Kim Jong Un llama a la superación de las «difíciles» condiciones económicas que atraviesa Corea del Norte

El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, hizo un llamamiento a la población del país para superar los desafíos económicos provocados por la pandemia de coronavirus y los responsables del Ejército a reforzar las capacidades militares en su discurso de fin de año ante el pleno del Partido de los Trabajadores, en el que no realizó mención alguna a Estados Unidos.

«El entorno militar cada vez más inestable en la península de Corea y la política internacional han instigado a impulsar enérgicamente y sin demora nuestros planes de fortalecimiento de la defensa nacional», manifestó el mandatario.

Asimismo, Kim Jong Un ha reconocido que el país se ha enfrentado a una «situación difícil» en 2021 y esbozado los planes para el próximo año; doce meses que ha descrito como «una gran batalla entre la vida y la muerte» mieras ha encomendado a sus oficiales la «importante misión de avanzar radicalmente en la solución de los problemas de alimentación, vestido y vivienda».

El discurso ha seguido la línea de reforma económica que ya avanzó el mandatario norcoreano en segundo día del plenario, cuando «importantes medidas revolucionarias» para abordar las «cuestiones rurales», informa la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap.

Mientras tanto, los medios oficiales han vuelto a colocar la pandemia de coronavirus entre las prioridades del Gobierno durante los próximos meses.

«El trabajo de prevención de epidemias de emergencia debe ser una prioridad máxima en el trabajo estatal y la labor más importante a tratar sin holgura alguna», destaca el comunicado de la agencia oficial de noticias norcoreana, KCNA, recogido por su contraparte surcoreana.

En una rara concesión, el líder norcoreano reconoció que la economía nacional no atraviesa un bien momento. «Los proyectos económicos del país aún se encuentran en condiciones difíciles», según el mandatario.

La de por sí complicada situación por la pandemia ha empeorado por las sequías e inundaciones y la decisión de Kim de cerrar las fronteras del país, lo que ha frenado el comercio legal y el flujo del mercado negro de productos alimenticios de China.