Iberdrola, a través de su filial Avangrid, recibió el Permiso Presidencial del Departamento de Energía de Estados Unidos para su ‘megaproyecto’ de redes entre Estados Unidos y Canadá para el suministro de energía limpia a Massachussets, que supondrá una inversión de 950 millones de dólares (unos 786 millones de euros), completando así con éxito los principales permisos.
En un comunicado, la filial estadounidense de Iberdrola anunció así el inicio de la construcción del proyecto New England Clean Energy Connect (NECEC), como se denomina, con el arranque de las actividades de limpieza y la instalación de accesos temporales para preparar la instalación de los monopolos que llevarán la línea de transmisión.
En asociación con Hydro-Quebec, el proyecto transportará energía hidroeléctrica limpia de Quebec, reduciendo significativamente las emisiones de carbono en Nueva Inglaterra.
El consejero delegado adjunto de Avangrid, Robert Kump, destacó que «después de 33 meses, cientos de horas de audiencias públicas, miles de páginas de evidencias y una revisión exhaustiva por parte de los reguladores y agencias estatales, federales y regionales, no debería haber duda del valor que este corredor de energía limpia aporta a Maine para alcanzar sus objetivos energéticos, promover un aire más limpio y reducir los costes de energía».
Por su parte, la presidenta y directora ejecutiva de Hydro-Québec, Sophie Brochu, consideró el NECEC es una respuesta «sólida y rápida a la urgencia climática que, como la pandemia, es un desafío que no tiene fronteras».
«Ayudará a reducir las emisiones de CO2 y, al mismo tiempo, proporcionará de manera eficiente energía renovable competitiva a hogares y empresas», dijo.
El proyecto permitirá revertir a los ciudadanos de Maine más de 570 millones de dólares (unos 472 millones de euros) en beneficios y más de 1.600 empleos en un contexto de incertidumbre económica, señaló el directivo de Avangrid.
«Los beneficios para el estado de Maine se materializarán en forma de mejoras de infraestructura, reducción de tarifas para los clientes -incluido un fondo para clientes más vulnerables-, subvenciones para el despliegue de infraestructura de recarga para vehículos eléctricos, desarrollo económico para el turismo, financiación para la educación, banda ancha, bombas de calor y la conservación de terrenos», añadió al respecto.
Así, después de casi tres años de revisiones y aprobaciones rigurosas, que examinaron los impactos ambientales, económicos y sociales del proyecto, el Permiso Presidencial es el último de una serie de permisos otorgados por organismos reguladores independientes a nivel estatal y federal.
Todas las revisiones regulatorias han concluido que el corredor de energía limpia es ambiental y económicamente beneficioso y positivo para Maine y Nueva Inglaterra.
En este sentido, el proyecto recibió previamente permisos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, la Comisión de Servicios Públicos de Maine, la Comisión de Planificación del Uso de la Tierra de Maine y el Departamento de Protección Ambiental de Maine.
1.200 MW.
La ‘megalínea’ de transmisión eléctrica proveerá de 1,200 megavatios (MW) de energía hidroeléctrica renovable a la red de energía de Nueva Inglaterra en Lewiston (Maine).
Todos los costes serán asumidos por los clientes de electricidad de Massachusetts. Una vez construido, el NECEC será la fuente de energía renovable más grande de Nueva Inglaterra y representará un cambio energético fundamental, alejado del uso de combustibles fósiles, mientras se proporciona una reducción de los costes de energía en Maine y Nueva Inglaterra.
Con una distancia de 145 millas, la línea se construirá en terrenos de propiedad o gestionados por el Central Maine Power. El proyecto creará más de 1,600 empleos cualificados durante el período de construcción de dos años y medio y proporcionará 200 millones de dólares (unos 166 millones de euros) en mejoras a la red de energía de Maine, haciendo que el servicio de electricidad de Maine sea más seguro.