Historia: El único presidente liberal que entregó el poder

Este es un reporte histórico-periodístico sobre el expresidente Manuel Lisandro Barillas

Manuel Lisandro Barillas, quien gobernó Guatemala de 1885 a 1892, es recodado como el único presidente liberal que entregó el poder tras elecciones libres; le entregó el cargo a José María Reina Barrios.  Entre otros hechos por los que se le recuerda, se puede mencionar que cambió una letra de su apellido, protagonizó un autogolpe de Estado y expulsó al clero del país.

Viviana Ruíz

Manuel Lisandro Barillas Bercián nace en Quetzaltenango el 17 de enero de 1845, hijo del militar José Onofre Varillas (sí, Varillas) y de Ponciana Bercián. Antes de formar parte de las fuerzas liberales, a las cuales pertenecía su padre, trabaja como carpintero y contrae matrimonio con Concepción Robles, pero en 1871 abandona su taller y se incorpora al movimiento revolucionario organizado en occidente por Miguel García Granados y Justo Rufino Barrios para derrocar al conservador mariscal Vicente Cerna y Cerna. Su padre y hermano, Isidoro, también forman parte de este grupo.

Carrera militar

Gracias a su ímpetu por hacer una carrera militar e integrarse al Movimiento Liberal de 1871, obtiene el grado de capitán, con la tarea de organizar un Batallón de Voluntarios. Posteriormente, el general Barrios, quien ya se encuentra en la presidencia, le nombra corregidor de las Fuerzas de Occidente, jefe político y comandante de armas de Quetzaltenango, refiere el historiador Jorge Ortega Gaytán.

Cuando lo nombran como el Segundo Designado a la Presidencia, esto en 1885, decide cambiar la inicial de su apellido y pasa a firmar Barillas, ya que considera que así es más distinguido, según la versión del periodista Jorge Palmieri (1928-2017) en una de sus columnas.

La muerte de Barrios

Tras la muerte del general Barrios en Chalchuapa el 2 de abril de 1885, el Gobierno queda en manos del licenciado Alejandro M. Sinibaldi, un hombre muy inteligente, pero con poco carácter, según el historiador Johan Melchor, lo cual fue aprovechado por el ministro de la Guerra de Barrios, el general Juan Martín Barrundia, quien comenzó a mover piezas para hacerse del poder.

Los miembros de la Asamblea Legislativa estaban en contra de que Barrundia fuera presidente, pues a él se le atribuían las persecuciones políticas y las atrocidades que ocurrían en las instalaciones de la Penitenciaría Central, comenta Ortega Gaytán.

De acuerdo con los libros de historia, los diputados más influyentes viajaron a Quetzaltenango en donde le hicieron saber a Barillas que contaba con el apoyo de la Asamblea para hacerse cargo de la presidencia, por lo que monta a caballo y viaja sin detenerse hasta la Ciudad de Guatemala, a donde llega para sepelio del general Barrios.

Mediante un hábil ardid,  Barillas engaña a Barrundia, y no solamente se vuelve presidente interino, sino que, además, se adjudica la Secretaría de la Guerra. Del 6 de abril de 1885 al 15 de marzo de 1886 se hace cargo de la presidencia interina en sustitución de Sinibaldi.

Durante ese lapso se esfuerza por mantener las reformas liberales iniciadas por Barrios y entre ellas, impulsa la mejora del funcionamiento de la Biblioteca Nacional, eleva nuevamente al poblado de Jalpatagua a la categoría de municipio, deroga el Decreto de Unión Centroamericana y busca la paz con El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. También reforma la Constitución de 1879 y convoca a elecciones, en las cuáles él participa.

Triunfador en dichos comicios, tomó posesión de la Presidencia el 15 de marzo de 1886, cuenta el historiador Ortega Gaytán.

Golpe de Estado

Un año más tarde, a finales de 1887, da un autogolpe de Estado, luego de una rebelión sofocada con toda la severidad que la ley militar prescribe. El general Barillas disuelve la Asamblea Legislativa y en su lugar convoca a una Asamblea Constituyente para modificar la Constitución de 1885, la cual había sustituido la de 1879 que redujo el poder del ejecutivo.  Esta nueva Carta Magna aumenta a seis años el período presidencial, suprime la vicepresidencia restaurando el sistema de designados y aprovecha sus poderes para expulsar al arzobispo Ricardo Casanova y Estrada, quien se opone al decreto 395, impuesto por el presidente, el cual prohibía la libertad de imprenta y la libre circulación de impresos.

