El Vaticano inaugura el árbol y pesebre de la plaza de San Pedro en una ceremonia sin el Papa

El presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Giuseppe Bertello y el secretario de dicho organismo, el obispo Fernando Vérgez, han inaugurado esta tarde el árbol y el pesebre de la plaza de San Pedro en un acto muy restringido por las disposiciones sanitarias sin la presencia del Papa.

El acto simbólico, en el que se ha iluminado el abeto rojo de 28 metros de altura y 70 centímetros de diámetro proveniente de Eslovenia, se ha descubierto el pesebre que cuenta con figuras de cerámica más grandes que el tamaño natural y ha sido realizado en la ciudad de italiana de Téramo (región de Los Abruzzos), en un acto que constituye el pistoletazo de salida para una Navidad marcada por la pandemia de coronavirus.

Audiencia privida

En este sentido, el Papa ha recibido esta mañana en una audiencia privada a las delegaciones de Castelli in Abruzzo, Italia, y de Kocevje, Eslovenia, y ha señalado que «nunca como este año» los dos iconos de la Navidad serán «un signo de esperanza para los romanos y para los peregrinos que tendrán la oportunidad de venir a admirarlos».

«También esta Navidad, en medio del sufrimiento de la pandemia, Jesús, pequeño e indefenso, es el ‘Signo’ que Dios da al mundo. Signo admirable, como empieza la Carta sobre el pesebre que firmé hace un año en Greccio. Nos hará bien volver a leerla en estos días», ha indicado el Papa.

Navidad

Así ha reseñado que el árbol y el pesebre contribuyen a crear una atmósfera navideña favorable para «vivir con fe el misterio del nacimiento del Redentor».

Y ha manifestado: «En el pesebre, todo habla de la pobreza ‘buena’, la pobreza evangélica, que nos hace bienaventurados: cuando contemplamos a la Sagrada Familia y a los diversos personajes, nos atrae su desarmante humildad».

A este respecto ha agregado: «Nuestra Señora y San José fueron desde Nazaret hasta Belén. No hay lugar para ellos, ni siquiera un cuartito; María escucha, observa y guarda todo en su corazón. José busca un lugar para ella y el niño que está a punto de nacer. Los pastores son protagonistas en el pesebre, como en el Evangelio. Viven al aire libre. Están en vela. El anuncio de los ángeles es para ellos, y van inmediatamente a buscar al Salvador que ha nacido».

El Papa ha hecho hincapié en que la Navidad recuerda que Jesús «es nuestra paz, nuestra alegría, nuestra fuerza, nuestro consuelo, pero para acoger estos dones de gracia, necesitamos sentirnos pequeños, pobres y humildes como los personajes del pesebre».