Hacia la justicia como debe ser

Astrid PerdomoCon las reformas que se proponen del dialogo nacional, se abre una puerta de oportunidad para reencauzar como se administra la justicia en nuestro país, donde solo ha funcionado para unos po­cos. Los temas que se han abordado en las mesas de discusión han evidenciado que existen concensos para mejorar una serie de aspectos que se modificarán en la norma constitucional y que se fortalez­ca la institucionalidad de Estado.

La mesas estuvieron confirmadas por diversos sectores, organizaciones sociales y colectivos ciudadanos (28), organizacio­nes y pueblos indígenas (19), sector em­presarial (17), personas particulares(12), jueces, magistrados y abogados (10), aca­demia y tanques de pensamiento (5), or­ganización de mujeres (3), movimientos estudiantiles (2), Ejército (1), alcaldes muni­cipales (1). Eso marca una nueva oportuni­dad para discutir en sociedad temas de trascendencia nacional.

Del total de decisiones, surge la con­clusión de que existe una necesidad de reformar la constitución para que el sis­tema de justicia se fortalezca y cumpla con los principios de independencia, transparencia y que sea de fácil acceso y mejorar la calidad, esto tomando en cuenta que las demandas ha incrementa­do, pero el sistema de justicia no ha lo­grado dar un paso significativo para al­canzar las metas de servir a los guate­maltecos con los mejores estándares, pa­ra lo cual es indispensable que se logre garantizar la independencia, capacidad y honradez de los funcionarios, preceptos que son claves para mejorar un sistema, y que, ante todo, se respete la norma constitucional (artículo 113 CPRG), si se logra garantizar que los jueces y magis­trados cumplan al momento de ser elec­tos como en su desempeño de su fun­ción, por medio de evaluaciones constan­tes, se contara con profesionales probos e íntegros en cargos altamente vulnera­bles por grupos de poder.

Otro de los aspectos que resulta de es­tas mesas de dialogo, es que se debe to­mar las medidas necesarias para despoli­tizar la justicia, lo que se logra por medio de procesos que tengan como resultado una verificación de cada uno de los pasos en los cuales se cumpla con los requisi­tos y que no existan indicios que se estén incurriendo en favoritismos hacia alguna de las partes, y que esto se evidencia des­de que son los procesos de elección de funcionarios, como se presentaba en las comisiones de postulación, cuando, a pe­sar de cumplir con una serie de requisi­tos, se favorecía a el aspirante que conta­ba con mayor apoyo de los sectores re­presentados, porque garantizaría que se privilegiaran los intereses de grupos o personas individuales, por lo cual resul­ta indispensable que el mecanismo de elección de los mismos se blinde de ser viciado por intereses particulares.

Y como un marco general, se conside­ra que las reformas constitucionales del sector justicia, dotarán de mecanismos adecuados para enfrentar la corrupción y la impunidad, esta última es la razón por la cual muchos ciudadanos acudieron a discutir sobre las reformas, buscando cam­biar aquellos aspectos que han permitido que se dieran esos actos de corrupción que indignaron a la población y que se espera que se haga justicia.

Lo que el dialogo nacional deja es una buena práctica de discusión en sociedad, aunque no quedara plasmada la totalidad de los acuerdos en la propuesta de refor­mas, la discusión se ha dado, y eso per­mite ir generando criterio sobre temas importantes como el pluralismo jurídico, que tiene su propia esfera y que deberá continuar evolucionando para encontrar mejores formas de promover el respeto y regulación de la jurisdicción del derecho indígena.

Con el compromiso asumido por el presidente del Congreso, va a existir una alta carga de responsabilidad por aprobar las reformas, pero lo que debe prevalecer es una atención crítica para este proceso, porque a pesar de existir una serie de factores positivos de esta reforma, tam­bién se debe recordar que esta no es una reforma más, en tocar la letra de la cons­titución, la norma más alta que tenemos y que cualquier ligereza puede ser dañi­na para nuestro país, por lo que debe de mantenerse alto el ánimo para mejorar, pero también debe de asumir la respon­sabilidad que como ciudadanos tenemos de defender nuestra constitución

I Datos de Secretaría Técnica Diálogo Nacional.

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