«Hay que fallar mucho y pronto«
(Juan Carlos Noguera)
Un guatemalteco es el creador principal de la que ha sido considerada «La primera impresora electrónica 3D del mundo», capaz de imprimir con múltiples materiales. Aunque trabajó con un equipo altamente profesional, Juan Carlos Noriega desarrolló el diseño industrial del hardware, dirigió el diseño del software y de todos sus periféricos. Una obra digna de este genio chapín.
Cuando Juan Carlos Noguera Cardoza cumplió 30 años su nombre corrió como pólvora aquí y en la China, ya que fue uno de los 35 galardonados con el Premio Innovadores menores de 35 años, Latinoamérica 2017, reconocimiento a lo mejor de lo mejor que cada año entrega el MIT Technology Review, una revista publicada por Technology Review Inc., compañía independiente de medios de comunicación propiedad del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Pero antes de ese hecho, el joven guatemalteco ya tenía claro que su oficio era el de inventor.
Los creadores, autores o inventores necesitan cambiar la realidad, sufren una provocación ante un objeto, sobre todo si no está bien trabajado. Así le ha sucedido desde niño a Juan Carlos (ciudad de Guatemala, 26 de julio de 1987), porque si bien todo infante tiene el espíritu de la curiosidad a flor de piel, en él había -hay y habrá- un componente adicional: descubrir lo nuevo.
“Desde muy pequeño tuve la necesidad de saber cómo estaban hechos los objetos. Desarmé muchos de mis juguetes e incluso regalos de Navidad —a veces para descontento de mis padres—, pero no lo hacía solo para saber cómo estaban construidos sino para utilizar las piezas y así fabricar otras cosas que me interesaban. En mi adolescencia, por ejemplo, tomé mucho interés en la plástica y en el diseño digital, aprendiendo —en los que fuesen los primeros días del internet— a crear contenido para mis juegos de video favoritos, lo cual me dio una inmensa satisfacción. Esta curiosidad por fabricar y crear me hizo tomar la decisión de estudiar diseño industrial”, cuenta este innovador para la revista Acullá, desde Baltimore (EE. UU.), donde se desempeña desde el julio pasado como profesor de Diseño de Producto del Maryland Institute College of Art, una de las universidades de arte y diseño más antiguas y prestigiosas del continente americano.
De hecho, parte de la carrera de Juan Carlos se ha desarrollado en el país de los 50 estados. Sin embargo, en Guatemala se graduó de bachiller y luego obtuvo una licenciatura en Diseño Industrial en la Universidad Rafael Landívar. Pero fue la beca Fullbright, otorgada por Estados Unidos, la que le permitió ingresar a la prestigiosa Escuela de Diseño de Rhode Island (2013-2015) para obtener un máster, y más tarde una pasantía, nada más y nada menos, que en Harvard University.
Fue en este prestigioso centro educativo de Cambridge donde, según sus palabras, tuvo la oportunidad de diseñar una impresora 3D mientras trabajaba con científicos e investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas bajo la supervisión de la profesora Jennifer Lewis, quien junto con un grupo de estudiantes, incluido Noguera Cardoza, desarrollaron la “tinta conductiva”, un líquido hecho a base de plata que conduce la electricidad de manera eficiente, con lo cual es posible fabricar, en cuestión de minutos u horas, circuitos electrónicos.
Este impresionante artilugio para circuitos integrados, que se llama Developer’s Kit, permite imprimir en distintos materiales dispositivos complejos, como, por ejemplo, un reloj, completamente funcional en menos de una hora o un dron teledirigido.
“Gracias a esta progresión Juan Carlos ha sido capaz de crear herramientas que abren una puerta de posibilidades para la impresión 3D y contribuyen a hacer que la tecnología sea más revolucionaria”, reconoce Víctor Padrón, profesor de telecomunicaciones de la Universidad Europea de Madrid (España), quien fue jurado en la competencia Innovators Under 35 Latin America 2017. Juan Carlos Orozco, otro miembro del jurado, cofundador de MakerMex y Acelab Automatización, destaca que “se trata de una implementación de primera clase de una tecnología que facilita la innovación al permitir la creación rápida de prototipos de nuevos inventos o productos”.
Aunque muchos son los que elogian el trabajo de Juan Carlos, este otrora director de la Licenciatura en Diseño de Producto de la Facultad de Arquitectura, Universidad Francisco Marroquín dice: “Recibir este premio me ha abierto las puertas a mostrar mi trabajo y a colaborar con personas y entidades muy prestigiosas”. Y agrega, “he tenido a lo largo de mi vida metas concretas para las cuales he trabajado con mucha pasión. He querido educarme en el campo del diseño industrial y educar a otros. He querido experimentar con ideas nuevas y colaborar con personas interesantes que les apasione su trabajo tanto como a mí. Lo demás, los éxitos, fracasos, premios o logros han venido por sí solos”.
