Supermartes decisivo para Clinton y Trump

¿Quiénes disputarán la presidencia de Estados Unidos en noviembre próximo? Hasta ahora suenan algunos nombres, entre los que destacan los de Hillary Clinton, por los demócratas, y Donald Trump, por los republicanos, pero no será hasta después del «supermartes» que se celebre hoy en 14 estados, en donde se sabrá con mayor certeza el nombre de los favoritos.

Robert Martínez

Washington – Hace pocos meses, las encuestas ponían lejos a Hillary Clinton (D), mientras que apenas aparecía en ellas Donald Trump (R). La carrera por las nominaciones apenas arrancó y los escenarios cambiaron, pero estos dos personajes siguen en el centro de atención de la contienda que el próximo martes podría confirmar –o no– sus reales posibilidades de triunfo.

Como cada cuatro años, los estadounidenses concentran su atención en la votación simultánea que se llevará a cabo en 14 estados el 1 de marzo, un supermartes que promete todas las emociones de una contienda de primarias marcada por los folclóricos discursos, polémicas y, sobre todo, por lo volátil y cambiante de un electorado que parecía duro hasta hace poco.

En los últimos días Clinton pareció cobrar nuevos brillos con su apretada victoria en Nevada y Carolina mientras Trump repitió su marcha triunfal en Carolina del Norte, dos resultados que los dejan en la mejor posición de cara al día más importante de las primarias. Es casi una ley decir que quien salga triunfador el supermartes tiene ganada la mitad de la nominación presidencial.

Las primeras votaciones ya frustraron a Jeb Bush, exgobernador de la Florida, quien anunció que se retira de la carrera republicana, aunque aún aspira a jugar un papel determinante. Es casi seguro que su salida sirva para intentar fortalecer la candidatura de Marco Rubio, segundo en Carolina del Sur, y quien mejor representa al aparato republicano.

El problema es que en las filas de los republicanos hay mucha preocupación por el ascenso de Trump, quien podría tener pocas posibilidades a la hora de ser candidato presidencial, e incluso podría causar un daño fuerte al partido en las elecciones del Senado. Por eso, se trabaja para que antes del martes Bush y el excandidato Mitt Romney se pronuncien públicamente a favor de Rubio y puedan así proyectarlo con mayor fuerza.

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El supermartes
Este no es un término con demasiada historia. El Super Tuesday se llama así por primera vez a finales de los años 80, cuando tres estados organizaron para el mismo martes sus primarias, con el fin de promover una mayor participación. En el 2000 se logró la participación de 16 estados, entre ellos California –que este año no está–, lo que facilitó que el 60 por ciento de los delegados se decidieran ese día.

En las últimas ocasiones, el resultado se ha considerado decisivo para las pretensiones de los aspirantes, y ya hubo un año en el que se le llamó superdupermartes, porque se dio la participación de 24 estados, entre ellos California y Nueva York.

Este año hay 11 estados en los que ambos partidos tendrán votaciones, mientras que en tres lo harán únicamente los republicanos.

La señora Clinton, exsecretaria de Estado, ha dicho tras su victoria en Nevada que sigue mostrando confianza en lograr que el 25 de julio, en la Convención Demócrata, levantará la bandera de su partido para intentar convertirse en la primera mujer que ocupa la Casa Blanca como mandataria.

Poco a poco estamos consolidando nuestra campaña, y luego buscaremos la unidad del partido, ha dicho en tono triunfalista, porque sabe que ya tiene una fuerte ventaja sobre su principal contrincante, el sorpresivo Bernie Sanders. Hasta hoy, Clinton cuenta con 502 delegados, contra 70 de Sanders, pero la diferencia es tan grande porque tiene más de 400 de los llamados superdelegados, líderes del partido que pueden pronunciarse con anticipación. Ella necesita dos mil 383 delegados para ganar la nominación.

