Para limitar el calentamiento del planeta y mejorar la calidad del aire, la Agencia Internacional de Energía (AIE) propone generalizar el acceso a una electricidad generada principalmente por fuentes renovables y utilizar gas que emita menos metano.
En sus previsiones anuales publicadas el martes, la AIE estima que el mundo no va lo suficientemente lejos en el acceso a la energía, la lucha contra la contaminación y las emisiones de gases con efecto invernadero.
Las previsiones sobre la base de las políticas actuales y las intenciones declaradas por los diferentes países, las emisiones de CO2 vinculadas a la energía continuarán aumentando levemente de aquí a 2040.
Hay señales positivas no obstante: la agencia revisó a la baja de 600 millones de toneladas su pronóstico de emisión de CO2 a esa fecha en relación a su último informe anual.
«Este resultado es de lejos insuficiente para evitar los efectos graves del cambio climático», señala la AIE.
La evolución será también insatisfactoria desde el punto de vista de la calidad del aire, con un aumento previsto de 3 a 4 millones de muertos prematuros debido a la mala calidad del aire en 2040.
En términos de acceso a la electricidad, los avances deberían seguir siendo limitados: la AIE estima que unas 675 millones de personas, en un 90% de Africa subsahariana, seguirán sin electricidad en 2030, contra 1.100 millones.
– Esfuerzos sobre el gas –
La AIE, que asesora a 29 países desarrollados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), elabora este año un escenario alternativo que permite una estabilización del clima, un aire menos contaminado y un acceso universal a fuentes de energía modernas.
Supone que las energías con baja emisión de carbono (renovables y nuclear) duplican su parte en la matriz energética global para alcanzar 40% en 2040.
La demanda de carbón debería caer inmediatamente, seguida por un pico de consumo de petróleo con el desarrollo de vehículos eléctricos.
Esto implica asimismo un esfuerzo mayor en eficiencia energética.
El informe se focaliza en particular en el lugar del gas, que todos los casos tendrá un papel importante en el futuro.
El gas, menos contaminante que el petróleo, será muy importante en los países que actualmente dependen mucho del carbón (como China o India) o en los casos en que las alternativas renovables son menos fáciles para implementar inmediatamente.
Pero la agencia subraya que sólo podrá tener un papel positivo si logra reducir sus emisiones de metano.
Se estima que el metano, también producido por la agricultura, contribuye en un 20% al calentamiento global. El sector petrolero y gasífero emite 76 millones de toneladas por año.
«Es técnicamente posible reducir las emisiones mundiales de metano provenientes de actividades vinculadas al petróleo y al gas de un 75% y las emisiones podrían ser reducidas de 40 a 50% sin costo neto adicional», estimó el informe.
Por su lado, la electricidad debería tener un papel más importante, pero también ser objeto de inversiones más masivas que las previstas.
Debería atraer los dos tercios de las inversiones en las fuentes de energía, contra 40% en promedio los últimos años.
Para 2040 las energías renovables contarán por un 60% de la producción de electricidad mientras que la nuclear un 15%.
Las energías fósiles continuarán teniendo un papel en el futuro, pero la AIE sugiere suprimir las subvenciones en su favor: con 260.000 millones de dólares en 2016, las energías fósiles recibieron casi el doble de las renovables.