Crispino Picón Rojas
… Cachimbeada
(Dícese cuando los más fuertes o numerosos le propinan una buena golpeada a sus rivales, más pequeños o débiles)
Desde la cachimbeada que el Tres Kiebres le pegó en tan solo 1.19 minutos a Neto Bran hace un par de años, no se veía algo tan salvaje como lo que está haciendo la alianza oficialista con todos sus opositores y con la sociedad guatemalteca, a la que tiene –¡de verdad!– al borde del K.O.
¿A qué me refiero…? Pues es muy sencillo. Pareciera que los guatemaltecos andamos como el pobre e inútil alcalde de Mixco, que ni siquiera podía levantar los brazos para defenderse de la cachimbeada que le pegaban aquella noche, en la que estuvo a punto de que lo mandaran al hospital, si no es porque el árbitro paró la desigual pelea entre los dos buitres de la política.
En esta otra pelea, está en una esquina la amalgama de largos que forman la alianza oficialista, y en la otra la democracia, con millones de chapines incluidos, pero temerosos por la pandemia, confundidos por los medios de prensa oficialistas y las redes sociales, y sin un coach que le respalde o le diga por donde se le puede entrar a esa muralla que tiene enfrente y desde donde les llegan golpes y más golpes.
Al parecer, solo uno de los peleadores lanza tropadas. La alianza oficialista lo tiene todo de su lado y no le permite respiro a la pobre democracia, que mira que sus seguidores no la respaldan y a veces pareciera que preferirían que se pare esa desigual pelea.
En los primeros rounds la ventaja se ha marcado con claridad, porque el primer golpe llegó cuando astutamente la alianza se fumó eso de dejar a los pusilánimes magistrados de la CSJ y de salas en sus cargos por más de dos años, sin que nadie levantara la voz. Así como el Tres Kiebresse dio cuenta de la fragilidad del pobre Neto y se fue sobre él, los oficialistas aprovecharon el momento y se han ido con todo contra la indefensa democracia.
Veamos lo siguientes golpes, para mostrar la ¡cachimbeada! que le están pegando a la señora democracia, lo que quiere decir que nos la pegan a todos:
- Llevaron a sus cuates falsificadores al Tribunal Supremo Electoral (TSE) para asegurar el futuro;
- Luego asaltaron la Corte de Constitucionalidad (CC) con una facilidad abrumadora;
- En el Congreso hacen y deshacen a su antojo;
- Desarmaron a la FECI y debilitaron a más no poder la lucha anticorrupción tras destituir a Juan Francisco Sandoval;
- Acosan salvajemente a fiscales y jueces independientes y opositores. Ahora la tienen con la Mujer Coraje, la jueza Erika Aifán.
- Usan con dos finalidades el MP: por un lado es tapadera para no investigar más casos y debilitar los existentes, y por el otro, es el mazo para golpear a los enemigos.
- La corrupción se fomenta como una forma de salpicar a todos los aliados.
- Controlan todas las instituciones, hasta la ANAM, para expandir sus tentáculos por todos lados.
De verdad que es una gran cachimbeada la que le están pegando a la democracia, que tiene pocos aliados y ninguno se la juega dentro del cuadrilátero con la alianza oficialista. Se muestra tan tora, que desafía incluso a Estados Unidos, porque les pelan los mensajes que llegan desde Washington.
Dicen –pero créanme, porque me lo dicen de buenas fuentes– que los gringos no saben como tratar con la alianza, porque si bien se dan cuenta de todos los desmanes que se mandan, no quieren pelearse con Alejandro Giammattei y su corte, porque en Latinoamérica ya tienen muchos enemigos: Venezuela, Nicaragua, El Salvador, Cuba, y pronto se pueden sumar Perú, Honduras y Chile. Vaya si no está fregada la Casa Blanca en la región.
La pobre democracia chapina la está palideando. Sobre todo, porque se mira hacia delante y no parece que en las próximas elecciones vayan a producirse cambios significativos. De hecho, la alianza oficialista, heredera del llamado Pacto de corruptos de Jimmy Morales, quiere que la estafeta la tome alguien que siga la misma línea.
En ese sentido, aunque Sandra Torres quiere ser la ungida, parece que antes de arrancar otra campaña electoral ya perdió –¡otra vez!–, pues nadie la mira como ganadora y la alianza prefiere apostar por Zury Ríos, quien seguramente tendrá la venia para participar de parte de las autoridades del TSE y luego de la CC… al fin y al cabo que ambas instituciones son marionetas del sistema político que tanto golpea a la democracia.