El turismo nacional «salvó» la temporada de verano en Francia, que sufrió una fuerte caída de los ingresos provenientes de los turistas internacionales debido al impacto del coronavirus, según un informe presentado el miércoles por el secretario de Estado a cargo de esta cartera.
Los ingresos provenientes del turismo internacional se hundieron en un 49,4% de enero a finales de julio de 2020 en Francia, pero el turismo nacional compensó en parte estas pérdidas, indicó Jean-Baptiste Lemoyne, durante una reunión de gabinete.
Aunque la hecatombe en términos de viajes al extranjero no perdona a nadie, como revelan los datos publicados el martes por la Organización Mundial del Turismo (OMT), que informaron de una pérdida de 460.000 millones de dólares para el sector en todo el mundo en el primer semestre del año, Francia parece resistir un poco mejor que algunos de sus vecinos.
El 94% de los franceses que se fueron de vacaciones se quedaron en Francia por lo que la caída prevista del gasto turístico en 2020, incluyendo a los turistas franceses y extranjeros, debería ser más limitada que en España o Italia, según el informe.
Comparativamente, «en julio, primer mes de una recuperación real de la movilidad internacional«, la caída es respectivamente de «-75% de la asistencia internacional para España y -66% para Italia» contra -41% en Francia.
No obstante, Lemoyne llamó a los franceses a «seguir apoyando» al turismo nacional en los próximos meses, que augura serán «complicados».
«Además de la hotelería en París y en las grandes ciudades«, la organización de eventos y las agencias de viajes, son los dos sectores que más han sufrido en esta crisis, señala el informe.