La Red: ¡ÉCHALE!

O… Así se cocina la elección del nuevo fiscal general, o el continuismo de la Cony

¡Échale!

(Dícese cuando se quiere culebrear a alguien –¡échale!, que buena corbata– o cuando se quiere dar ánimo –¡échale pa’lante!, no te detengas– )

Crispino Picón Rojas

Yo recuerdo siempre en los primeros días del Año Nuevo año a don Urbano Madel, porque tenía pronósticos confiables de lo que luego sucedería en nuestra bella, sufrida y paciente Guatemala.  Pero en vista de que ya no está entre nosotros, pues lo único que me queda para saber lo que viene, es hacer mis propias investigaciones periodísticas.

Según me cuentan mis colegas meseros, allá por la zona 15, Vista Hermosa I –para más detalles, la casa del presi Ajenadro Gimmattei– se invitó a una especie de cuchubal-planifiación, con el fin de definir la estrategia para amarrar el cabo más importante que veremos en el año 2022.

Esa tarde todo era preparativos en la residencia presidencial.  Miguelito iba y venía por toda la casa.  El presi regresó temprano de la chamba para ver que la comida estuviera en su punto, que los meseros vistieran de forma nítida.  La alegre pareja escogió vinos y finos licores y se prepararon para recibir a las invitadas, cada una más importante que la otra:

Una a una, fueron llegando. 

Todas pasaban y elogiaban la famosa alfombra que le regalaron los rusos a la pareja y que ahora está en el vestíbulo de la casa: la fiscal general, Consuelo Porras, la presidenta del Congreso, Shirley Rivera, la presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Silvita Valdés, la mandamás y operadora de la Corte de Constitucionalidad (CC), Leyla Lemus, la aspirante presidencial Zury Ríos y la malencarada Doña, Sandra Torres.

… Cuando el presidente se emociona.

Solo de pensar en todas ellas juntas es como para que se le pare el pelo a cualquiera.  A mí no, por dos razones: no tengo pelo y dos, ya estoy curtido.

Pero volvamos a la reunión de esas luchadoras que podrían salir en Titanes en el ring con musiquita y todo.  ¡Échale!

Entre ellas intercambian sonrisas –bastante hipócritas algunas–, y luego cada una expresaba su punto de vista. — ¿Qué haremos con la elección de fiscal general? Preguntó para romper el hielo la bonita de Zury, viendo a los ojos del presi, quien no dejaba de subir y bajar sus cejas. La respuesta no se hizo esperar.

El presi expuso: — Tengo mi plan A y mi plan B.  El primero es que manipulemos como siempre la comisión de postulación, y que se incluya a dos o tres de nuestro equipo en la lista que me envíen.  Así no habría fallo para que todo siga como hasta ahora. Dijo Giamma, mientras Miguelito asentaba con la cabeza.

Luego continuó: — El plan B es por si falla el primero, pues entonces le pedimos a algún cuate, como al Richard Méndez Ruíz, que pongan un recurso y que se entrampe la elección, y la Cony se queda en el cargo por un buen tiempo, como hemos hecho con los magistrados de la CSJ y nos aseguramos qué no llegue un fiscal que después se ponga los moños y nos salga de criada respondona, como hizo la Thelma Aldana con el pobre de Otto. Para entrampar todo, le pasamos la pacaya a la CC, ¿Verdad Leyla?

La respuesta fue contundente.  — Con nosotros no hay clavo que se nos escapeFuncionamos como relojito obediente.

Miguelito, que todo le aplaude a su presi, exclamó: — ¡Échale Ale!, no se te escapa una.  Incluso me gusta más el Plan B, porque la Cony ha estado a la altura y aunque quisiéramos se reelección por las buenas, creo que no llegaría en la lista.

Le dieron vueltas al tema por un rato, pero llegaron a la conclusión de que la maquinaria está aceitada.  O se manipula la comisión de postulación como se hace siempre, o se impugna para entrampar la elección y que todo siga como hasta ahora.

Cuando me contaron las interioridades de esta reunión y el plan para mantener de su lado al Ministerio Público, no pude más que indignarme, pero sé que eso no cambia las cosas.  Ellos harán lo que quieran, porque disponen de todo el poder, pensé tristemente.

Luego la discusión fue más sencilla.  A Shirley, se le hizo ver que su tarea no es otra que hacer lo mismo que Allan Rodríguez, y hay que impedir la elección de nuevos magistrados, para mantener el poder del sistema de justicia pleno.  Luego, debe ver que la Comisión de Derechos Humanos haga su tarea y ponga de Procurador (PDH) a un buen cuate.

Para terminar, el Ale presidente les dijo: — Brindemos por este equipo de valientes gladiadoras. Levantó su copa y como si de un mosquetero se tratara, dijo: — Una para todas… todas para una!!!

¡Échale! con el presi todo se hace fácil, repetían una a una al salir dela residencia presidencial.