Inflación y protestas: ¿Qué ocurre en Panamá?

  • Los panameños salen a las calles a exigir que el Gobierno frene la inflación
  • El gobierno ha tenido que ceder y tomar las primeras medidas

El lunes fue el octavo día consecutivo de las protestas en Panamá. Los panameños piden al gobierno que ponga freno a la inflación.

El gobierno panameño anunció medidas para frenar el aumento de los precios de los combustibles y diez productos alimenticios básicos el lunes después de una semana de protestas en todo el país.

En un discurso televisado, el presidente Laurentin Cortizo, anunció la decisión de topar el precio de combustible en 3,95 dólares por galón (3,78 litros) para vehículos particulares en todo el territorio nacional.

Este martes se esperaba una reunión del gabinete para aprobar un decreto para detener también los aumentos adicionales en diez productos alimenticios básicos.

¿Quiénes protestan y por qué?

Las protestas cumplieron su octavo día el lunes, cuando maestros panameños lideraron se manifestaton a nivel nacional para exigir al gobierno que ponga freno a la inflación, que está impactando la vida de ellos, sobre todo en el caso de los alimentos y los combustibles.

Los maestros comenzaron a manifestarse la semana pasada cuando llamaron a una huelga indefinida el 6 de julio, luego de que el gobierno no respondiera a sus demandas.

Trabajadores de la construcción y miembros de comunidades indígenas se sumaron a la protesta en este contexto de alzas en los precios de los productos básicos.

Desde el 3 de junio pasado los precios de los combustibles estaban congelados en 3,95 dólares el galón pero sólo para los sistemas de transporte público terrestre.

Bloqueando calles y ondeando banderas nacionales al ritmo de los tambores, los maestros de todo Panamá exigieron que el gobierno redujera los precios.

“(Exigimos) precios del petróleo a tres balboas (tres dólares) por galón (3,87 litros). En segundo lugar, queremos reducir los costos de la canasta básica de alimentos, que es inasequible, y en tercer lugar, (bajar) los precios de los medicamentos”, dijo Alberto Díaz, líder de la protesta, citado por Reuters.

Los maestros desencadenaron una ola de manifestaciones la semana pasada cuando llamaron a una huelga indefinida el 6 de julio, luego de que el gobierno no respondiera a sus demandas.

¿Cómo ha reaccionado el gobierno?

Ante las protestas, el gobierno de Panamá ha convocado un diálogo que comenzó ayer lunes, cuando además el presidente Cortizo anunció la ampliación de una medida para congelar los precios de la gasolina a la población en general, en un esfuerzo por poner fin a una huelga magisterial y a protestas a nivel nacional.

En una cadena nacional, Cortizo dijo que a partir del 15 de julio el congelamiento temporal de 3,95 dólares por galón que decretó para el sector del transporte público, también regirá para los autos o consumidores particulares, aunque no precisó de qué forma afrontaría esa medida.

Este martes tiene previsto reunirse con el Consejo de Gabinete ministerial para aprobar un decreto que congelará diez productos adicionales de la canasta básica de alimentos, que se ha visto impactada por el fuerte alza de los combustibles.

“Comprendo la insatisfacción de los diversos sectores por la situación que vivimos, causada por los efectos de la pandemia y las consecuencias del conflicto en Ucrania, factores externos a Panamá”, señaló el mandatario.

«El pueblo tiene hambre»

El lunes, con golpes de cacerolas y consignas como “El pueblo tiene hambre”, varios miles de personas llegaron hasta las inmediaciones de la Asamblea Nacional de Panamá, mientras que otros grupos descontentos protestaron frente a la Universidad Pública de Panamá. Se registraban manifestaciones y cierres en otros puntos a nivel nacional, que continuaron pese al anuncio presidencial.

Cortizo llamó a un diálogo con los dirigentes magisteriales y sociales para encontrar una salida el fin de semana, en que grupos de indígenas del occidente del país se sumaron a las protestas con bloqueos en la carretera Panamericana (internacional) y el poderoso sindicato de la industria de la construcción decretó una huelga de 24 horas para el miércoles.

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