Valientes mujeres lanzaron una campaña en redes sociales para hacer ver la necesidad de enfrentar el problema de violencia contra la mujer.
Gonzalo Marroquín Godoy
Basta ya de minutos de miedo, de humillación, de dolor, de silencio. Tenemos derecho a que todos los minutos sean de libertad, de felicidad, de amor, de vida. Esta frase –de la campaña Ni una menos– tiene toda la fuerza que hoy muestra la campaña #Tengo miedo, que un grupo de mujeres guatemaltecas ha lanzado en las redes sociales, para crear conciencia sobre la importancia de repudiar la violencia de género y enfrentar ese problema social con toda la energía de la sociedad y, ojalá, de las instituciones y autoridades.
Algunos críticos de la campaña –curiosamente una fiscal del MP entre el grupo– señalan que manifestar el miedo es muestra de debilidad. Nada que ver, se trata de una demostración para romper el silencio, para hacer visible un problema que estamos viviendo como sociedad y que se ha visto agravado durante el encierro por la pandemia, cuando han aumentado considerablemente los casos de violencia doméstica, pero también los asesinatos.
Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo. Esta frase la plasmó en un libro el escritor Elie Wiesel, un judío sobreviviente del holocausto y, por lo tanto, alguien con autoridad para hablar sobre el daño que hace el silencio, porque el verdugo se siente con control y poder. Por eso vale doble la campaña #TengoMiedo. Ante situaciones de violencia, todos tenemos miedo, pero como enfrentamos ese miedo, hace la diferencia.
No es una campaña únicamente dedicada a las mujeres. ¡Para nada! Tanto mujeres como hombres podemos decir #TengoMiedo, porque somos víctimas como sociedad. Los hombres tenemos madres, esposas, hijas, nietas, amigas y demás. Cuando atacan a una mujer, debe saber y sentir que no está sola, que su familia y la sociedad están con ella. Ideal sería que las instituciones que tienen que velar por la seguridad de los ciudadanos, lo estuvieran también.
Informes de UNESCO indican que hay violencia contra la mujer en todas las sociedades del mundo, pero hay mas en aquellas en donde hay menos expresión, en donde el machismo está más enraizado. Hay más violencia contra ellas cuando el Estado se desentiende del problema, cuando hay discriminación y la pobreza es aguda. Como puede comprobarse, Guatemala reúne todas las aberraciones para ser un país en donde la vida de la mujer peligra.
Por eso hay que aplaudir esta campaña #TengoMiedo, porque muestra fuerza para que los guatemaltecos –todas y todos– hablemos sobre el tema. Es el momento de unir esfuerzos para exigir de las autoridades un comportamiento diferente, un comportamiento consecuente y acciones inmediatas.
En lo personal, me indignó mucho el nombramiento de los presidentes de comisiones en el Congreso de la República, pues en muchos casos parece chiste lo que se hizo. Se ha puesto a lobos para cuidar el rebaño de ovejas. Ni siquiera se tomaron la molestia de nombrar a una mujer al frente de la comisión de la Mujer. Así de poco le importan las mujeres a la alianza oficialista encabezada por Allan Rodríguez. El presidente de esta comisión no tiene ninguna experiencia tratando temas o problemas que afectan a las mujeres.
Me desvié un poco del tema, pero es ejemplo de cómo se vislumbran los problemas de fondo del país en el sector político. Si las autoridades no quieren avanzar, la sociedad puede hacer que avancen con su voz fuerte y firme.