ENFOQUE: Corrupción, la fotografía de J.C. Monzón

Gonzalo Marroquín Godoy

Sin duda el personaje de la semana ha sido Juan Carlos Monzón, exsecretario Privado de Roxana Baldetti, quien ha narrado con lujo de detalles el literal asalto al Estado que si dio en el gobierno de PP, con excesos que escapaban a la imaginación de los guatemaltecos comunes y corrientes, que ahora conocen la danza de millones que iban a parar a la bolsa, caletas o regalos para funcionarios públicos ¡sin ningún recato!.

Muchas de las cosas que ha descrito el exfuncionario –conocido desde antes como Robacarros Monzón– ya eran del conocimiento público, aunque él ha abundado en detalles que seguramente servirán, junto a las pruebas que dice haber aportado, para los diferentes juicios que promueven el MP y la CICIG.

Las escandalosas revelaciones de J.C. Monzón ponen en evidencia la necesidad de luchar contra la corrupción… ¿Por qué la oposición?

Estas fiscalías han sido precisamente las que han abierto la caja de Pandora de la corrupción en Guatemala. Por más que les duela a algunas personas que se desgarran las vestiduras buscando tachas reales o imaginarias en contra de Thelma Aldana e Iván Velásquez. Sin la decisión de estos dos personajes nada de esto se habría destapado y las estructuras criminales de corrupción seguirían operando en el país.

Escuchar al exfuncionario contar como la gente de Tigo, le enviaba Q5 millones en efectivo para la compra de Corporación de Noticias, o la forma en que hacían coperacha para darles regalos millonarios al presidente Otto Pérez y Roxana Baldetti, no es más que parte de esta telenovela de la corrupción.

Ya se sabía de los caprichos de Baldetti, pero no se conocía como había ayudado a su amiga y financista Marllory Chacón –la Reina del Sur– por quien ordenó un dragado que le costó al pueblo de Guatemala Q65 millones, de los cuales, Q16 millones fueron a parar a las caletas de la entonces vicepresidenta.

La indignación popular es gigantesca. Saber que había bodegas –caletas– llenas de millones de quetzales en diversas zonas de la ciudad –al mejor estilo de las series de narcos–, no hace más que pensar que todo ese dinero –que debiera haber servido para atender las necesidades del país– está circulando en este momento por las calles y sirve para los negocios familiares de los ex funcionarios y su también mencionada jubilación.

La lista de todas las porquerías indignantes que se hacían en ese tiempo debe servir para que los guatemaltecos cobremos conciencia del nivel que había alcanzado la corrupción. Todos sabemos de las fuerzas que pretenden detener la labor del MP y la CICIG –encabezadas por el presidente Jimmy Morales y el alcalde Álvaro Arzú, además de algunos diputados, alcaldes, magistrados, grupos conservadores y los propios implicados en los diferentes casos, todos partícipes del Pacto de Corruptos–. Sin embargo, también hay una parte ciudadana que apoya esta corriente, aunque me atrevo a asegurar que muchos estarán cambiando su manera de pensar tras escuchar a Monzón.

Algo muy importante es que estas revelaciones están haciendo también que se ponga más atención en la elección del nuevo Fiscal General. Es vital que quien sea nombrado reúna las características básicas para ser un buen Jefe del MP, pero sobre todo, que sea independiente. Esa debe ser una exigencia ciudadana hacia el mandatario, quien seguramente está pensando en algo totalmente opuesto al ideal y si que responda a sus intereses y los de este grupo que sueña con detener al MP y la CICIG en su cruzada anticorrupción.

Hay que tener presente que el Presidente de la República es representante y servidor del pueblo y no puede darse el lujo de actuar a su sabor y antojo, especialmente en en este caso, que es de interés nacional. Jimmy Morales enfrentará uno de sus mayores desafíos cuando haga la elección entre los seis finalistas al cargo.

Antes de eso, quedan pocos días para que concluya su trabajo la Comisión Postuladora, que también tendrá responsabilidad en lo que vaya suceder, pues debe hacer una lista con profesionales del derecho idóneos y probos, como lo establece la Constitución de la República.

El alcalde Arzú asegura que la prensa –al igual que el MP y la CICIG– han hecho gran daño a nuestra Guatemala, nacional e internacionalmente. Por eso, él quisiera pasar sobra la cabeza de la prensa y que Iván Velásquez salga del país, pero la pregunta es: ¿No será que el daño al país lo hacen los corruptos y no quienes se oponen al saqueo del Estado e informan sobre ello? .

Estamos en una batalla decisiva para el futuro de Guatemala.