Me causa gracia cómo muchas personas no pueden deslindar el frío análisis objetivo de los hechos, con las pretendidas preferencias por un candidato o una candidata. Si se dice que fulana o fulano (según el caso) va a ganar, la reacción inmediata es que quien lo afirma, está a favor de esa determinada opción política. Claro está que, si no tengo datos y criterios metodológicos de análisis, la simple opinión seguramente sea dada por el corazón y no por el raciocinio sistémico.
Sale a colación esto porque la afirmación sobre la muy posible victoria de Sandra Torres escalda a muchos, incluyéndome. Pero la historia y la sistematización de datos no miente, siendo esta la base para lanzar una predicción viable, aunque no infalible. Veamos los factores críticos de éxito.
Sostenibilidad y coherencia
Desde 1999[1], la candidata ha permanecido en el mismo proyecto. Esto le ha permitido a la UNE, generar una lealtad y militancia partidaria, así como fortalezas en el plano logístico que se traducen en poder político. El otro proyecto ha tenido siete participaciones, todas fallidas, con diferentes plataformas electorales y partidos.
Presencia territorial
El trabajo disciplinado de las mujeres y de los equipos profesionales que se dedican permanentemente al trabajo político, se manifiesta como resultados a la hora del día D. La presencia de fiscales en casi todas las mesas, un número descomunal, es fiel reflejo de organización y fuerza. Los resultados de primera vuelta así lo confirman: 106 alcaldías verdes y sumando, versus 29 alcaldías del segundo lugar. 52 diputados versus 17 y más de medio millón de votos de diferencia. Por cierto, que los magros resultados de Giammattei debieron ser mejores, a la luz que se valió de estructuras ya montadas (PP y otros) para crecer como la espuma.[2]
Conocimiento público
Cuando en 2016 se impulsó la prohibición de las campañas anticipadas, pocos se imaginaron que esto terminaría favoreciendo a quien ocupó el primer lugar el domingo 16 de junio. La señora Torres superaba en conocimiento a todos los candidatos y en política hasta la mala opinión cuenta. Además, hay un dato histórico recurrente desde 1985: nadie gana una elección si no cuenta al menos con el 70% de conocimiento público.
Mapa verde
Diecisiete departamentos fueron obtenidos por la empresaria disfrazada de socialdemócrata. El Movimiento para la Liberación de los Pueblos –MLP– obtuvo 3: Chimaltenango, Totonicapán y Sololá. VAMOS obtuvo la capital y Sacatepéquez, un departamento con poco caudal electoral y representación.
Voto militante y voto en contra
Aunque la señora cuenta con un anti voto altísimo (entre 40 y 50%), su voto duro es más fuerte que el del contrincante. No solo la capacidad logística para movilizar votantes es mejor en la UNE, sino que el comprobado empuje que las mujeres dan a cualquier proyecto, es por mucho, una de las grandes fortalezas de los verdes.[3] Por otra parte, la tradicional apatía por la segunda vuelta, es más fuerte ahora, lo que favorece al colmillo político de quienes son diestros en las faenas de acarreo de gente y la optimización del voto militante.
El mito socialista
Cuando uno explica cómo “la nueva mala” en esta contienda era Thelma Aldana (y por eso se le apartó) y que Sandra representa ahora al statu quo, mucha gente se sorprende. Pero basta hacer algunas acotaciones para comprobar que la opción UNE no es de izquierda. Recordemos sus últimos candidatos vice presidenciables. En 2011, Roberto Díaz Durán, un abogado descendiente de las élites coloniales (Bernal Díaz del Castillo) y al servicio de empresarios. En 2015, Mario Leal Castillo, miembro de la familia Leal Pivaral, dueños de Cayalá, supermercados La Torre y el gran ingenio Magdalena. En la actualidad, Carlos Raúl Morales, empleado de Mario López Estrada, el único billonario de Centroamérica. Otro dato demoledor, es la saga que siguió a la acusación del MP en contra de la señora Torres, precisamente un día después de haber obtenido su inmunidad. El primero en defenderla fue Juan Carlos Tefel, presidente de la Cámara de Industria (de las más conservadoras) y actualmente al frente del CACIF.
He hablado con varios empresarios que manifiestan su desencanto por una victoria de Torres, pero que se apresuran en acotar que, a ella ya la conocen y pueden hacer negocios.
Ejercicio del Poder
El poder político ejercido en la praxis, no solo da más experiencia, sino que afina el colmillo político y administrativo. Este criterio no lo maneja la masa votante, pero si la pensante (la que incide). Del otro lado, hay 7 intentos fallidos por llegar al poder local (2 veces) y presidencial (5 veces).
Preferencia de las élites
El crecimiento postrero de Isaac Farchi (sexto lugar) y de Edmond Mulet (tercer lugar) no es casual y demuestra que Giammattei no era el candidato preferido de las élites, quienes no confiaban en un personaje con personalidad explosiva y mucha diversidad político-electoral, factores vitales para generar confianza.
Las fuerzas oscuras detrás de cada opción
Es innegable que las dos opciones cuentan con personajes oscuros de pasados terribles, pero en el imaginario de la mayoría, pesa por mucho, la presencia de militares ligados al exterminio durante el conflicto armado. En el proyecto más descaradamente de derecha se encuentran Ortega Menaldo y su hijo, así como los hermanos Dedet Casprowitz, nombres que le paran el pelo a cualquiera.
Finalmente, es importante recalcar que las dos opciones son malas. Es como escoger entre el cáncer y el SIDA, aunque dicen que para este último ya existen retrovirales exitosos…
José Alfredo Calderón E.
Historiador y observador social
[1] UNE, DIA Y URNG.
[2] El crecimiento de VAMOS fue vertiginoso. Después de UNE y PAN, es el partido con más afiliados. Esto no quiere decir estructura partidaria.
[3] Al respecto cabe recordar que se debe al gobierno de la UNE y en particular a la Señora, que el padrón electoral haya dado un vuelco y que la mayoría de mujeres sea una constante ahora.