El Real Madrid en momento de vergüenza; el Barca flamante Supercampeón de Copa

  • Tras una temporada de títulos, Ancelotti enfrenta el reto de recomponer a un equipo que no defiende bien y ataca sin peligro, mientras la temporada está por llegar a su fase decisiva

El Real Madrid no pudo defender su primer título del año y la temporada y cayó humillado 1-3 frente al Barcelona de Xavi Hernández, quien superó en estrategia a su colega Carlo Ancelotti, ahora hundido tras una temporada pletórica en la que ganó varios títulos que ahora debe defender sin tener el mismo nivel de juego que el año anterior.

La derrota contra el Villarreal una semana antes de la disputa de la final de la Supercopa fue un aviso serio de que las cosas no iban tan bien como debieran por Valdebebas. El Real Madrid, que comenzó la temporada como un tiro, ha ido deshaciéndose poco a poco hasta llegar a este mes de enero con la sensación de que deben espabilar cuanto antes si no quieren verse metidos en serios problemas.

El Barcelona hizo los deberes, estudió a la perfección las virtudes y los problemas de su rival y los expuso ante todos evidenciando que, a día de hoy, el Real Madrid es un equipo vulnerable y al que poco hay que temerle.

El principal problema del equipo es, sin duda, la defensa que hace agua en cada partido. El Real Madrid concede un gran número de ocasiones a los rivales y entonces llegan las derrotas como la sufrida ante villarreal o ayer ante su acérrimo rival, el Barcelona.

Exceptuando Militao y Nacho, el resto de la zaga atraviesa un momento de forma realmente bajo, lo que se traslada en errores muy poco frecuentes en un equipo de la categoría del Real Madrid. En los últimos días, Mendy, Carvajal, Rüdiger y Militao han cometido errores muy groseros que le han costado dos derrotas importantes al equipo.

Esa falta de contundencia y de concentración con la que el Real Madrid lleva conviviendo desde principio de temporada se ha convertido en una tendencia extremadamente peligrosa. A estas alturas han encajado 27 goles en 26 partidos, a más de un gol en contra por encuentro. Y hay que insistir de nuevo en el hecho de que Courtois hace que ese balance defensivo no sea una catástrofe. Sin el belga, la crisis sería total.

Y los delanteros no presentan una forma diferente. Los merengues carecen de ideas y solamente utilizan una fórmula de ataque: balones a Vinicius para ver si logra la explosión que casi nunca llega. Sin otras ideas, el trabajo de la defensa rival se simplifica.

Busquets y Xavi lo dejaron claro tras el partido. «Hemos defendido muy bien a Vinicius que era una de las claves».

Mientras los culés pueden disfrutar de su buen momento, pues marchan líderes en LaLiga y no parecen tener problemas a la vista en la Copa del Rey, los de Ancelotti tendrán que cambiar de mentalidad cuando el jueves jueguen una «final» ante el Villarreal, precisamente en la Copa y jugando de nuevo como visitantes ante un cuadro que atraviesa un buen momento de juego.