¡Mamolas!
(Dícese cuando se quiere expresar burla o negación ante aquel que se quiere pasar de listo y salirse con la suya y se le responde que no es así…).
(Algunas de las escenas aquí descritas han sido recreadas para su mejor comprensión).
Crispino Picón Rojas
Posiblemente haya sido la última vez que se vieron… En una de las frías noches de enero antes del 14, se reunieron en la casa presidencial de la zona 15, la pareja real –Miguelito y el presi Giammattei– con las piezas clave que se quedaban para cubrir toda la basurita que pudieran buscar los semilleros, ese grupo político que tanto escozor causaba a la pandilla que sangró al país durante los últimos doce años.
No había estrellas en el cielo y todos fueron llegando con mucha desconfianza. Ninguno quería ser visto entrando de la misma manera que hace un par de años lo hicieran aquellos famosos rusos, captados con alfombra mágica, llena de dolorosos. A estas alturas del partido, ya los funcionarios dudan hasta de sus cuerpos de seguridad, porque así fue como se pudo reconstruir toda la Trama rusa, con el testimonio ante la FECI de de uno de los miembros de seguridad contratados por los mafiosos siniestros llegados de las cercanías del Kremlin.
Así, al resguardo de la oscuridad, arribaron la nueva Doña, la fiscal general Consuelo Porras, el gordito dipucaco Allan Rodríguez, los magistrados de la CC Leyla Lemus y Roberto Molina, un alto jefe militar que mi fuente de información no pudo identificar plenamente y, por supuesto, la pareja real. El gran ausente, pero también invitado, fue el magistrado presidente de la Corte Suprema, Oscar Ruperto Cruz, quien habrá pensado que por baboso voy a la reunión para darme color.
Tres meseros pagados por la SAAS ofrecieron finos vinos, los mejores whiskies y deliciosas viandas para acompañarlos mientras platicaban sobre el futuro que le espera al grupo y a toda la piña de correligionarios y cuates que se untaron hasta el cuello durante la bondadosa y productiva administración de Giammattei, quien abrió la reunión pidiendo que Dios bendiga a este grupo, pero sobre todo… y las carcajadas se escucharon hasta donde estaba ubicado el bar y los indignados pasadores.
Como fue su costumbre, Giammattei escuchó los susurros de Miguelitoindicándole lo que debía decir y lo repitió, convencido de que la estrategia funcionaría: – Mi queridísima, respeta y culta Doña Cony, Usted será el blanco principal de esa gentuza, pero no se preocupe, porque tendrá todo el apoyo de la CC y el Congreso, donde estará blindada y no dejarán que nada le pase. Yo seguiré pasándoles instrucciones desde dónde me encuentre para su tranquilidad.
¡Ah, Mamolas!, eso si no le gustó para nada a la flamante fiscal general, quien les recordó a todos que ella ha sido su gran protectora, y que diputados y magistrados tienen que cerrar filas en torno a ella, porque si yo caigo, todos caen conmigo. A partir de ahora, les dijo, la estrategia saldrá de Gerona. Les recordó que ella ha sido la que más se ha expuesto, porque finalmente ha sido la fea cara en la lucha para frenar a Semilla y a Bernardo Arévalo, aunque finalmente no se logró inhabilitarlo o declarar el famoso fraude.
Aquí se armó una pequeña trifulca verbal. Al parecer, doña Cony no es muy querida por todos, sobre todo Miguelito, que en privado le dice despectivamente la vieja de Gerona, porque nunca ha sido santo de su devoción. Finalmente llegaron a la conclusión que algo de razón tiene, porque es quien cuenta con la artillería pesada, los aliados parajudiciales y puede disparar contra la nueva camada de políticos que llegan al Ejecutivo y el Congreso.
A disgusto, Giammattei le cedió la estafeta a la fiscal, porque sabe que le tiene la cola bien machucada. Por cierto, dicen que antes de que el MP fuera sitiado por las organizaciones indígenas, ella logró sacar como 20 cajas de documentos, aparentemente todas las pruebas contra su grupo íntimo, para así asegurarse que no la van a traicionar y entregar así nomás. Total, a cada mico su columpio. El gordito, debe torpedear en el Congreso a los de Semilla, con toda la plana de asalariados diputados que tiene, Lemus es la responsable de mantener a flote con fallos gallo gallina a la CC, pero en última instancia, cuidar el gallinero. Los milicos se mantendrán al margen y los tortolitos, que no tienen muchos lugares a donde escapar, deberán mantener perfil bajo para no hacer olas… y todos aceptan el ¡mamolas! de La Doña, porque ella es la que disparará las balas y se la jugará desde el primer día.