ENFOQUE: Jimmy y el país fuera de órbita

Gonzalo Marroquín Godoy

 Originalmente el ENFOQUE de este sábado se titularía Cría cuervos y te sacarán los ojos, para analizar el desastre que ha provocado Joviel Acevedo con sus protestas, que ya han afectado por casi tres semanas a cerca de un millón de niños en todo el país. Sin embargo, la noche del jueves, la canciller Sandra Jovel anunció con gran desplante que –lógicamente por instrucciones del presidente Jimmy Morales– ha solicitado el retiro del embajador de Suecia, Anders Kompass, sin duda por el apoyo que su Gobierno y él han dado a la lucha contra la corrupción en Guatemala.

Dos noticias de impacto y trascendencia. Dos noticias que muestran como anda fuera de órbita el país, sin una conducción lógica que trabaje para crear gobernabilidad, desarrollo y armonía, tres elemento que brillan por su ausencia, por más que la propaganda oficial nos quiera mostrar que estamos mejor que nunca, cuando los hechos en sentido contrario son concluyentes.

Mientras el presidente Jimmy Morales escucha elogios en Israel por su ‘brillantez’, aquí las cosas siguen patas arriba, sin solución a la vista.

Veamos primero el tema del cuervo Joviel Acevedo. Este líder magisterial ha sido hábil y ha trabajado en contubernio con varios gobiernos. Protesta, pero les apoya a la vez. Saca a sus dóciles maestros a las calles cuando al Gobierno de turno le conviene, y él logra siempre los aumentos y las mejoras necesarias.

Me sorprendió en la única reunión a la que se me invitó en Casa Presidencial –para hablar sobre las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos–, cuando el Presidente, no recuerdo por qué razón, sacó a colación el tema de la Educación, y citó en dos o tres ocasiones la opinión de su amigo Joviel, y no la de su ministro.

Ya en esa ocasión pensé que el dirigente magisterial estaba cerca de Jimmy Morales y que no se podía esperar nada muy bueno. Luego se vinieron casi dos años de amores entre ambos, al extremo que se llegó a pensar que la manifestación de la semana pasada era para distraer a la opinión pública y favorecer al Gobierno.

Hay que recordar que cuando estaba por firmarse el Pacto Colectivo con grandes incentivos para los maestros –aumento de casi Q1.000 millones para este año–, se hicieron ver dos aspectos fundamentales que las autoridades estaban dejando de lado: No había presupuesto para el aumento –por lo tanto se dependía de la aprobación de un incremento presupuestario por parte del Congreso–, y nuevamente se estaba incrementando el gasto, sin buscar la mejora en la calidad educativa, por cierto venida a menos año con año.

Pero firmado el Pacto, el Gobierno ha quedado mal, y entonces aquel Cuervo se le volteó al Presidente. Por supuesto que volverán a los amores más adelante, pero ahora, la opinión pública ha comprobado lo nefasto que es este movimiento magisterial, pero también ha dejado al desnudo –una vez más– la incapacidad de las autoridades gubernamentales.

Pero como las chorreadas de esta administración nunca llegan solas, el anuncio de la ministra Jovel sobre Kompass, vino para cerrar con broche de oro la semana. La justificación que se ha dado muestra otra vez la incapacidad de las autoridades. Utilizaron las palabras del diplomático hace cuatro meses para decir que ha tenido injerencia en asuntos nacionales. Lo que dijo Kompass al entregar un aporte de Suecia para la CICIG, palabras más, palabras menos –escuché la grabación en Emisoras Unidas ayer–, es que la corrupción se ha vuelto tan grande en el país que afecta a todos, hasta quienes recurren a ella para recibir, por ejemplo, atención de salud.

Kompass no es un diplomático improvisado. Tiene una destacada carrera y representa a Suecia ante todos los países centroamericanos. Además conoce muchísimo de Guatemala.

Por eso, es un diplomático consciente de las necesidades que tenemos y sabe perfectamente que si no se combate la corrupción en todas las esferas, es poco lo que se puede lograr para mejorar infraestructura, salud, educación y seguridad. Ha visto de cerca como el sistema político del país se ha ido corrompiendo a gran velocidad y magnitud.

En cualquier índice de desarrollo humano que se haga, Suecia aparece entre los tres o cinco mejores países del mundo. Para el Gobierno de un país así, debe resultar incomprensible que el presidente de otro país esté en contra de la lucha contra la corrupción, cuando es evidente que se trata de un cáncer muy avanzado.

Lamentablemente, mientras el país sigue fuera de órbita en casi todos los aspectos, Jimmy Morales escuchará elogios, aplausos y su ego se agrandará en Jerusalén, a donde viajó para mover la embajada, no tanto por quedar bien con Israel, sino para ponerse –eso sí­– en la órbita de Donald Trump y esperar algo a cambio….