Francisco Villagrán fue uno de los asesores más cercanos a Arévalo

  • El fallecido exembajador tuvo una brillante trayectoria diplomática y deja un vacío importante alrededor del presidente guatemalteco

El fallecimiento el sábado del diplomático Francisco Villagrán de León deja un sensible vacío entre los asesores del presidente Bernardo Arévalo, quien ha lamentado su pérdida al indicar que Guatemala «pierde a uno de sus mejores hijos», tras la noticia de su muerte en Washington el pasado sábado.

Villagrán había sido hospitalizado tras una caída mientras se encontraba en Washington, en donde cumplía actividades oficiales en representación del Gobierno.

Villagrán, quien había sido nombrado recientemente asesor presidencial, sirvió durante muchos años como un enlace y colaborador de los guatemaltecos que están en el exilio en Estados Unidos y que han denunciado criminalización por parte de la fiscalía guatemalteca por su papel en la lucha anticorrupción.

Villagrán de León se desempeñó como embajador de Guatemala ante las Naciones Unidas en Nueva York y en la sede en Ginebra, así como en la Organización de los Estados Americanos (OEA), y ante los gobiernos de Canadá, Noruega y Alemania. Fue viceministro de Relaciones Exteriores en 1986.

El embajador de Estados Unidos en Guatemala, Tobin Bradley, lamentó el fallecimiento del diplomático. “Me presentó Guatemala: su belleza, su fe, su decencia y su bondad. Fue un faro de luz en este mundo, un representante ejemplar de Guatemala ante un sin número de naciones y un querido amigo de los Estados Unidos”, destacó.

Su muerte ha tenido repercusiones en diversos sectores que se pronunciaron en las redes sociales.

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