ENFOQUE: ¡¡¡OBLIGACIÓN presidencial!!!

Gonzalo Marroquín Godoy

A estas alturas de la semana, el presidente Jimmy Morales tiene ya en sus manos la lista de los seis candidatos finalistas para elegir al nuevo Fiscal General y Jefe del Ministerio Público (MP), un cargo que ha cobrado notoriedad como nunca antes en nuestra historia y del que depende el camino que tomaremos como Nación en la lucha contra la corrupción.

Nunca antes Guatemala había tenido un Fiscal General que se atreviera a desafiar a las estructuras criminales existentes a lo interno del Estado o al sistema político que las crea para saquear el erario público al amparo de un andamiaje judicial que le provee impunidad, otro de los grandes males que arrastramos desde hace décadas.

La Comisión de Postulación ha elaborado una lista de candidatos para Fiscal General bastante buena, la verdad.

Pues Thelma Aldana rompió el molde –ya su antecesora se había atrevido a desafiar al sistema en algunos aspectos­–, y aprovechó la presencia de la CICIG en Guatemala para destapar toda esa porquería en la cual se encuentra aún inmerso nuestro sistema político corrupto, inoperante y responsable de la mayoría de males que nos afectan, con alto impacto en la falta de desarrollo y rezagos socioeconómicos.

Por supuesto que el papel de CICIG ha sido de vital importancia. Estoy convencido que entrarle a esas estructuras criminales sin el apoyo de la Comisión Internacional no habría sido posible, sobre todo, porque lo que ahora se llama pacto de corruptos es en realidad una poderosa alianza que se ha formado entre funcionarios, diputados, operadores políticos, alcaldes, jueces, magistrados, empresarios y las mafias, una fuerza que no es fácil debilitar, no digamos derrotar.

Pero el caso es que ahora termina el período de Thelma Aldana y lo que los guatemaltecos nos preguntamos es: ¿Su sucesor –o sucesora– seguirá sus pasos o simplemente volverá a las actitudes del pasado?. No tardaremos mucho en saberlo y eso lo veremos muy pronto todos.

Sorpresa agradable ha sido el trabajo de la Comisión de Postulación para Fiscal General. Ha enviado una lista al presidente Jimmy Morales bastante buena, pero finalmente la última palabra la tendrá el mandatario. Recuerdo que cuando se eligió como Fiscal General a Carlos de León ­–que resultó nefasto– pasó en la lista porque nadie lo conocía bien, pero Alfonso Portillo si, y por supuesto que lo escogió a él.

En la lista solamente hay sombras en torno a la magistrada suplente de la CC, María Porras, por ser esposa de militar –­así lo informa elPeriódico ayer–. No hace falta recordar que el presidente Jimmy Morales es muy cercano a muchos militares, como tampoco se ignora que varias de las estructuras criminales que se han mencionado en el pasado han tenido vínculos con miembros de la institución castrense.

Es posible que en estos días salgan a luz otras cosas de algunos candidatos, pero lo importante ahora es que el Presidente comprenda que tiene una responsabilidad y OBLIGACIÓN con el pueblo de Guatemala, de hacer una selección de alguien capaz, –todos reúnen condiciones–, honrado e independiente. Esto último es vital, porque de lo contrario, el sistema terminará por absorber a quién llegue al MP.

Claro que Jimmy Morales tiene la autoridad para nombrar a quien quiera, pero su OBLIGACIÓN es hacerlo correctamente, de cara a los intereses nacionales y no a los suyos propios o a intereses particulares o de las personas que le rodean y hasta asesoran para que destruya toda posibilidad de que la CICIG pueda seguir en su lucha contra los corruptos.

Nada de lo que ha hecho hasta el día de hoy permite suponer que hará la elección correcta, pero debe saber que no hacerlo significa arrastrar un problema adicional para lo que resta de su mandato, porque la población y los movimientos ciudadanos se lo cobrarán con expresiones de malestar.

Guatemala necesita que se continúe con la labor de Thelma Aldana y que mejor si quien llegue logra aprovechar la senda abierta y mejora todavía sus logros. Se trata de construir institucionalidad y esto solamente se alcanza en base a buenos líderes que logren que la institución ­–en este caso el MP– se fortalezca y avance en la dirección correcta.

La democracia requiere –necesariamente– pesos y contrapesos. Uno de los contrapesos más importantes es la justicia, en donde el Fiscal General juega un papel determinante. Si es parte del status quo, ganan los corruptos; si es independiente, gana Guatemala.

Quien llegue debe recordar que, como hizo Thelma Aldana, no está subordinada por haber sido nombrada por el Presidente. Es independiente para actuar en defensa del Estado de Derecho y la justicia. Eso esperamos la mayoría de guatemaltecos.