La Red: Unos en la pena y otros en la pepena…
(Pachanga: Dícese cuando se arma una fiesta con alboroto, y mucho ruido; pepena, dícese cuando alguien se dedica a tomar para sí o hurtar)
Crispino Picón Rojas
Hoy si armó la grande. El oficialismo y sus aliados –encabezados nada menos que por el propio presi Alejo Giammattei–, hicieron de oídos sordos ante el clamor nacional e internacional que exigía una Corte de Constitucionalidad (CC) independiente, y aseguraron cuatro votos obedientes de los cinco nuevos magistrados titulares –lo mismo entre los suplentes–, lo que les asegura el control del máximo tribunal del país a partir del 14 de abril próximo.
Trazaron una ruta estricta para cooptar la CC y únicamente les falló la USAC, y eso, porque volvió a brincar el inquieto fiscal Juan Francisco Sandoval, quien debilitó las fuerzas de las mafias dentro del Consejo Superior Universitario, luego de meter al bote nada menos que al rector Murphy Paiz y al exrector Estuardo Gálvez, ambos por ser operadores para manipular las comisiones de postulación y tratar de obstruir la justicia.
Pero atentos, porque intentarán impedir a toda costa la llegada de Gloria Porras a la nueva CC. Por el momento, lo están logrando, ya veremos…
Pero eso ya es noticia vieja. Lo que no se supo, fue la pachanga que se armó en una casa de la zona 15 (Vista Hermosa), a donde llegó un tanate de gente. Había políticos, magistrados, diputados, funcionarios, novios y novias. Todo, para celebrar la gran hazaña del trabajo realizado. Lo más patético de todo, es que en los fogosos discursos que se escucharon, repetían una y otra vez que, ahora sí habrá justicia; no más ataques contra los políticos; se puso fin a los fallos por ideología; los pocos que quedan no alineados, caerán pronto; etcétera, etcétera.
¿Quiénes llegaron?
Según pude saber por mis colegas meseros que estuvieron presentes, la pachanga se prolongó hasta entrada la madrugada, cuando Miguelito y Alejo despidieron cordialmente a toda la pandilla que hizo posible la penqueada que le dieron a aquellos que soñaban con una CC diferente, independiente, transparente, apegada a la defensa de la Constitución.
Entre los fogosos pachangueros, los más eufóricos eran el presi y el tanate de ministros, pero también el Rey feo del Congreso, Allan Rodríguez con su gran cuate, Alvarito Arzú y –el retornado al rebaño–, Felipao Alejos. Pero la que más brindis hacía era la elegante Zury Ríos, quien, sin decirlo abiertamente, se pavoneaba como la próxima presidenta de Guatemala, ahora que sus fieles peones Roberto Molina Barreto y Luis Alfonso Rosales, tienen por tarea asegurar el fallo favorable para que pueda ser candidata presidencial en 2023. Pero les cuento que, en voz bajita, el Arzú Jr. comentaba que, esa parte de los acuerdos no me gusta. ¡Ni modo!, si el monito dorado sueña con seguir los pasos de su señor padre, siempre y cuando, el hace todo suavecito Ricardo Quiñónez, acepte quedarse eternamente en la comuna y no empiece a tener sueños de grandeza y quiera ir al guacamolón.
Allan Rodríguez, que cada vez disfruta más de las mieles del poder, dijo que ahora, desaparecerá el peligro de los antejuicios, porque todos los filtros estarán bajo control. Se refería a los magistrados de sala, la Corte Suprema de Justica y la propia CC. ¡Cerraremos el círculo para que nos dejen trabajar en paz!, exclamó al levantar el vaso de tequila para brindar, ¡por una Guatemala tranquila!
Quienes pensaban que Miguelito Martínezha perdido ñeque con Alejo, pues se equivocan de cabo a rabo. Ni siquiera en esa reunión social y de tragos, alguien se podía acercar al mero mero, sin pasar primero por quien maneja el poder detrás del trono.
La que llegó un poco tarde fue la electa magistrada Leyla Lemus, a quien todos saludaban y besaban la mano, como si fuera de la realeza. No le quedó más que hablarle a la concurrencia, que quería escuchar como se manejará la próxima CC. Llamó a Dina Ochoa, a Molina Barreto –que ni a patadas se desprendía de la falda de la Zury–, y a Néster Vásquez.
Cuando los tuvo paraditos detrás de ella a todos, le dijo a la concurrencia: — Nosotros, los aquí presentes, somos los responsables de garantizar que se termine la persecución contra los políticos. Somos los responsables de que el sistema funcione. Pero ustedes tienen la tarea de terminar la limpieza institucional del país. (Aplausos, abrazos y besos).
Por limpieza, la encargada del oficialismo para liderar el camino de la nueva CC, se refería a quitar del camino nada menos que a Gloria Porras, al fiscal Sandoval y al PDH, Jordán Rodas.
Lo que no saben es que la lista de pachangueros está ya en manos de el US Embassy, muy preocupada por lo que viene en corrupción y absoluta impunidad.
Mientras, las penas –covid, pobreza, desnutrición, falta de oportunidades, etc. etc.–, continúan…