- La Organización Mundial de la Salud ha desestimado, por inconsistentes, las advertencias de que las vacunas de ARNm contra el coronavirus favorezcan un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares en personas mayores.
GINEBRA — La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que no hay evidencia de que las vacunas de ARNm contra el COVID-19 aumenten el riesgo de accidentes cerebrovasculares en las personas mayores.
Los funcionarios de la OMS sostienen que no hay base para las preocupaciones recientes planteadas por los medios y las comunidades científicas sobre la seguridad de las inyecciones de refuerzo de ARNm.
Las preocupaciones, asegura el organismo mundial, están relacionadas con un sistema de datos de Estados Unidos que monitorea la seguridad y mostraron información errónea sobre las muertes relacionadas con la infección por COVID-19.
Kate O’Brien, directora de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS, asegura que otros sistemas de monitoreo de seguridad de vacunas en EEUU no han encontrado otras señales de que las vacunas de ARNm provoquen accidentes cerebrovasculares.
«En este momento, la mejor evidencia es que no existe una verdadera asociación entre las dosis de refuerzo de Pfizer en los adultos mayores y los accidentes cerebrovasculares», argumenta. “Y, nuevamente, existe un sistema continuo e interminable para monitorear continuamente la seguridad, no solo para la vacuna COVID-19 dosis por dosis, sino también para todas las demás vacunas”.
O’Brien dijo que las vacunas contra el COVID-19 son altamente efectivas para prevenir la hospitalización, la enfermedad grave o la muerte, pero menos eficientes para evitar que las personas se infecten y transmitan la enfermedad.
La funcionaria recalca que es particularmente importante que las personas en los grupos de alta prioridad reciban todas las dosis recomendadas. Esto incluye a personas mayores de 60 años, aquellas que tienen condiciones médicas subyacentes o están inmunocomprometidas, mujeres embarazadas y trabajadores de la salud.
«Para las cepas que tenemos circulando en el mundo ahora, las cepas omicron, la primera dosis de refuerzo en realidad mejora el rendimiento de su serie primaria para la protección contra el extremo más grave del espectro de la enfermedad», detalla O’Brien. “Entonces, en realidad necesita tres dosis para obtener esa protección óptima de las vacunas”.
O’Brien apunta que no hay evidencia directa del desempeño de las vacunas monovalentes o bivalentes en la cepa XBB.1.5 de COVID-19. Dado que actualmente no hay datos sobre si las vacunas bivalentes más nuevas son más efectivas que las vacunas ancestrales, dice, la OMS recomienda ambas como dosis de refuerzo.