La justicia del Vaticano incautó el martes «documentos y aparatos electrónicos» en las oficinas de la secretaría de Estado (gobierno) y de la Autoridad de Información Financiera (control financiero), anunció la Santa Sede.
Esta confiscación tuvo lugar después de que a principios de verano circularan informaciones sobre «operaciones financieras en el pasado», indicó en un comunicado, sin dar detalles sobre qué tipo de operaciones.
La secretaría de Estado, el órgano de gobierno de la Iglesia católica, trabaja en estrecha colaboración con el papa Francisco.
La Autoridad de Información Financiera (AIF), situada muy cerca de la residencia del pontífice, es una autoridad antiblanqueo para eliminar las operaciones opacas del Banco del Vaticano (IOR), salpicado en el pasado por varios escándalos.
Las incautaciones del martes fueron ordenadas por el fiscal del tribunal del Vaticano, Gian Piero Milan, y su adjunto, Alessandro Diddi, quienes habían advertido antes a los dirigentes de las instancias afectadas.