Guatemala logra el primer trasplante hepático con donante vivo

«El buen médico trata la enfermedad, el gran médico trata al paciente que tiene la enfermedad”, William Osler.

Muchos hospitales en todo el mundo, en especial en los Estados Unidos, han empezado a realizar trasplantes de hígado de donante vivo entre adultos y Guatemala no se ha quedado atrás.

En el pasado abril, un grupo de médicos guatemaltecos lograron la primera operación de este tipo en el país. El Doctor Gustavo Aguilar, cirujano epatopancreatobiliar y cirujano vascular, fue el encargado de dirigir dicho proyecto. Durante una entrevista a Crónica, el galeno nos comparte detalles de este gran logro, así como los retos y obstáculos que debieron afrontar para llegar a este exitoso resultado.

A continuación, un resumen de la conversación:

¿En qué consiste el proyecto de trasplante hepático con donante vivo?

La cirugía de trasplante se da a través de la falta de un donante cadavérico y la excesiva necesidad de personas con enfermedad hepática en fase terminal. En Guatemala teníamos el problema que no contábamos con una donación cadavérica muy alta y si tenemos los enfermos de trasplante hepático.

Antes nos veíamos en la necesidad de ir al extranjero. Muchos se fueron a México, Argentina o a los Estados Unidos para recibir este tipo de trasplante, pero me di a la tarea, junto a un equipo de diez personas, en iniciar este proyecto.

Quiero iniciar explicando que para realizar este tipo de operaciones se requiere de dos personas: el donante y un receptor. Este último es el que está enfermo y el donante, la ley nos permite que sea un familiar en primer o segundo grado de consanguinidad o un familiar político. En esta ocasión, el primer trasplante hepático en Guatemala fue una hija que le dono el 60 por ciento de su hígado a su progenitora que necesitaba ante la inminente muerte que iba a presentar de no realizarse este procedimiento quirúrgico.  

Para determinar si la persona es candidato a este tipo de operación, se requieren un sinfín de estudios para poder establecer que el paciente es un candidato real para donar su hígado.

La prioridad del grupo es siempre salvaguardar la vida de ambos pacientes. La receptora en este caso la cuidadnos muchos y le podemos dar este tratamiento porque su condición lo permite.

¿Cómo surgió la idea de realizar este tipo de trasplante?

En lo personal, soy un cirujano con estudios de posgrado en diferentes especialidades y la última que hicefue la epatopancreatobiliar y trasplante de hígado en Taiwán. Este proyecto es una iniciativa que surgió en 2010, que se formó un grupo de 10 personas, ahora solo quedamos dos. En el año 2013 hubo problemas porque al inicio estábamos con la intención de realizar este proyecto en el sector público ya que teníamos el apoyo del gobierno de Taiwán. Fuimos a varios centros asistenciales de la red nacional, pero en cada uno nos cerraron las puertas, nos dieron muchas respuestas negativas, más cuando se trata de hacer cosas nuevas y de mucha tecnología.

Ante ello, nos decantamos a nivel privado. Al principio también se generaron dudas, pero poco a poco el trasplante de hígado se convierte en la guinda del pastel de un programa de cirugía hepatita y biliar completa. ¿Qué significó esto?, en los últimos años hemos adquirido equipo de tecnología de última para realizar recepciones de hígado como en cualquier otra parte del mundo, hablamos de cáncer de hígado, terapias invasivas y no invasivas para cáncer de hígado,  laboratorios, banco de sangre, material quirúrgico que antes no había, entrenamiento a las enfermeras, conformar un grupo de trabajo, ya que es la clave para cualquier proyecto, identificar a las personas adecuadas para un final feliz. A la par de nosotros hay cirujanos de mucha trayectoria, nutriología, intensivista de alto nivel, enfermería, enfermeras en salas de operaciones, es un grupo humano de primer nivel y en los últimos cinco años hemos logrado muchas cosas. Y todo esto es con el apoyo del hospital Herrera Llerandi que creyó en nosotros y apostó por la salud de los guatemaltecos. El mejor hospital de Guatemala para hacer este tipo de proyecto.

Dr. Gustavo Aguilar con la primera donante, Hilda Alejandra Sosa.

¿Han recibido apoyo de Organizaciones internacionales?

Todo el impulso que traíamos en 2012 y 2013 se perdió. El resultado de hoy en día es gracias a que no nos dimos por vencidos y que recibimos el apoyo del hospital Herrera LLerandi y la confianza de los pacientes que se han decidido operar. Antes teníamos el apoyo del Gobierno de Taiwán, pero eso se perdió cuando los hospitales del sistema de salud nacional nos cerraron las puertas y vieron que el proyecto no iba hacia ningún lado.

