- El embajador de EEUU en México informó que el narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada, llegó a Texas “contra su voluntad” y que Joaquín Guzmán López lo habría entregado.
Voz de América
Associated Press (AP)
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, informó el viernes que el histórico narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada, actualmente detenido en Estados Unidos, llegó a Texas en un avión privado “contra su voluntad” aunque el otro arrestado junto con él, Joaquín Guzmán López sí se entregó.
Agregó que en el avión en el que llegaron los dos miembros del cártel de Sinaloa no hubo participación de las autoridades de su país y que fue Guzmán López, hijo del exlíder de la organización actualmente encarcelado en Estados Unidos, el que a su vez, entregó a Zambada.
Según información de la embajada de USA en México
— Cesar salvador Olvera almanza (@Cesarsalva21733) August 9, 2024
Afirma Kent Salasar en rueda de prensa :Joaquín Guzmán López se entregó; Ismael ‘El Mayo’ Zambada fue llevado contra su voluntad. Fue una operación entre cárteles. El vuelo salió de Sinaloa”: pic.twitter.com/eXy0pOf3LV
“Esto era una operación entre los cárteles donde uno se entregó al otro”, dijo el diplomático sin ahondar más en este punto. Sus palabras hacen pensar que Guzmán López le podría haber tendido una trampa a Zambada.
«No hubo recursos de los Estados Unidos en esa operación, no fue un avión de los Estados Unidos, no fue un piloto de los Estados Unidos, no fueron nuestros agentes o nuestra gente en México”, aseguró en conferencia de prensa. Además, la embajada estadounidense en México difundió un comunicado sobre el tema.
Zambada y Guzmán López quedaron detenidos el pasado 25 de julio al llegar en un avión privado a Texas procede de México. Aunque en un primer momento se pensó que la aeronave salió del estado fronterizo de Sonora, Salazar dijo que se supone que salió de Sinaloa.
Los comentarios de Salazar son las primeras declaraciones oficiales de autoridades estadounidenses con algún pormenor sobre las detenciones.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ya había dicho que Guzmán López estaba en negociaciones con autoridades estadounidenses para entregarse y había dejado la puerta abierta de que “El Mayo” pudiera haber hecho lo mismo. Incluso no descartó que se hubiera tratado de una operación encubierta de Estados Unidos aunque reconoció que no tenía pruebas de ello.
Estas dos últimas suposiciones del mandatario fueron tajantemente negadas hoy por Salazar quien subrayó que su país siempre respeta la soberanía de México.
AP reportó que Zambada fue engañado para subir a la aeronave y un abogado de “El Mayo” denunció ante la prensa que su cliente había sido secuestrado y metido en el avión. López Obrador aseguró que la fiscalía ya investiga si hubo tal secuestro.
Los dos narcotraficantes que ya han sido presentados ante las cortes de ese país —Zambada en El Paso; Guzmán López en Chicago— están acusados de varios cargos vinculados al tráfico de droga. Ambos se han declarado inocentes.
“El Mayo” Zambada cuenta su versión
“Deseo decir desde el principio que no me entregué y que no vine voluntariamente a Estados Unidos. Tampoco tenía ningún acuerdo con ninguno de los dos gobiernos. Al contrario, fui secuestrado y traído a Estados Unidos por la fuerza y contra mi voluntad”, insistió Zambada en la misiva de dos páginas, escrita desde la prisión federal donde permanece.
Esta declaración escrita es la primera que ofrece Zambada, de 76 años, tras haberse declarado “no culpable” de los siete cargos imputados en su contra en el Distrito Oeste de Texas. La mayoría por tráfico de narcóticos, uso de armas de fuego y homicidio.
El buscado narcotraficante fue detenido el pasado 25 de julio junto Joaquín Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán, en una arriesgada operación que habría orquestado Guzmán López para entregarlo a las autoridades estadounidenses.
El mensaje de Zambada se produce poco después de que el embajador de EEUU en México, Ken Salazar, informara que “El Mayo” Zambada llegó a Texas en un avión privado “contra su voluntad”, aunque el otro arrestado junto a él, Joaquín Guzmán López, sí se entregó.
“El Mayo”, quien había logrado evadir la justicia por décadas a pesar de tener una recompensa de 15 millones de dólares por información sobre su paradero; reveló en su carta que Guzmán López, el hijo de su compadre “El Chapo” Guzmán – a quien conoce desde niño – le pidió que asistiera a una reunión para ayudar a resolver algunas diferencias entre Rubén Rocha Moya, gobernador del estado de Sinaloa, y Héctor Cuen Ojeda, exdiputado federal mexicano, alcalde de Culiacán y rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Según la versión de Zambada, le aseguraron que estarían presentes junto a Iván Guzmán Salazar, otro de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, conocidos como “Los Chapitos”. La cita fue pactada a las 11:00 am en un centro de eventos a las afueras de Culiacán.
EEUU ya ha asegurado que no estuvo implicado en la operación. El embajador Salazar en conferencia de prensa indicó, sin dar detalles, que “esto era una operación entre los cárteles donde uno entregó al otro”.
Ismael “El Mayo” Zambada sí ahondó en el tema. El capo de la droga afirma que confió en la “naturaleza de la reunión” y llegó al lugar junto a José Rosario Heras López, comandante de la Policía Judicial del Estado de Sinaloa, y Rodolfo Chaidez, a quienes nadie a vuelto a ver, según el acusado.
“Me condujeron a otra sala que estaba a oscuras” relató Zambada sobre su experiencia. “En cuanto puse un pie dentro de aquella habitación, me tendieron una emboscada. Un grupo de hombres me asaltó, me tiró al suelo y me colocó una capucha de color oscuro en la cabeza. Me ataron y esposaron, y luego me obligaron a meterme en la caja de una camioneta”, agregó.
Tras su arresto en EEUU, el abogado de defensa Frank Pérez ya se había referido a los maltratos físicos que su cliente al parecer había recibido a manos de Guzmán López. El hijo de «El Chapo» fue trasladado después de su captura a Chicago, donde se declaró no culpable de los cargos de tráfico de drogas, lavado de dinero y posesión de armas.