Esto hacían las misioneras de la Madre Teresa en Nicaragua hasta el momento de su expulsión

  • Las Misioneras de la Caridad llevaban 34 años de amplia labor social en ese país.

*Ana María tenía apenas dos meses de haber ingresado a su pariente, una niña de 12 años, al complejo Misioneras de la Caridad ubicado en la ciudad de Granada, cuando le notificaron sorpresivamente que la menor no podría continuar recibiendo atención de las religiosas porque se había ordenado el cierre repentino del centro.

No fue la única. Al centro acudían muchas personas de la localidad en en busca de ayuda.

La cancelación de la personería jurídica el pasado 29 de mayo, puso fin a casi 34 años de historia a la que el mismo presidente Daniel Ortega contribuyó.

Según la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo, las religiosas no estaban autorizadas por el Ministerio de la Familia para que sus instalaciones funcionaran como guardería, centro de desarrollo infantil, hogar de niñas ni tampoco como asilo de ancianos, como lo hacían en Granada, una localidad ubicada al sur de Managua.

Además, aseguraron que los estados financieros reportados al Ministerio de Gobernación —que es el ente que regula las oenegés— supuestamente no coinciden con los documentos presentados por las religiosas.

“El gobierno está muy mal con esto, ya rebasaron con esta acción”, dijo *María vía telefónica a la Voz de América. «[La ación] afectará a las niñas, jóvenes, ancianos, a personas indigentes (…) Es lamentable, era un bonito lugar donde a las niñas se les formaba y triste que se vaya a perder por maldad, orgullo y mentes dañinas”, lamentó.

En su caso dice que conoció de la misión de las religiosas años por un incidente familiar. De modo que cuando ella tuvo un problema similar no dudó dos veces en acudir al lugar.

“Se portaron muy, muy bien, (mi pariente) se volvió una persona más dócil, en la actualidad teníamos una niña de 12 años, tenía dos meses de estar ingresada y lamentablemente nos llamaron y tuvimos que irla a retirar”, contó.

Fundada en 1986 bajo el apoyo del mismo Ortega
Sede en Granada de las misioneras de la orden madre Teresa de Calcuta. VOA
Sede en Granada de las misioneras de la orden madre Teresa de Calcuta. VOA

La Asociación Misioneras de la Caridad fue fundada por la madre Teresa de Calcuta en 1986 tras una visita que realizó a Nicaragua, donde se reunió el presidente Ortega.

La vicepresidenta Rosario Murillo se refirió años atrás al hecho y dijo que fue “un interesante encuentro” el que sostuvo con el actual mandatario sandinista, durante su mandato en la década de 1980, según recopila el periódico oficialista El 19 Digital.

«Nuestro presidente conserva las fotografías y una imagen de nuestra madre María que le obsequió Madre Teresa, hoy Santa Teresa de Calcuta, y se comprometió a respaldar las obras, la labor cristiana que hacen las Misioneras de Calcuta, las Misioneras de Madre Teresa, de la Orden creada por Madre Teresa en nuestra Nicaragua, la labor cristiana en favor de los pobres, de la gente que sufre», dijo Murillo el 31 de agosto de 2016.

La Madre Teresa de Calcuta, fundadora de la Congregación de las Misioneras de la Caridad, visitó Nicaragua en el año 1986 y se reunió con el presidente Ortega. Cortesía
La Madre Teresa de Calcuta, fundadora de la Congregación de las Misioneras de la Caridad, visitó Nicaragua en el año 1986 y se reunió con el presidente Ortega. Cortesía
Migración y Extranjería las custodió hasta su salida

Casi 40 años de historia traducidos en labor social, fueron acabados por medio de un decreto legislativo. Las 18 misioneras de diferentes nacionalidades fueron expulsadas de Nicaragua por medio de la Dirección General de Migración y Extranjería, quienes las custodiaron hasta la salida rumbo a Costa Rica, donde fueron acogidas por monseñor Manuel Salazar, Obispo de la Diócesis de Liberia.

Según el obispo, quien realizó un Facebook Live este miércoles por la noche, se había enterado sobre la situación de las misioneras de Madre Teresa de Calcuta por medio de la prensa nicaragüense.

Pero ese mismo miércoles en horas de la madrugada recibió una llamada telefónica de un sacerdote diciéndole que las religiosas abandonarían Nicaragua ese día y le consultaron si podía hacer el recibimiento algún sacerdote de la diócesis de Liberia.

Cuenta que de manera rápida se organizaron con“un humilde y simple recibimiento a estas valientes mujeres, seguidoras de Jesucristo, y con eso almuercito en la frontera, ese saludo inicial. De parte de toda la diócesis, les dimos un caluroso recibimiento. Las confortamos, secamos algunas de sus lágrimas y sobre todo escuché a una de ellas, la superiora, para que pudiera expresarme todo lo vivido que por respeto a ellas, no hago público”.

“Ellas mismas no tenían claro cuál día iban a poder salir de Nicaragua”, reveló el religioso y agregó que ellas prefirieron “no entrar en polémica”, y que guardan silencio, “pero sí he visto que pasaron momentos difíciles de zozobra, de angustia, temerosas de su integridad física, sabiendo que entre ellas hay religiosas de diferentes nacionalidades y algunas mayores de edad, adultas mayores”.

Además, indicó que estaban con mucha preocupación hasta que llegaron al territorio costarricense. “Si por ellas hubiera sido, se quedan en Nicaragua, aman a Nicaragua y al pueblo nicaragüense, especialmente a los más pobres y necesitados”.

Finalmente, el sacerdote pidió que en Nicaragua se llegue a las soluciones de los problemas políticos actuales “respetándose los derechos humanos, que haya esa libertad de expresión de todos y sin violencia ni agresión, con respeto y tolerancia, se busquen las soluciones políticas”.

«Es un acto satánico más de la dictadura», dicen opositores

La decisión del gobierno de Nicaragua ha causado críticas entre opositores, religiosos e incluso organizaciones de derechos humanos.

Monseñor Silvio Báez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, quien se encuentra exiliado en Miami, lamentó la expulsión de las religiosas en su cuenta de Twitter y dijo: “Solo corazones enfermos y mentes oscuras son capaces de expulsar el amor”, en referencia a la decisión del oficialismo. “Expulsar el amor es rechazar a Dios”, sentenció Báez.

Por su parte el exdiputado opositor Enrique Sáenz indicó que a Ortega y Murillo «les aterrorizan las misiones cristianas».

«La expulsión a las monjitas que fue fundada por la madre Teresa de Calcuta hacían obras para aliviar el sufrimiento de población vulnerable, pero la dictadura las expulsó. Lo que hizo fue desnudarse, esos discursos cristianos, son discursos herejes», dijo Sáez, también en Twitter.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) también dijo que la administración del presidente Daniel Ortega “violentó” a las religiosas con la medida “de odio a la iglesia, a su labor de caridad y evangelización”.

[*Por decisión editorial para fines de su seguridad personal no revelamos el nombre completo de una de la enrevistadas

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