El “reloj del fin del mundo” avanza 90 segundos debido a la guerra en Ucrania

  • Desde 1947, un grupo de científicos utiliza un reloj para simbolizar el potencial y las probabilidades del fin de la humanidad.

La cuenta regresiva al fin del mundo ha avanzado a 90 segundos debido a la guerra en Ucrania y la consecuente posibilidad del uso de armas nucleares, según un grupo activista de base científica.

El hombre tiende a olvidar y para evitar que se repitan grandes errores, a un equipo de científicos se les ocurrió allá por 1947 recordar periódicamente a la humanidad lo cerca que puede llegar a estar de su propia destrucción. Mientras el mundo se recuperaba entonces de los estragos de la II Guerra Mundial, el Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago (EEUU), revista fundada dos años por Albert Einstein y varios colegas de ese centro, le dio forma a esta idea a través del famoso Reloj del Apocalipsis o del Juicio Final (Doomsday Clock, en inglés).

“Realmente estamos más cerca del apocalipsis”, dijo el martes el expresidente de Mongolia Elbegdorj Tsakhia en el Boletín de Científicos Atómicos, el parte anual que estima cuán cerca está la humanidad de autodestruirse.

Tsakhia y la expresidenta irlandesa Mary Robinson se sumaron a un grupo de científicos para evaluar lo que consideran una serie de amenazas existenciales a la humanidad, siendo la primera de ellas las acciones del líder ruso Vladimir Putin.

“La gente y los científicos nos están advirtiendo y tenemos que despertarnos ahora mismo”, declaró Tsakhia.

Desde 1947, el grupo utiliza un reloj para simbolizar el potencial y las probabilidades del fin de la humanidad. Esta vez se adelantó la cuenta regresiva 10 segundos más que el año pasado, con lo cual está a su punto más cercano al 12 jamás registrado. Al final de la Guerra Fría llegó a estar a 17 minutos, pero en los últimos años el grupo ha pasado de contar los minutos a contar los segundos hasta las 12.

“Estamos enviando el mensaje de que la situación se está volviendo más urgente”, dijo la presidenta de la asociación, Rachel Bronson. “Las crisis ahora son más probables y tendrán mayores repercusiones”.

En el Boletín, los científicos y activistas también mencionaron la proliferación de armas nucleares en China, el enriquecimiento de uranio de Irán, pruebas de misiles de Corea del Norte, futuras pandemia causadas por enfermedades animales, patógenos causados por errores de laboratorio, “tecnologías disruptivas” y el empeoramiento del cambio climático, como otras amenazas a la humanidad.

Se trata de un reloj simbólico que, cada cierto tiempo, normalmente cada año o dos años en función de los acontecimientos, ajustan para indicar lo cerca que estamos de sufrir un desastre atómico aunque desde 2007 evalúa también los riesgos derivados del cambio climático y del mal uso de ciertas tecnologías disruptivas, incluyendo la biotecnología. Cuanto más cerca sitúen las manecillas imaginarias de las 12 de la medianoche, más riesgo hay de una gran catástrofe que amenace la supervivencia de nuestra especie, o en otras palabras, del fin del mundo.

Este año había una especial expectación pues desde que comenzó la Guerra en Ucrania, el 20 de febrero de 2022, no se había actualizado esta herramienta simbólica. El 27 de enero de 2021, el reloj se fijó en 100 segundos para la medianoche, la misma hora que se había fijado el 23 de enero de 2020, lo que suponía la hora más cercana a la medianoche desde que se fundó esta herramienta. En la estimación de 2021 tuvo mucho que ver la crisis provocada por la pandemia de coronavirus, que por entonces ya había matado a casi dos millones de personas en todo el mundo, la aceleración de los programas nucleares por parte de varios países y la intensificación de los efectos del cambio climático.