El presidente Alejandro Giammattei compareció hoy en la sesión protocolar del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, DC, Estados Unidos (EE. UU). El mandatario usó su discurso para rechazar los señalamientos de debilitamiento de la democracia en Guatemala durante su gobierno.
“Nadie puede cuestionar que hoy Guatemala es una democracia estable” manifestó el gobernante quien no fue invitado a la Cumbre por la Democracia organizada por el presidente de EE. UU., Joe Biden.
Giammattei aseguró que el país centroamericano “goza de un gobierno estable y los ciudadanos eligen a nuevas autoridades cada cuatro años”. Sin embargo, reconoció que la nación enfrenta problemas de corrupción e instituciones corrompidas por el narcotráfico.
«Cabe señalar que el hecho que surjan casos particulares de corrupción e impunidad en nuestro país, como sucede en los países aún más desarrollados, no significa de ninguna manera que la democracia en Guatemala esté en riesgo», manifestó.
Carta democrática luego de manifestaciones s
Luego de varias manifestaciones en contra del gobierno de Alejandro Giammattei en noviembre del año pasado, en donde señalaban actos de corrupción que explotaron con la aprobación opaca del Presupuesto para este año y que después se dio marcha atrás, el Gobierno invocó la Carta Democrática de la OEA y habló de un posible golpe de Estado.
Un grupo de expertos visitó el país y realizó varias recomendaciones después de reunirse con sectores sociales, políticos y económicos donde identificaron como puntos de coincidencia una alta percepción de corrupción, impunidad, opacidad y una gran necesidad de garantizar procesos transparentes en las elecciones de las cortes.
Ahora, el mandatario en su discurso aseguró que su Gobierno tiene un «inquebrantable compromiso» con la democracia y los derechos humanos y aseguró que «el camino a la democracia no ha sido fácil y como muchas otras democracias emergentes hemos tenido difíciles momentos de superar e incluso retrocesos momentáneos, (pero que ahora) nadie puede cuestionar que Guatemala es una democracia estable».
Para reforzar su aseveración, Giammattei indicó que «el pueblo es el soberano» y que se garantizan los derechos inalienables del ser humano.
«Hasta finales del siglo pasado nuestro país estuvo inmerso en un sangriento conflicto armado interno que duró décadas y dividió a nuestro pueblo. Hoy, sin embargo, Guatemala goza de un ambiente estable donde las diferencias políticas se debaten abiertamente y en el que nuestros ciudadanos libremente eligen un nuevo gobierno cada cuatro años«, dijo.
«Naturalmente Guatemala experimenta problemas, siendo uno de ellos el problema de la corrupción y la lucha contra el narcotráfico. Dos de las principales. La Corrupción es el flagelo que atenta contra la democracia y debemos tener claridad que el narcotráfico es el mayor corruptor, sin que debamos soslayar que la mayor fuente de corrupción proviene del inmenso recurso de dinero con el que cuenta ese narcotráfico”. «Destaco la importancia de la Carta Democrática como un instrumento de la diplomacia