¿Cómo ha sido el avance de las dos pacientes?

La donante que fue la hija está en perfectas condiciones, ya le retiramos las sutura de la piel, lo bueno es que el hígado vuelve a crecer y ocupa la parte que donó, las cuatro semanas vuelve a tener el mismo volumen de antes de la operación, ambas están en buenas condiciones en estado fantástico, ya está caminando y pensando en regresar a su trabajo.  

Respecto a la receptora, es un poquito más tardado debido a su estado de salud que es crónico. Pero se está alimentado vía oral, le estamos manejando su presión, y demás síntomas. Pero estamos satisfechos.

¿Cuál es el costo de la operación como esta?

No quisiera dar esos detalles, pero le puedo dar algunos estimados del costo en otros países como Estados Unidos, que esta operación tendrá un costo de medio millón de dólares, en México estará entre los 100 a 150 mil dólares.

¿Cuántas personas participaron en la operación?

Respecto a médicos estamos hablando de dos anestesiólogos, seis o siete cirujanos, dos enfermeras, personal del banco de sangre, uno de laboratorio, dos de terapia respiratoria, un intensivista, tenemos los técnicos de los equipos que estamos utilizando, personal de rayos x. Quiero aclarar que no todos estuvieron adentro del quirófano, pero teníamos ese día de la operación alrededor de 30 personas movilizándose para el resguardo de estas dos personas.

¿Cuánto tiempo tarda la operación?

Esta operación nos fuimos despacito y nos tardamos 20 horas. Empezamos sábado 17 y terminamos domingo 18 de abril.

¿Cuáles son los riesgos dentro de la operación?

Los riesgos no solo es en este tipo de operación, sino en todas, aún sea de una uña encarnada. El riesgo del donante es muy mínimo, un fallecimiento entre cien mil, pero si existe riesgo de infecciones, flujo de drenaje birial, pero en nuestro caso la donante no tuvo ninguna reacciones, no sucede lo mismo con la receptora porque el riesgo principal es que se muera. Debemos que quitarle el hígado entero para colocarle la parte donante y por eso tardamos en darlo a conocer porque queríamos estar seguros que la operación fuera en éxito.

¿Qué requisitos debe llenar una persona para poder operarse?

El primer requisito es saber que tiene cirrosis y que necesita un trasplante. Esto se lo puede decir cualquier médico, pero para ser un paciente para esta operación, tenemos un grupo multidisciplinario con el cual se hace una evaluación inicial. Vemos qué urgencia tiene para hacer el trasplante. Hoy en día tenemos más pacientes listas para hacerse las operaciones en las próximas semanas.

¿Qué representa para el país que se logre este tipo de cirugías?

Imagínate, ser los primeros en realizar este tipo de cirugía, este tipo de situaciones son las que nos permite hacer un cambio real en la medicina, en qué sentido, donde antes no se podía hacer, ahora sí se puede lograr. No queremos ser como dice el dicho: una golondrina no hace un verano, necesitamos mucho más. Tenemos el apoyo de muchas instituciones de la junta directiva del hospital Herrera Llerandi y vamos por más, no solo del trasplante sino más operaciones de cirrosis, cáncer de hígado, esto puede abrir las puertas para los pacientes que se les puede salvar la vida que antes estaban condenadas a muerte.  

¿Cómo se encuentra Guatemala con este tipo de enfermedad?

La cirrosis es la cuarta causa de muerte en el país. Existe el estigma del alcoholismo, pero hay muchos otros padecimientos que pueden generar la cirrosis como las hepatitis virales. En Guatemala es una de las principales muertes y hemos visto casos de bebés que nacen sin drenaje de la bilis al intestino, por lo que también necesitan un trasplante de hígado.

¿Ustedes estarían en la disposición de capacitar a personal en los hospitales nacionales?

Nosotros estuvimos siempre en la disposición y eso fue nuestro objetivo desde el inicio de hacer este proyecto en salud pública, pero ellos no estuvieron interesados, si ellos ahora están con la disposición, claro que colaboramos, pero lo veo muy difícil ya que en estos momentos están con el agua hasta el cuello por todo lo relacionado a la pandemia.

¿Qué es un trasplante hepático de donante vivo?

Un trasplante de hígado de donante vivo es un procedimiento quirúrgico en el que se extrae una parte del hígado de una persona viva y sana y se la traslada a un receptor cuyo hígado ya no funciona bien.

El hígado del donante se regenera y vuelve a adquirir su tamaño, volumen y capacidad normales en un par de meses después de la cirugía. Al mismo tiempo, la parte de hígado trasplantado crece y restablece el funcionamiento normal del hígado en el receptor.