José Alfredo Calderón: TAXIDERMIA POLÍTICA PARA EL 2019 (2ª. parte).

José Alfredo Calderón E.

Historiador y observador social

En la primera entrega nos referimos a las primeras siete “maquinarias electoreras” (mal llamados partidos políticos en la taxidermia local).[1] El orden de mención sigue siendo con base al número de afiliados. Continuamos…

  1. TODOS: 26,452 Afiliados, fundado en 1995 como reciclaje de un grupo de tránsfugas de la UNE y otros “partidos”. Aunque se autodefine como “centro humanista”, es otra organización sin ideología definida y que basa su dinámica en el oportunismo político conservador. La franquicia pertenece a Felipe Alejos (alias Felipao), sindicado de tráfico de influencias y otros ilícitos, cuya solicitud para invalidar su antejuicio está en proceso. Segundo año consecutivo en la Junta Directiva del Congreso que ha sido señalada de formar parte del Pacto de Corruptos. Cuenta con 16 diputados, entre los que está una persona señalada por narcotráfico.
  2. Encuentro por Guatemala –EG– 26,176 afiliados. La sempiterna diputada Nineth Montenegro que desde el siglo pasado descolló primero en el movimiento social, luego en el partido Nueva Guatemala y desde hace lustros como la cabeza más visible (y casi única) del “partido” EG, es la que encabeza esta franquicia. Desde 1996 no ha abandonado el congreso y de su original posición de izquierda, ahora se le vincula a sectores empresariales y posiciones más conservadoras. Cuenta con 6 diputados en el actual Congreso (Renunció Luis Pedro Álvarez) y aunque se presenta como socialdemócrata, realmente es otra organización de vaivén.
  3. Visión con Valores Viva –VIVA– 25.856 afiliados. Fundado por el pastor neopentecostal Harold Caballeros, que fue canciller del proscrito Partido Patriota y obligado a renunciar. De corte ultramontano, ha tratado de sobrevivir a base de alianzas, con ADN (Adela de Torrebiarte), la cual se deshizo y en 2011 corrió con Encuentro por Guatemala, aunque en segunda vuelta dio su apoyo al PP. En 2011 impulsaron la candidatura de Zury Ríos con muy malos resultados. Venido a menos, seguro intentará otra alianza con algún partido de extrema derecha. Cuenta con 4 diputados.
  4. VALOR 25,031 afiliados. Otro reciclaje más que le facilitó a un “partido nuevo”, nutrirse de las firmas existentes del Partido Libertador Progresista   –PLP–, conocido como el del avioncito de Acisclo Valladares Molina. Otro partido ultra conservador de extrema derecha que ahora impulsa a Zury Ríos, que ha militado en el FRG, luego PRI, luego VIVA y ahora VALOR. No cuenta con representación en el actual Congreso.
  5. Partido Socialdemócrata Guatemalteco –PSG– 25,454 afiliados. Aunque su nombre sugiere el centro izquierda, su participación ha sido prácticamente nula, pues son organizaciones franquicia que se forman esperando oportunidades de alianza y negocio político. No tiene representación en el Congreso y no ha postulado candidatos aún. Llama la atención el alto número de afiliados, su nula participación y la ausencia de personajes visibles.
  6. FUERZA 24,892 afiliados. Adquirió una mínima relevancia cuando Alejandro Giammattei era su candidato presidencial. Cuando éste emigra para formar VAMOS, Fuerza se queda a la deriva. Tiene un solo diputado en el Congreso, Raúl Romero, quien participa en el Frente Parlamentario contra la Corrupción. “Partido” de origen conservador que actualmente depende de la dinámica personal de su único diputado.
  7. Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca –URNG– 24,592 afiliados. Firmante de la Paz, representa la unión de los grupos insurgentes que libraron la guerra interna de 36 años. Sus éxitos diplomáticos contrastan con el fracaso político elección tras elección. Definido como de línea marxista (izquierda radical), en la práctica sus actuaciones han sido irregulares y sus propios correligionarios les han cuestionado votaciones como la que favoreció a la anterior junta directiva del Congreso, que inicia el reagrupamiento del pacto de corruptos el año pasado. Con un solo diputado en el Congreso (Walter Féliz), su debilidad es manifiesta, al extremo de que en las próximas elecciones correría el riesgo de desaparecer. Muertos los comandantes históricos: Gaspar Ilom (ORPA) y Rolando Morán (EGP) y afectado por  disidencias claves, se ha incrementado su debilidad.
  8. Partido Producción y Trabajo –PPT– 24,339 afiliados. Otra agrupación franquicia que no ha participado en los comicios y que llama la atención por su alto número de afiliados y carencia de personajes visibles más allá de su cuestionado secretario general, Edgar Rodríguez, exministro de trabajo durante el gobierno de Álvaro Colom Caballeros y quien fue señalado de peculado y fraude por su gestión con la UNE. En febrero de 2015 se descubren 1,930 afiliaciones irregulares y se les inicia proceso. Sigue apareciendo como partido y su participación es incierta.
  9. Movimiento Reformador –MR– 24,336 afiliados. Agrupación fraguada y financiada por Alejandro Sinibaldi, prófugo de la justicia y quien manejó la campaña del defenestrado partido Patriota. Años antes había sido auspiciado por Jorge Briz. Fundado el 3 de agosto de 2002, formó alianza con la GANA en las elecciones de 2003 e hizo gobierno con Berger hasta 2006. Reciclaje del Partido Laborista, el Tribunal Supremo Electoral –TSE– aceptó el cambio de nombre manteniendo intacta su estructura y organización. Este mecanismo es el más usado para generar la idea de “nuevos partidos” cuando en realidad son reciclajes de nombres. De tendencia conservadora y de derecha política, así como vergonzosa participación congresil, cuenta con 13 diputados tránsfugas.

El siguiente jueves culminamos con los 26 “partidos políticos” inscritos y cuya descripción confirma que la vieja política está más presente que nunca y que los cambios tan cacareados, no son más que muestras del gatopardismo tropical chapín.

 

[1] Stricto Sensu, en Guatemala solo hubo tres partidos políticos: Movimiento de Liberación Nacional –MLN–, Democracia Cristiana Guatemalteca –DCG– y el Partido Guatemalteco del Trabajo –PGT–. Casi la totalidad de políticos provienen de esas fuentes o bien son descendientes de sus dirigentes o correligionarios. Aunque algunos estuvieron a punto de ser partidos políticos (PR, FRG, UNE), los 3 mencionados son los únicos que tenían una ideología clara, principios doctrinarios, escuela de cuadros, estructura orgánica y cumplían con la función de intermediación entre la sociedad y el Estado.