El Real Madrid consiguió su quinta victoria consecutiva, cuatro en Liga y una en Champions, gracias a un recital ante el Mallorca (6-1) liderado por los goles de Marco Asensio -autor de un ‘hat-trick’- y del talento inagotable de Karim Benzema, otra vez decisivo para que los blancos inclinasen la balanza a su favor a los pocos minutos.
La noche fue plácida para este Madrid que juega más divertido que el de la temporada pasada y tiene más verticalidad y hambre. Se trata de un equipo con un físico espléndido, con menos orden defensivo -por el momento-, pero con algunos cambios fundamentales que han dado un aire nuevo al plantel. Algunos de ellos sorprendentes.
Es el caso de Éder Militao, todo un mariscal autoritario en el centro de la zaga, o del propio Vinicius, que -aunque no vivió su mejor noche- parece otro futbolista al de las temporadas anteriores. El que no cambia es Benzema, el auténtico estilete de un Madrid que encarriló la sexta jornada a los tres minutos. El francés olió sangre y no dudó en hincar el diente a su rival.
Fue por un error del joven Josep Gayá, que pagó su inocencia con un regalo a Benzema tras un control deficiente. El ‘9’ madridista agarró el balón, echó a correr y marcó con la colaboración de Manolo Reina, que no estuvo especialmente acertado en la capital de España. La salida de los merengues fue toda una declaración de intenciones que tuvo su respuesta en el electrónico de un Bernabéu todavía en obras.
Asensio fue el siguiente en entrar en acción. El balear avisó con un córner directo que se paseó bajo palos de la meta insular y a los 24 minutos no dejó escapar un rechace a un disparo de Rodrygo para colocar el 2-0 en el marcador. Fue entonces cuando el Mallorca se vio obligado a la reacción y logró recortar distancias en la jugada posterior.
Tras el saque de centro, y una combinación con Kang-in Lee como líder, el surcoreano batió a Courtois con un fuerte lanzamiento que añadió miga al partido, aunque sólo fuese por cinco minutos. Ese fue el tiempo que necesitó el equipo de Carlo Ancelotti para volver a abrir ventaja con el tercero de la noche, esta vez tras una jugada entre Benzema y Asensio.
El mallorquín -que no celebró ninguno de sus goles- no perdonó a sus paisanos y cerró un duelo donde los visitantes apenas sacaron la cabeza del hoyo en ocasiones de Lago Junior y un cabezazo a Hoppe de Nacho que reclamaron como penalti. No hubo más argumentos de un Mallorca recién ascendido que sacó mejor imagen que resultado. Porque lo peor estaba por llegar para los bermellones.
Benzema volvió a activarse y sólo el VAR pudo arrebatarle un botín más abultado. El cuarto le fue anulado por falta a Sastre, pero no perdonó el quinto de la noche tras un pase exquisito de Alaba, su octavo gol en seis jornadas. Entre medias, Asensio se ganó el respeto del Bernabéu con otro gol de bandera, en esta ocasión con un misil desde fuera del área. No existía mejor escenario para jugar y hacer disfrutar.
Isco completa la fiesta
Eso fue lo que hicieron los canteranos Blanco y Gutiérrez, incluso Isco en los últimos 20 minutos, ovacionado por la grada en un par de jugadas, una de ellas culminando el definitivo 6-1 a pase de Vinicius. Y Camavinga, una de las mejores noticias en el conjunto blanco, con un debut sobresaliente como titular.
Incluso también salió ganando Courtois, que tuvo dos paradas meritorias ya en el tiempo de descuento pese a llevar muchos minutos desconectado. Un triunfo más que completo para el Real Madrid, que acabó confirmando, con un juego atractivo y convincente, su sólido liderato en Primera División.