Solidario
Su capacidad de inventar le ha llevado a tener un cúmulo de experiencias y de éxitos y fracasos, como él mismo dice. De la larga lista de sus inventos, a cada uno le tiene aprecio, aunque, como lo indica, “de diferente forma”. Por eso no duda en contar el que logró como parte de su trabajo de tesis. “Tuve la oportunidad de trabajar por unos años con la Fundación Transiciones en Antigua Guatemala, donde juntos diseñamos modelos de sillas de ruedas creados para el contexto guatemalteco (durables, de bajo costo y fáciles de reparar), un proyecto que fue increíblemente satisfactorio, porque a estas, además, se les puede reclinar el asiento, lo cual sirve para que los niños estén en diferentes posiciones y así descansen, ya que permanecer en una sola postura causa dolor y en algunos casos pueden formarse úlceras”, cuenta.
“Creo en la inclusión de todos en el proceso de diseño. La creación de buenos productos y servicios no recae únicamente en un buen diseñador, si no en la buena relación que tenga el diseñador con sus usuarios, compradores, y cocreadores en su comunidad. Es así como aseguramos el éxito de un proyecto, tomando en cuenta los puntos de vista de todos los involucrados. Me gusta pensar que practico esto en todos los proyectos en los cuales he participado, y eso ha enriquecido mi práctica”, expresa.
Poeta, loco, músico y… carpintero
De poetas y locos todos tenemos un poco, reza el dicho, pero para este inventor la locura es sinónimo de creatividad. “Me enorgullece pensar que soy de aquellos que ven creatividad donde los demás ven locura. He interactuado con muchos jóvenes que tienen ideas frescas y diferentes, que en otro contexto pudiesen considerarse locas”, refiere.
“Como cualquier ser humano tengo ciertas aficiones. Me gusta mucho la música y, aunque no soy un muy buen guitarrista, disfruto el fabricar instrumentos musicales, como guitarras u otros instrumentos de cuerda, porque con este oficio puedo mezclar la música con la carpintería, ya que esta es terapéutica; a mí me relaja”.
Juan Carlos aprovecha este espacio para ofrecerles a los jóvenes guatemaltecos un tip. “Tenemos mucha suerte de vivir en la era del nerd, donde ser mediocre ya no es genial ni popular, donde ser ingenioso, donde inventar y donde estar “loco” es lo mejor que podemos pedir. A todos los jóvenes les sugiero que empiecen a trabajar en sus sueños, y que fallen mucho y fallen pronto para poder alcanzar el éxito. A todos nos queda mucho camino por recorrer. Me encantaría cambiar la actitud que tenemos los guatemaltecos ante exponer nuestro trabajo, nuestras creaciones e inventos al mundo. Solemos pensar que las mejores soluciones e ideas vienen del extranjero, y no valoramos lo positivo que podemos traer a la mesa. Nosotros somos muy recursivos, hacemos más con menos, y no tenemos miedo de probar algo nuevo. Mostremos los resultados con orgullo, concluye.
Tres preguntas, tres respuestas
¿Qué lo diferencia a usted de la mayoría de las personas?
Me gusta pensar que tengo la visión de cómo las cosas pueden ser, de su potencial, y no solo de cómo son ahora. Si miro una montaña de piezas y componentes, puedo imaginar mi proyecto completo, y motivarme para alcanzar la meta. Es un don que muchos diseñadores tienen y siempre le hago énfasis a mis alumnos que cualquier reto es una oportunidad para llevar su visión a la realidad.
¿Qué es aquello que todavía no ha hecho y tiene muchas ganas de hacer?
Tengo muchas cosas en mi lista, y hasta ahora me detiene el tiempo, quisiera hacerlas todas al mismo tiempo. Quisiera incursionar en el diseño de transporte y trabajar más a profundidad en el mundo del diseño de juguetes educativos.
¿Qué es peor, fallar o no haberlo intentado nunca?
Lo mejor es fallar bastante, y fallar lo más pronto posible en el proceso creativo. Hay que tropezarse bastante antes de poder encontrar la solución a cualquier problemática. Las personas que están dispuestas a crear e innovar, deben estar dispuestas también a asumir el riesgo de tener pequeñas derrotas en el camino para lograr su objetivo.2
Algunos logros
2013. Beca del presidente de la Escuela de Diseño de Rhode Island (RISD), concedida por el presidente de RISD, John Maeda.
2013. Subcampeón en los Premios de Diseño Core77, en la categoría de impacto social, por el diseño de la primera silla de ruedas con inclinación apropiada para niños.
2013-2015. Beca Fulbright para completar un programa de Maestría en Diseño Industrial en la prestigiosa Escuela de Diseño de Rhode Island en Providence, Rhode Island.
2015. Galardón de Oro en los Premios Edison (Principal Diseñador).
2015. La impresora 3D Voxel8 fue elegida como una de las mejores 9 ideas del CES 2015, reconocimiento entregado por Fast Company.
2016. Ganador del premio R&D 100, entregado por R&D Magazine.
2017. Fue elegido como uno de los ganadores del premio latinoamericano “35 Innovadores menores de 35”, entregado por MIT Technology Review.
2017. Nominado al galardón “Activity Toy of the Year” en los Premios TOTY (Juguete del año). Circuit Scribe Maker Kit fue nominado junto a marcas de renombre mundial como Crayola, K’NEX y Lionel Brands.
2017. Ganador del Brain Toy of the year por el juguete Circuit Scribe Maker Kit, entregado durante el Academic´s Choice Award.
2017. Ganador del Producto del año para niños, en el concurso Creative Child Award 2017, en la categoría juguetes educativos y electrónicos.