ENFOQUE: ‘Fake news’… o mejor dicho, ¡Pendejadas!

Gonzalo Marroquín Godoy

La noticia falsa sobre el aumento del toque de queda a todo el día, provocó ayer mayor aglomeración en bancos y supermercados y con ello ¡aumenta el peligro de contagio!. Reclámele a quién se lo envió!!!

Al momento de escribir este ENFOQUE –ayer viernes a las 11:00 horas–, había 1.068.522 personas contagiadas con el covid-19, de ellas 56,794 han muerto y 226,039 se han recuperado.  Un 5% de los que están enfermos se encuentran en situación critica.  La pandemia de este coronavirus se inicio en diciembre pasado en Wuhan, China y hasta la fecha, la mejor defensa que se conoce es mantener el aislamiento social.  A mayor aislamiento, menor riesgo de que se disperse el virus.

¿Qué pasó el pasado jueves?  Pues que algunas personas se dieron a la tarea de poner a rodar en las redes sociales la fake news de que el presidente Giammattei anunciaría que a partir del domingo el toque de queda sería de todo el día.  Los que pusieron a rodar esta bola, contaron con una reacción que es común: recibo por WhatsApp, Facebook Twitter o cualquier otra red el mensaje y, sin pensarlo, lo reenvío a todos mis contactos.

Yo lo recibí por diversas fuentes y a quien lo enviaba le advertía que no había confirmación de tal noticia y que parecía falsa.  La bola no se detuvo.  El Gobierno se tardó bastante en aclarar, aunque finalmente lo hizo al final de la tarde.  El resultado fue que ayer supermercados, bancos y mercados se vieron abarrotados por la demanda de productos.  Pero lo peor de todo, es que se podía apreciar una concentración de personas muy grande y con ello, el aumento del peligro de contagio, por más que si se ha visto un uso más responsable en guardar un metro de distancia entre personas y usar máscaras.

En esta época de crisis y de híper información, hay que ser cuidadosos.  Primero, hay que ser serios y responsables, no iniciar una cadena falsa.  Pero si recibimos algo que no se ha confirmado, hay que preguntar sobre su origen y buscar en fuentes confiables.  No debemos caer en la mentira, una mentira que siempre aumenta la incertidumbre, ya de por sí grande en este momento.

Algo parecido sucedió cuando Giammattei dijo que doña Chonita podía abrir su zapatería y trabajar.  La palabra del presidente se tomó al pie de la letra.  Si la tal doña Chonita podía salir, quiere decir que todo el mundo puede hacerlo.  Al día siguiente se perdió el miedo a salir.  El Gobierno y el mandatario piensan que con sus cadenas es suficiente para mantener a las personas tranquilas.  Nada que ver.  Sería oportuno que el Gobierno y cualquier empresa que quiera sumarse –algunas ya lo hacen por su cuenta–, llevaran a cabo una campaña de concienciación para pedirle a la población que no salga más que para lo indispensable.

 Principié esta columna con los números que hay sobre el coronavirus, para resaltar la importancia de actuar con seriedad.  Se trata de vidas humanas.  El presidente Donald Trump principió diciendo que EEUU lo estaba haciendo mejor que todo el mundo, y ahora resulta que es el país con más contagios y muertes.  Primero dijo que no se trataba de una pandemia y ahora dice que es la peor pandemia que se ha enfrentado en aquel país.  Hay que ser optimista, pero no engañarse. 

En Guatemala el número de casos no es tan alto –50 hasta ayer a la misma hora–, pero eso no quiere decir que no se pueda disparar la pandemia si no somos cuidadosos.  La curva de casos detectados y número de muertes va en ascenso.  Hay quienes dicen que cuando se disponga de más pruebas para verificar si hay contagio y se practiquen más, empezaremos a ver que la curva nuestra también cobra fuerza.  Ya veremos.  Lo importante, por ahora, es que las autoridades de Salud han contado con el tiempo necesario para prepararse mejor.

Hay que recordar también que estamos en realidad antes dos y no una emergencia.  Por un lado está la mencionada pandemia, pero por otro estamos en medio de una fuerte crisis económica y social, por supuesto, derivada de la primera.  De tal cuenta que hay que lidiar con ambas y eso no es fácil.  En esto, también es importante la comunicación, y digo la comunicación diáfana y sin dobleces.  En eso también se ha visto falta de transparencia de parte del gobernante, las autoridades y el propio Congreso.

No hay que confundir el sebo con la manteca, reza un refrán popular.  El presidente ha aprovechado el tema del covid-19 como si fuera un paraguas para lograr sus intenciones.  Se necesita mucho dinero para atender el tema social y el económico, pero al mismo tiempo se incluyó en las ampliaciones presupuestarias aprobadas por el Congreso, el aumento salarial para Raimundo y medio mundo en el Estado.  No se midió que las condiciones en enero no son las mismas que ahora.  Seguramente no es el mejor momento para subir sueldo en el magisterio, el ministerio de Gobernación, la Contraloría, el OJ y otros, porque hay que ser muy cuidadosos con el dinero a gastar.  Recordemos que no se puede anticipar hasta donde llegará esta emergencia.

En fin, a tener responsabilidad en las noticias que trasladamos.  No hacer pendejadas, y el Gobierno, a ser más cautos, a cuidar el dinero, a promover transparencia y el aislamiento social, lo más que se pueda.