Un tribunal surcoreano ordenó este martes a un promotor local indemnizar a los aficionados que no vieron a Cristiano Ronaldo en acción en el césped, en un amistoso de la Juventus de Turín a finales de julio en Seúl.
Cristiano Ronaldo quedó en el banquillo durante la confrontación de los Bianconeri con un equipo All-star de la K-League (3-3), el campeonato surcoreano, pese a las peticiones repetidas por parte de los 65,000 espectadores que llenaron el estadio de la capital.
El equipo médico del club había pedido que descanse debido a una fatiga muscular.
El promotor del partido, The Fasta, había insistido en la participación del delantero portugués, que cumplirá 35 años este miércoles, y las entradas (que costaban entre 23 y 300 euros) fueron vendidas en pocos minutos.
Dos aficionados, que habían denunciado a la agencia de márketing por publicidad mentirosa, ganaron la causa ante el tribunal del distrito de Incheon, que obligó al promotor a pagarles 282 euros a cada uno, según la agencia de prensa local Yonhap.
Otros denunciantes acudieron al Tribunal Central del distrito de Seúl.
Ninguna acción fue emprendida contra Cristiano Ronaldo o su club.
En este asunto, una denuncia penal fue depositada contra la agencia The Fasta y la policía surcoreana registró los locales de la agencia en agosto.
El promotor fue acusado de haber estafado unos 6,000 millones de won (4.4 millones de euros) en la venta de entradas, asegurando que en el contrato con la Juventus figuraba una cláusula confirmando la presencia de la estrella portuguesa en el terreno durante al menos 45 minutos.