“La economía nacional es envidiable y la banca es muy competitiva»

El gerente de Grupo PROMERICA, nuevo proietario del banco Citi Guatemala, opina sobre la economía guatemalteca, la solidez de la banca y los nichos de mercado que esta aún debe atender para continuar apoyando el crecimiento económico nacional.

Estuardo Gasparico M.

Guatemala ha sido catalogado como un país difícil para invertir. ¿Qué opina al respecto?

La parte macroeconómica dice lo contrario. Tal vez esta crisis política dejó  ver que la parte económica de Guatemala es envidia de muchos países de la región y Europa. Ahorita somos de las mejores economías a nivel latinoamericano, pues tenemos estabilidad, el crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) es bueno, los déficits fiscales son manejables y el crecimiento de las remesas es positivo. Las cifras también demuestran que hay un flujo de inversión creciente en los últimos años, y eso es base para el crecimiento. Esto, a pesar de la baja en los precios de los commodities, ya que ha habido complementos que han ayudado a que el país no haya salido muy afectado con la crisis que vive el mundo. 

En la parte política se dieron eventos sin precedentes, con el resultado de exgobernantes presos, pues la sociedad civil vio la necesidad de involucrarse en esos procesos, y la justicia está tomando sus caminos para que todos sean juzgados según lo que establece la ley.

Por el tamaño de la economía nacional, algunos opinan que existen demasiados bancos en el país…

Sería injusto categorizar a los bancos en pequeños o grandes. Nosotros venimos de un banco pequeño, que atendía nichos específicos. En cuanto al número de bancos, mientras menos competidores, mejor para el sistema. Pero eso es subjetivo. Para los usuarios, mejor si hay competencia, pero van a salir adelante los bancos que tengan mejores productos, servicios y canales.

¿Cuáles nichos considera que todavía no están suficientemente atendidos?

El país aún no tiene un grado de bancarización grande. Las pequeñas y medianas empresas tienen mucha relevancia en la economía del país y quieren más servicios y productos, por lo que esto es un potencial enorme para los bancos. Así que debemos entender sus necesidades y ofrecerles productos que se acomoden a su gestión. En estos países, los empresarios son héroes, pues a pesar de las condiciones que se dan salen adelante de una u otra forma.

Lo mismo sucede con las personas individuales, pero también hay productos que pueden incentivar el ahorro y hacerles ver que es importante el futuro y no solo el consumo, por lo que deben utilizar bien sus recursos.

Una buena parte de la cartera crediticia está orientada al consumo. ¿A qué se debe esta tendencia?

En los últimos años también ha crecido la inversión, aunque lo supera el consumo. Eso se debe al crecimiento del país, pues hay más empleo y la clase media ha crecido. Eso se ve a nivel de banca y en general, pues, por ejemplo, ahora hay más carros en las calles y la banca ofrece servicios para que esos negocios puedan concluirse.

Entonces, el consumo ha crecido con el poder adquisitivo de la población. También influyen aspectos como la baja en los precios de los combustibles, pues ese ahorro conlleva a comprar otras cosas.

¿Eso los motivó a comprar Citi Guatemala?

Cuando vimos la oportunidad de  conocer Citi y evaluar su compra, nuestro objetivo fue quedárnoslo, con la idea de tener un crecimiento más rápido en Guatemala. 

El grupo PROMERICA siempre está dispuesto a crecer donde encuentre oportunidades; por lo tanto, compró toda la operación de banca de Citi Guatemala; es decir, la licencia bancaria de Citibak en Guatemala, con toda la unidad de negocios, que incluye banca de consumo y comercial, cuentas de depósitos, plazos fijos, agencias, etc., pues Citi manejaba dos negocios:  la banca de consumo y mediana empresa, y la banca corporativa. Esta última es la que continuará administrando como banco extranjero, sucursal de Citibank de New York.

¿En qué se benefician los cuentahabientes y tarjetahabientes de Citi y PROMERICA con esta adquisición?

Tanto los clientes de Citi como los de PROMERICA tendrán acceso a mayor cantidad de agencias (Citi tiene 63 y PROMERICA cerca de los 40), por lo que tendremos más de 100 agencias en común y más centros de contacto en otros puntos geográficos, lo que favorece al cliente para hacer sus transacciones.

Por otro lado, en la parte de productos, Citi tiene muy buenos y nosotros tenemos otros, por lo que los clientes tendrán un menú de productos unidos, para que puedan escoger las diferentes opciones en tarjetas, cuentas monetarias o de ahorro, etc.

¿Qué fue lo más difícil de la negociación?

Sencillo no ha sido, pues fue un proceso largo, por el monto de la operación. Se requirió un equipo grande a nivel local y regional para hacer un análisis muy detallado, para una debida diligencia. Logramos identificar a mucho talento en la organización. Los estudios duraron casi un año, mientras se sostenía la operación diaria del banco, que mejoró su rendimiento y su utilidad.  Fue un proceso complejo en la parte de análisis.

¿A cuánto ascendió la transacción?

Nosotros teníamos activos por aproximadamente Q5 mil millones. Con esta compra vamos a llegar a Q11,200 millones, lo que nos posiciona en el 7.o lugar en la banca nacional.

¿Qué opina de la competencia que tiene la banca en las microfinancieras y el cooperativismo?

Los nichos o segmentos que atienden ellos son los que no ha atendido la banca, sin perjuicio de bancos que hayan querido atenderlos. La gente necesita esos servicios, y alguien se los tiene que dar. Yo creo en la competencia leal, y las cooperativas son una opción muy interesante.

En materia de supervisión y legislación, ¿cuáles leyes debería aprobar el nuevo Congreso para que el país tenga mejores servicios financieros?

En el Congreso hay leyes interesantes  que ha impulsado la Superintendencia de Bancos para complementar las leyes actuales. Por ejemplo, la de microfinanzas, para que se pueda atender a pequeñas empresas, siempre con la debida supervisión. También están en espera leyes de factoring y leasing, para darle más formalidad a esos productos, que ya se ofrecen en el mercado.