ENFOQUE/Juez Gálvez: los patos le tiran a la escopeta

Gonzalo Marroquín Godoy

Hace algunos años, se sabía que el sistema de justicia estaba cooptado –para usar una palabra de moda en el tema­–, por las estructuras de crimen organizado y la corrupción política. El andamiaje perverso funcionaba y cada período se nutría de piezas clave por medio de los desprestigiados procesos de postulación que apuntaban a fortalecer el marco de impunidad.

Gracias a Dios, siempre hay excepciones en las que jueces y magistrados con integridad libran valientes batallas para mantener la balanza de la Justicia con algún grado de nivelación. Un buen ejemplo de esos jueces dignos lo dio Claudia Escobar, quien vio truncada su carrera en el Organismo Judicial (OJ) por decidir estar del lado correcto y hacer frente a la poderosa clase política, representada entonces por el diputado Gudy Rivera, un ferviente patriota, y ex presidente del Congreso que ahora guarda prisión.

Para que la lucha contra la corrupción

y la impunidad no ceda, se necesita líderes fuertes

Cuando las autoridades judiciales reprimieron a la jueza –en vez de aplaudirla por su papel en el caso de tráfico de influencias– , surgieron también otros jueces valientes que la respaldaron y se pronunciaron públicamente. No todas las manzanas están podridas en el OJ.

Ahora resulta que para este día, la pomposa Junta Disciplinaria Judicial –que nunca hace nada en contra los jueces corruptos­–, ha citado a quien la ciudadanía ha visto como un ejemplo positivo, el juez de Mayor Riesgo B, Miguel Ángel Gálvez. ¿De qué se le señala?: de retardar los proceso que tiene a su cargo, que son, dicho sea de paso, los más emblemáticos en la lucha que se libra contra la impunidad y la corrupción.

Quienes hemos visto el proceder del juez Gálvez, hemos podido comprobar su actuar independiente, sus resoluciones basadas en ley, al tiempo que su paciencia franciscana para resolver los múltiples incidentes que los acusados le presentan, muchas veces con el fin de apartarlos de los juicios.

¡Claro que los procesos no avanzan como uno quisiera! Yo diría que van a ritmo de procesión –lento y hamaqueados–, pero no hay que perderse, pues eso forma parte de una estrategia de los acusados para esperar que se debilite esa corriente fuerte que ahora impulsan el MP y la CICIG, con Thelma Aldana e Iván Velásquez a la cabeza.

Al parecer, esta citación al juez Gálvez forma parte de la misma estrategia. Si no lo han podido apartar por medio de impugnaciones, recusaciones y otras acciones legales interpuestas por acusados, pues intentan una forma de minar su credibilidad y disminuir su grado de independencia por esta vía.

La gran pregunta es ¿por qué esta Junta Disciplinaria Judicial no ha hecho nada contra jueces que a todas luces actúan con falta de ética? ¿Por qué tanto interés en investigar –y hostigar– a quien hace las cosas bien?.

Lo bueno de esto, es que puede servir para que la ciudadanía abra los ojos y se termine de entender que detrás de toda esta lucha, hay fuerzas oscuras que se resisten, que quieren recuperar el poder que han mantenido y además, tienen fuerzas y mueven muchos hilos.

En varias ocasiones he mencionado que en Guatemala hay falta de líderes, pero en este caso, debo reconocer que en el sector justicia los hay y algunos están claramente a la vista: Claudia Escobar es una, Thelma Aldana es otra, ¡por supuesto! que el juez Gálvez está en esa lista y, aunque extranjero, Iván Velásquez es un líder importante para Guatemala.

En la otra mano hay muchos personajes oscuros… seguramente entre ellos están los patos de esa junta indecente que tanto esfuerzo hace para dispararle a quien les ha dado cátedra del buen actuar, el Personaje del Año de Prensa Libre, el JUEZ –así, con mayúsculas, porque se lo ha ganado– Miguel Ángel Gálvez.