El acróbata estadounidense Nik Wallenda hizo historia este miércoles al cruzar en media hora sobre una cuerda floja el cráter del activo volcán Masaya de Nicaragua, desafiando el impresionante lago de lava que bulle en su interior.
«Fue una noche muy especial, estaba preparado, pero los vientos eran impredecibles», dijo tras superar la hazaña a los presentadores del programa Volcano Live con Nik Wallenda, que transmitió el evento en cadena con una tv local.
El acróbata cruzó el agujero, conocido como «la boca del infierno», en medio de gases tóxicos que forman una neblina espesa que reduce la visibilidad, y el calor del magma que bullía a más de 100 metros de profundidad del cráter del Masaya, ubicado a 20 km de Managua.
Wallenda admitió que no fue fácil porque hubo momentos en que las ráfagas de vientos hicieron que perdiera un poco el balance, pero sin caer, mientras que los gases afectaron sus ojos a pesar de las gafas.
«Esto parece como una locura, pero ha sido un sueño», explicó mientras caminaba sobre la cuerda, en la que en muchos momentos cantó para darse ánimo.
Wallenda comenzó la caminata a las 20H20 locales (02H00 de jueves) y terminó 31 minutos después sudado y alegre.
En su travesía se auxilió con una máscara y un tanque de oxígeno para protegerse de los gases de ácido clorhídrico y anhídrido sulfuroso que emite el volcán.
El Masaya, de 600 metros de altura sobre el nivel del mar, es uno de los ocho volcanes activos que mantienen en el mundo una constante efusión de lava en su interior.
«Lo que tiene que hacer uno para ver un volcán», bromeó Wallenda en la caminata, sin perder la calma.
Para la travesía se tomaron medidas de seguridad por si el cable se movía a causa del viento, llevó un micrófono para comunicarse con su equipo y su equipo monitoreó minuto a minuto su avance, detalló Mark Bracco, productor del evento.
El oficialista Canal 4 informó que el gobierno movilizó cuerpos de auxilio y Defensa Civil para asistir al equilibrista en caso de un accidente.
La caminata fue captada por 17 cámaras y cuatro drones.
«Es la más larga y peligrosa caminata que he realizado en mi vida», dijo Wallenda, quien se convirtió en la primera persona en atravesar la boca del Masaya.
El espectáculo inició con su esposa, la acróbata Erendira, quien sobre un aro aéreo se colocó sobre el cráter y realizo piruetas peligrosas.
En 2016, el explorador estadounidense San Cossman descendió bien equipado a la profundidad del cráter.
En 1538 el fray Blas del Castillo hizo también un aventado descenso, creyendo que la lava era oro.