Un monstruo sanguinario armado con una hoz o un dinosaurio que destruye todo a su paso, el coronavirus tiene múltiples caras en los murales dibujados por artistas indonesios para informar al público y luchar contra la pandemia.
Los artistas de la región de Yakarta han utilizado su tiempo libre para ilustrar las paredes de sus barrios y transmitir así mensajes de prevención a la población, ya que los encargos de trabajos pagados escasean debido a la crisis del coronavirus.
Cuando se detectaron los dos primeros casos de la enfermedad covid-19 en Depok, en las afueras de la capital de Indonesia, los residentes se asustaron y algunos atacaron a las víctimas.
AFP / ADEK BERRY Ray Andree, artista de Yakarta, posa frente a un fresco inspirado en el coronavirus el 9 de abril de 2020.
«Este pánico injustificado me llevó a hacer estas paredes pintadas. Quería animar a la gente para que luchemos contra el virus pero de una manera positiva», explica Sulis Listanto, un residente.
Otro artista, Yahya, eligió una yuxtaposición de motivos coloridos para animar a la gente a confinarse.
«Antes pintábamos paredes de escuelas o cafés, pero como ya no tenemos trabajo, pensamos que era el mejor momento para informar al público sobre la pandemia», subraya el joven que, como muchos indonesios, sólo lleva un nombre.
AFP / ADEK BERRY Pintura mural de Junaidi Sofyan, el 9 de abril de 2020 en Depok, suburbio de Yakarta.
El colectivo de artistas cree que sus advertencias en imágenes tendrán más efecto que los mensajes de salud pública.
El coronavirus ha causado 459 muertes y ha contaminado a casi 5.000 personas en Indonesia.
Pero estas estadísticas se consideran probablemente muy subestimadas en un archipiélago de más de 260 millones de habitantes, que sólo ha realizado un número muy limitado de pruebas.
Las autoridades han optado por no imponer un confinamiento muy estricto en la capital, donde se concentran la mitad de los casos.