Hace 550 años nacía Alberto Durero, el gran renacentista alemán

Las obras de Alberto Durero son conocidas incluso por las personas que no se interesan especialmente en el arte. Sus «Manos que oran» se encuentran en numerosas lápidas y tarjetas de funerales, mientras que su famosa pintura «Liebre joven» decora pósters, servilletas y hasta tabletas de chocolate.

El grado de perfección de sus obras, que reflejaban hasta el último detalle, lo convirtieron en una sensación durante el Renacimiento y continúa fascinando hasta el día de hoy. Incluso 550 años después de su nacimiento, Alberto Durero sigue siendo una estrella.

De Núremberg

Alberto Durero nació el 21 de mayo de 1471 como hijo de un orfebre en la ciudad alemana de Núremberg. Ya en vida fue muy famoso como artista y granjeó reputación de intelectual. Al morir en 1528 en su ciudad natal, era un hombre rico.

«Que haya sido conocido tempranamente y haya mantenido esa popularidad por siglos es claramente un fenómeno en el caso de Durero», dijo el historiador del arte Thomas Eser, quien dirige la Casa Alberto Durero en Núremberg.

Durero vivió y trabajó durante muchos años en esta casa de madera entramada del estilo «Fachwerkhaus», al pie del Castillo de Núremberg. Hoy en día es un museo.

Único

El especialista en Durero Benno Baumbauer, del Museo Nacional Germánico en Núremberg, afirmó que la universalidad de Durero al norte de los Alpes fue única. Durero pintaba, dibujaba, revolucionó el grabado, se interesaba por la matemática, escribió poemas y editó libros de texto.

Además era un emprendedor astuto, que sabía venderse, creó su propio copyright y perseguía a quienes copiaban su trabajo. «Era muy talentoso», dijo Baumbauer. «Trataba de ir un paso más allá en todo lo que emprendía», añadió.

La Crucifixión, c. 1497-1500

Durero dejó un legado de entre 50 y 60 pinturas, varios cientos de grabados y casi mil dibujos a mano. Hoy en día es conocido especialmente por sus impactantes pinturas, como sus «Autorretratos» conservados en la Pinacoteca Antigua de Múnich y el Museo del Prado de Madrid, sus acuarelas y dibujos.

Sin embargo, en vida fue conocido principalmente por el gran público por sus grabados en madera y en cobre.

Mientras que sus pinturas sacras y retratos eran por lo general inaccesibles para la mayoría de las personas, ya que se encontraban en iglesias, conventos o en posesión privada, sus grabados recorrían el mundo provistos de las siglas «AD».

De acuerdo con Eser, Durero alcanzó gran éxito con su ciclo de grabados en madera «El apocalipsis«, que tematizaban el último libro del Nuevo Testamento. «Fue el primer libro de imágenes con un texto sagrado», señaló Eser. «Esto lo hizo famoso de un plumazo».

Renacimiento

Los grabados de Durero marcaron la pauta en el Renacimiento y siguen generando veneración entre los especialistas hasta hoy en día.

«No se pueden terminar de apreciar del todo por ser tan ricos en detalles», afirmó el biógrafo de Durero Thomas Schauerte, quien dirigió la Casa Alberto Durero y hoy es director de los museos de la ciudad en Aschaffenburg.

«Casi que se puede escuchar y sentir su atmósfera», apuntó. Añadió que Durero también fue único en la representación de superficies y materiales. «Se nota de inmediato si se trata de un cuello de piel o una armadura», afirmó. 

Como artista, Durero se adelantó siglos a su época, de acuerdo con Schauerte. «Discutió cosas para las que no había términos en esa época», comentó. En su opinión, un ejemplo es la pintura «Melancolía I«, cuyo significado sigue siendo un misterio.

«Como observador, me veo obligado a determinar el sentido de la obra», señaló. Schauerte dijo que Durero no sabía latín, considerado en ese entonces el idioma de los intelectuales. Por eso, según contó, Durero usó sus grabados en madera y cobre como medio para referirse a temas intelectuales. 

A pesar de esto, los grabados de Durero son en la actualidad, según Schauerte, algo para conocedores y amantes de su obra, ya que se necesita tiempo para perderse en ellos. Además, las impresiones originales no se pueden exhibir durante largos periodos en los museos ya que esto daña sus sensibles materiales.

Adán y Eva, 1504

Aniversario

Para el 550 aniversario de su nacimiento, la Casa Alberto Durero encontró una forma de poder presentar al público los grabados originales de Durero sin arruinarlos. A partir del 21 de mayo, se podrán ver durante cuatro meses, respectivamente, siempre seis grabados en cobre y madera de la colección de unas 100 páginas.

Sin embargo, debido a la pandemia de coronavirus, la ciudad de Núremberg no prevé un gran festejo en el aniversario del gran maestro, sino varios pequeños eventos. Eser añadió que, además, en siete años se conmemora el 500 aniversario de la muerte de Durero.

El experto en Durero Schauerte también tiene en mente este aniversario y planea por eso una nueva publicación. «Sería bueno contar para 2028 con una gruesa biografía científica sobre Durero», apuntó.

Explicó que, si bien hay muchas investigaciones sobre el artista y se conservaron muchas cartas a amigos e intelectuales, sigue habiendo igual que antes algunos espacios en blanco y equívocos acerca de su vida y obra, algunos de las cuales siguen vigentes. Uno de estos equívocos es, por ejemplo, que murió de malaria.