El triunfo de la coreana ‘Parásitos’ abre una nueva era en el cine

El inédito triunfo en los Óscar logrado por la comedia negra surcoreana «Parásitos», del director Bong Joon-ho, hace añicos 92 años de tradición en Hollywood, y abre una nueva era para las películas coreanas y extranjeras en el primer plano mundial del cine.

«Parásitos», que relata la infiltración de una familia pobre en una adinerada casa, obtuvo el domingo cuatro Oscar –mejor película, mejor director, mejor película extranjera y mejor guión original– convirtiéndose en la primera de habla no inglesa en llevarse el máximo galardón de Hollywood, desde que se crearon estos premios en 1929.

La cinta, filmada en coreano y sin ninguna estrella internacional entre sus actores, marca un hito sin precedentes.

«No solamente el director Bong cambia la historia cultural surcoreana, también cambia la historia de Hollywood» indicaba este martes en un editorial el mayor diario del país, Chosun Ilbo.

 La Academia ha estado «obsesionada con películas en inglés realizadas por gente blanca» agrega, por lo que es «más difícil para un coreano ganar un Oscar con una película hablada en coreano que ganar el premio Nobel de Literatura».

Los premios recibidos por «Parásitos» anuncian la «llegada de una nueva era» y ello genera un «tremendo potencial» para las películas extranjeras en Estados Unidos, afirma Gina Kim, profesora en la UCLA y directora de cine.

Hollywood «sigue prevaleciendo y domina la industria del cine mundial» afirma a la AFP, y «es notorio que no permitía que películas en lengua extranjera entraran en su patio. Con el éxito de ‘Parásitos’, esto ha cambiado».

Tras su victoria, el director surcoreano dijo a la prensa que la gente del planeta está cada vez más conectada.

“Así, llegaremos un día a una situación en que no importe si una película está hablada o no en lengua extranjera», agregó.

Creciente presencia

El histórico premio a Bong se produce después de transcurrido el año 2019, en que se conmemora el 100º aniversario del  cine surcoreano.

Corea del sur tiene la quinta mayor industria del cine en el mundo, y su presencia es en los últimos años y décadas cada vez mayor en el circuito de festivales de todo el planeta.

En 2004, la película de acción de Park  Chan-wook, «Oldboy», se llevó el Gran Premio en Cannes, y el drama del director Kim Ki-duk «Pieta» (2012) obtuvo el León de Oro de Venecia.

El cine surcoreano también se había invitado a Hollywood en 2013, con el thriller psicológico de Park Chan-wook «Stoker» con Nicole Kidman y Mia Wasikowska, o con el «Snowpiercer», del propio Bong, una cinta de ciencia ficción distópica con Tilda Swinton y Ed Harris. 

El cine surcoreano conoció un renacimiento en los años 1990 con la emergencia de la democracia tras décadas de dictadura militar.

Los Óscar de Bong «son la inesperada ocasión para el cine surcoreano de poner en valor todos los talentos que ha visto aparecer en los últimos años» destaca Jason Bechervaise, profesor de la universidad surcoreana Soongsil Cyber.

La receta surcoreana es sin duda tributaria de la libertad y la audacia de sus artistas. En 2007, el expresidente  Kim Dae-jung había instado a la administración: «Ofrezcan un apoyo financiero a los artistas, pero sobre todo no intervengan jamás en su trabajo. En cuanto interfiere el gobierno, las industrias creativas se rompen».

El éxito de «Parásitos» también ha suscitado gran emoción en la diáspora asiática de América del norte, provocando grandes reacciones de alegría del autor coreano-estadounidense Min Jin Lee y la actriz Sandra Oh.

La representación de asiáticos en las películas de Hollywood «sigue siendo muy esporádica» pese al éxito en 2018 de la comedia romántica  «Crazy Rich Asians» con actores únicamente asiáticos, según recuerda  Michael Hurt, sociólogo de la Universidad de Seúl.

 

situs gacor maxwin akun pro resmi jackpot semanis gula link pasti jackpot meledak jedar jeder bongkar pola gacor depo sekali cuan situs paling gacor strategi maxwin kocak super gampang maxwin