El sobrepeso es un problema que se ha agudizado significativamente entre los gualtemaltecos en las últimas cuatro décadas.
Guatemala y sus contrastes. Mientras que el 50 por ciento de la población menor de 5 años padece de desnutrición crónica, el país se ubica en el décimo lugar en el mundo con mayor índice de población mayor de 15 años que padece de obesidad; es decir, un 27 por ciento de sus habitantes.
Maricel Diéguez/ mdieguez@cronica.com.gt
Según datos del Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP), en Guatemala el sobrepeso y obesidad en niños y niñas, escolares, mujeres adultas y hombres, es un problema que se ha agudizado significativamente en las últimas cuatro décadas, al extremo que, según estimaciones, uno de cada 20 niños, de entre cero y cinco años, es obeso, lo que equivale al 5.4 por ciento de la población.
El problema es cada vez más serio en la etapa de la adolescencia y adulta, en donde el estrés y una mala dieta alimenticia afecta a muchos guatemaltecos.
A continuación, se destaca una historia de las muchas que ocurren en Guatemala.
Mercedes*. Desde niña fui gorda, tenía un problema metabólico, posiblemente relacionado con un padecimiento de poliomielitis infantil, que me dio cuando tenía solo cinco años. Desde ese tiempo hasta mi adolescencia, comía de más para compensar el evidente problema que tenía para caminar de manera normal. A pesar de que era guapa, me molestaba tener esa discapacidad.
Muy joven me casé con un extranjero, con quien tuve dos hijos, pero mi inconformidad emocional persistía y la compensaba comiendo, subiendo de peso todo el tiempo, aunque seguía trabajando en el país de mi esposo, adonde me fui a residir. Con el paso de los años, empecé a sufrir de obesidad y mi salud comenzó a verse afectada, la movilidad se me hacía muy difícil, lo que hacía que yo permaneciera más tiempo en la cama. Aunque usaba silla de ruedas para movilizarme, hubo un momento en el que me comencé a aislar.
Pero el problema de la obesidad en el país podría ser más crítico, pues según el estudio Euromonitor, se estima que para el año 2020 seis de los países con mayor obesidad en el mundo serán latinoamericanos, entre los que se encuentran Venezuela, Guatemala, Uruguay, Costa Rica, República Dominicana y México.
De repente ya no pude salir a trabajar, al punto que me jubilaron de manera temprana, lo que me aisló aún más. No podía salir de mi casa sin ayuda, tampoco podía bañarme, limpiarme y vestirme. Llegué a pesar cerca de las 400 libras, cuando mi peso normal, según mi estatura -1.60 m-, debía ser de 130.
Me sentía muy triste, ya que mi familia no vive conmigo. No podía viajar, debido a que un asiento no era suficiente para sentarme, por lo que tenía que pagar dos boletos de avión, además de que siempre tenía que ir acompañada. Cansada de todo esto, me sometí a una serie de tratamientos e intervenciones quirúrgicas, entre ellos el bypass gástrico, una gastrectomía (se corta un 70 a 80 por ciento del estómago), asimismo dietas extremas todo el tiempo. Además, tuve que pasar por una serie de dolorosas y riesgosas operaciones en todo mi cuerpo, brazos, piernas, abdomen, senos, para retirar el excedente de piel. Con mucho sacrificio, hace 3 años, llegue a pesar 110 libras. Sumado a esto, padezco de diabetes, depresiones, hipertensión, insomnio. A pesar de todo esto, me sentía feliz, ya que sentía liviano y ligero mi cuerpo, podía viajar, ponerme ropa que antes no podía. Sin embargo, mantenerme no ha sido fácil, ya que todos estos tratamientos en mi cuerpo me han traído problemas serios, al extremo de poner en riesgo mi vida. Ahora, de manera más lenta, he subido de peso. Estoy pesando 180 libras, pero he aprendido a comer mejor, lo cual no ha sido fácil, pues me es difícil controlar mi ansiedad por la comida, comenta Mercedes.
Guatemala y el mundo
Aunque los datos del estudio Euromonitor son del 2009, coinciden en fecha con los que utiliza el informe Nutricional Mundial: Perfil Nutricional de países del 2014, en los que se indica que en Estados Unidos el 38.7 por ciento, mayores de 15 años, es considerado obeso, seguido de México con 31.8 por ciento, mientras que Venezuela y Guatemala registraron un 29.6 y 27.5 por ciento, respectivamente. Se trató de obtener información del Ministerio de Salud Pública, pero no fue proporcionada.
El porcentaje de personas que sufren obesidad en los países en desarrollo y los desarrollados se reduce de forma acelerada, por lo que según la organización Mundial de la Salud (OMS), para este año el número de adultos con sobrepeso en el mundo estaría cerca de los 2 mil 300 millones de adultos, mientras que el que padece obesidad en más de 700 millones.
La obesidad es un círculo vicioso que te trae enfermedad, soledad, angustia, tristeza, depresión y baja autoestima. Se paga un costo muy alto y, aunque es difícil de controlar, no es imposible enfrentar este problema. Si yo no hubiera pasado por todo ese calvario, ya estaría muerta desde hace varios años. Ahora tengo 65 años y espero vivir muchos años más, añade la afectada.
Para la nutricionista Angélica Jiménez, la obesidad es un problema de salud que se ha dejado sentir en Guatemala desde hace unas dos décadas, esto como consecuencia de los malos hábitos alimenticios que hay en la población, como lo es el consumo de comida rápida, que tiene precios bajos, pero que contiene gran cantidad de grasas saturadas, lo cual acarrea sobrepeso y obesidad.
La obesidad está catalogada como una efermedad crónica que afecta a la población, señala la especialista en nutrición, con el agravante que trae consigo padecimientos de hipertensión, triglicéridos y colesterol, además de graves enfermedades del corazón y del sistema circulatorio.
Obesidad en los niños
Para la OMS, la obesidad infantil se está convirtiendo en una crisis de salud pública en varios países en desarrollo, debido que ha pasado de unos 31 millones de niños obesos en 1990 a 44 millones en la actualidad, lo que representa una tasa del 30 por ciento más alta que en países industrializados.
Para Julieta Ortiz, especialista en nutrición y quien atiende a varios pequeños entre sus pacientes, confirma que la obesidad en los niños se ha disparado en el país, lo que considera es producto, entre otras cosas, de la publicidad dirigida a los menores de edad, la falta de actividad física, la introducción de los juegos electrónicos, lo cual impide que los niños hagan ejercicio, les crea ansiedad y, en muchos casos, les provoca más apetito. De acuerdo con los especialistas, a esto hay que sumar las grandes posibilidades de que estos niños, cuando sean adultos, continúen con obesidad y padezcan enfermedades cardiovasculares, como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y diabetes, esta última considerada una epidemia a nivel mundial.
La mala alimentación y la falta de actividad física son algunos de los factores que provocan obesidad.