También libera a los presos políticos, crea el Banco Agrícola Hipotecario y firma el Tratado de Montúfar-von Berger (1887).

Sanciones contra la defraudación

En 1882, Barrios había establecido zonas de libre comercio alrededor de los entonces principales puertos del país: Lívingston en Izabal y Ocós en San Marcos.  Para 1888, las defraudaciones en estos lugares son considerables y Barillas implementa medidas drásticas; cambia los nombres de los puertos por Santo Tomás de Castilla en vez de Lívingston y Puerto Quetzal por el de Ocós.

Santa Cruz Barillas

Los exmilitares de Huehuetenango, que formaron parte de la Revolución de 1871, le exigen al presidente Barillas las tierras bajas de Santa Eulalia.  Esta petición es aprobada y los territorios reclamados son desintegrados para formar el municipio que llevaría su apellido, Santa Cruz Barillas, el 17 de octubre de 1888.

Posteriormente, la frontera entre el nuevo municipio y México es establecida definitivamente en 1896, cuando se concluyen los trabajos de la Comisión de Límites, basada en el tratado Herrera-Mariscal que suscribió el gobierno de Barrios con el gobierno mexicano del general Porifirio Díaz, recuerda Ortega Gaytán.

Guerra del Totoposte

En 1890, el general Carlos Ezeta (de El Salvador) y Barillas se enfrascan en un corto conflicto bélico al que se denominó Guerra del Totoposte. ¿Por qué?

Manuel Lisandro Barillas tenía una buena relación con el presidente de El Salvador, el general Francisco Menéndez, de tal forma que cuando éste muere, durante una revolución en su contra encabezada por Ezeta, este se comunica con el general Juan Martín Barrundia –enemigo mortal de Barillas–, quien se encuentra exiliado en México, trabajando en desestabilizar al gobierno guatemalteco, porque estaba siendo perseguido judicialmente, acusado de apropiación indebida de fondos públicos, y abuso de poder.

En la gráfica, la carátula que contiene un mensaje del presidente Barrillas, leído ante la Asamblea Nacional Legislativa.

La tensión con El Salvador es crítica y el 28 de junio,  Barillas suspende garantías en los departamentos fronterizos de de Santa Rosa, Jutiapa y Chiquimula. Finalmente, el 21 de julio, Guatemala va a la guerra contra El Salvador.  Como la guerra dura apenas unas cuantas batallas y no se resuelve nada por la fuerza sino por acuerdos diplomáticos, los guatemaltecos la llaman burlonamente Guerra del Totoposte, pues sólo había servido para transportar dicho alimento al frente de batalla.

A pesar de esto, la guerra tuvo un importante beneficio para el presidente guatemalteco, ya que el general Barrundia fue muerto por la policía del país cuando se encontraba a bordo del vapor estadounidense Acapulco el 28 de agosto de 1890, haciendo escala en el Puerto de San José en camino a reunirse con las fuerzas salvadoreñas.

Últimos años de gobierno

En las postrimerías de su administraicón, Barrillas, se apropia de las fincas El Porvenir, La Libertad y Dalmacia en la costa sur, le brinda apoyo al poeta nicaragüense Rubén Darí­o, quién funda el periódico El Correo de la Tarde, escribe la obra Azul y crea una corriente literaria propia de América para el mundo, el modernismo, que le da brillo a las letras con Enrique Gómez Carrillo, Marí­a Cruz y Domingo Estrada.

En las elecciones que marcan el fin de su período presidencial, resulta ganador el general José María Reina Barrios, sobrino de Justo Rufino Barrios, quien derrota en las urnas a Francisco Lainfiesta y Lorenzo Montúfar.  Entrega el cargo el 15 de marzo de 1982.  Este es un acto por el que también se le recuerda, tomando en cuenta que, en la lista de los gobernantes liberales, ninguno lo logró hacer.Barrillas se retira a vivir en sus fincas cafetaleras del suroccidente del país.

Más tarde, añorando el poder, acepta ser alcalde de Quetzaltenango.  Posteriormente se traslada a México y a Estados Unidos. En México trata de organizar un movimiento armado contra el gobierno de Estrada Cabrera y el 7 de abril de 1907, en la calle que entonces se llamaba El Seminario (actual Avenida Guatemala), muere asesinado a puñaladas por los sicarios guatemaltecos Florencio Morales y Bernardo Mora, contratados por el general José Lima, cumpliendo órdenes del propio  Estrada Cabrera.