasil y el mundo fútbol empezó a preguntarse si la ‘sele’ estaba para cosas grandes.

Pero faltó la otra parte del libreto. Venezuela solo le ganó a la débil Bolivia por 3-1 y ante Lionel Messi y compañía volvió a mostrar que la creación de fútbol sigue siendo la gran cuenta pendiente del equipo.

En la derrota, el exarquero transformado en hombre fuerte del fútbol de su país mantuvo el tono firme y su convicción de que la Vinotinto irá con todo a las clasificatorias sudamericanas a buscar llegar a un Mundial por primera vez en su historia.

Faríñez la revelación, Rondón la decepción

Fiel a su idea futbolística, Dudamel plantó a una Venezuela aguerrida en defensa que tuvo un ángel en el arco. Wuilker Faríñez, el joven arquero de Millonarios de Colombia, voló en la fase de grupos para envalentonar a su equipo.

Pero en el choque ante Argentina falló y la Vinotinto lo sufrió.

«Ha sido un extraordinario arquero que a temprana edad solo ha convivido con reconocimientos, elogios y esto (la derrota) le ayuda a forjar el carácter que se necesita en esta profesión», aseveró Dudamel. 

Faríñez, en la mira de equipos europeos, falló en el segundo tanto de Argentina cuando dio rebote corto a un tiro sin mayores pretensiones de Sergio Agüero y Giovani Lo Celso aprovechó y con el arco libre liquidó el pleito para Argentina.

Sin embargo, cargar al golero la responsabilidad de la eliminación deja de lado la falta de gol del equipo, en especial de Salomón Rondón.

El atacante que juega en el fútbol inglés tuvo tesón, defendió con sus compañeros y buscó de contra. Pero el ángel del gol no acudió a su ayuda y la Vinotinto lo sufrió.

Con Venezuela fuera, la Copa se prepara para vivir un clásico del fútbol sudamericano entre la Argentina de Lionel Messi y el anfitrión Brasil.

Fiel a su estilo, el DT venezolano lanzó: «Brasil debe estar muy feliz porque Argentina es la que le toca en semifinales».

Pero matizó la declaración diciendo que esa alegría se debe a que jugará un clásico del fútbol sudamericano.