Trump, por su parte, ha dicho que el supermartes no le dará la victoria definitiva, y que esta llegará cuando voten los estados de Michigan y Nueva York. Él ya se ve compitiendo con Clinton en las elecciones de noviembre, en las que asegura: Habrá una participación histórica que me llevará a la Casa Blanca.

Voto-Latino

El voto hispano
El aspirante republicano Donald Trump no cuenta con el voto de los hispanos, ni en las primarias ni en las elecciones presidenciales, pero asegura: Me irá increíblemente bien con los afroamericanos. Un 58 por ciento de la juventud afroamericana está desempleada, y nosotros vamos a resolver su problema. Lo que no deja de hacer es de manifestar su antimexicanismo, y promete a cada momento construir el muro en la frontera con el vecino del sur.

Sin embargo, la pérdida del voto hispano a escala nacional es una de las cosas que más preocupa a la dirigencia republicana, que se sabe ya distante de este importante sector de la población, que puede llegar en noviembre a más de 20 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales y por senadores.

En esta carrera tan importante hay tres estados que son claves para las intenciones de ambos candidatos, precisamente por la fuerza del voto hispano: Nevada, Florida, y Colorado, con 22 por ciento de hispanos. La estrategia de Trump para minimizar el impacto de sus declaraciones en contra este grupo étnico es la de hacer énfasis en el problema económico, que, según sus asesores de campaña, afecta por igual a afroamericanos, blancos e hispanos.

Todos saben que soy el mejor calificado para resolver los problemas económicos. No por nada tengo una empresa que es muy grande, fenomenal, una compañía con poca deuda, mucho flujo efectivo y con activos magníficos alrededor del mundo, dice un Trump exultante.

Nevada ya mostró su importancia, Colorado está incluida en el supermartes y Florida irá a las urnas el 15 de marzo. De lo que aquí suceda se podrá ver la forma en que se comparta el voto hispano en estados que tienen alrededor de 22 por ciento de votantes de habla hispana.

Por ahora, la atención se concentra en lo que pase hoy.  Luego vendrán las votaciones en otros estados, pero, sin duda, lo importante es determinar si Clinton y Trump confirman que serán los rivales que se enfrentarán en las elecciones previstas para el 8 de noviembre, aunque solo uno de los dos será juramentado el 20 de enero de 2017 en el Capitolio.

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Calendario electoral: 

El complejo sistema electoral de Estados Unidos se pone en marcha con las elecciones primarias en los partidos Demócrata y Republicano, cuyo proceso se inició a principios de febrero. A continuación el cronograma de las actividades más destacadas.

  • 1 de marzo. Supermartes. Elecciones de los dos partidos en 11 estados: Alabama, Arkansas, Colorado, Georgia, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennesse, Texas, Vermont y Virginia. En tres estados habrá votaciones únicamente de los republicanos: Alaska, Dakota del Norte y Wyoming.
  • 5 de marzo. Votación para los dos partidos en los estados de Kansas, Michigan y Missisippi. Republicanos: Kentucky y Maine; demócratas: Nebraska y Maine.
  • 15 de marzo. Cinco estados con eventos electorales de los dos partidos: Florida, Illinois, Missuri, Carolina del Norte y Ohio.
  • 26 de marzo. Día de los demócratas, con tres votaciones en Alaska, Hawái y Washington.
  • 19 de abril. Nueva York, para los dos partidos.
  • 26 de abril (otro martes). Cinco estados van a las urnas por ambos partidos: Connecticut, Delawere, Maryland, Pennsylvania y Rhode Island.
  • 7 de junio. Último gran martes. California, Montana New Jersey, Nuevo México y Dakota del Sur.
  • 18 de junio. Convención del Partido Republicano en Cleveland, Ohio. Podría llegar a ser la más dividida en la historia del partido desde los años 70.
  • 25 de junio. Convención del Partido Demócrata en Filadelfia.
  • 26 de Septiembre. Primer debate presidencial.
  • 8 de noviembre. Elecciones con más de 100 millones de estadounidenses convocados para elegir.