El Papa arremetió contra los «paraísos fiscales» y avisó de que «uno esconde cuando no tiene la conciencia limpia o está rabioso», tras advertir del riesgo de que las finanzas hagan «perder lo concreto, que es la producción y el trabajo de todos».
«Invertir en el bien común, no esconder en los paraísos fiscales. La inversión es dar vida, es creativa. Uno esconde cuando no tiene la conciencia limpia», señaló Francisco.
El Pontífice hizo estas declaraciones a través de un videomensaje dirigido a la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) de Argentina con motivo de su encuentro anual que se realiza este miércoles y jueves sobre la temática ‘Hacia un capitalismo más humano: Generando un círculo virtuoso para promover el bien común y construir confianza social’.
«Cuando escondemos es porque algo está funcionando mal«, señaló. De este modo, ha destacado la importancia de «ir creando confianza social porque es muy difícil construir sin confianza social» y (no debemos) nunca traicionarla».
Si bien, ha dicho que «a veces se producen esos grandes acuerdos de empresas o de grandes inversores o grandes gentes que están todos alrededor de una mesa y después de horas hacen un acuerdo, lo firman y, en el momento que están brindando, uno que está de este lado hace con aquel que está allá otro por debajo de la mesa».
Por ello, dijo que en las sociedades que tienen un margen de desigualdad «muy grande uno se tiene que preguntar cómo va la economía». «Si es justa, si es social. O simplemente busca intereses personales«, afirmó Francisco. El Papa ha señalado la necesidad de «claridad, transparencia, inversión y producción» ante el «desafío de crear empleo».
En ese sentido, considera que «es importante el poder de la pymes para generar empleo porque de abajo viene la creatividad siempre», al tiempo que ha subrayado que «el desafío de ir hacia el bien común con el gesto de crear empleo» se vuelve aún más imperioso «en medio de una pandemia que llevó a que falte».
Francisco ha empezado su discurso diciendo que «la mirada cristiana de la economía y de la sociedad es distinta de la mirada pagana o ideológica». Según ha manifestado, «nace de las Bienaventuranzas y de Mateo 25. Y la construcción de una comunidad justa económicamente y socialmente la tienen que hacer todos: sindicalistas, empresarios, trabajadores y dirigentes».
Tras señalar que los cristianos deben ir por el camino de «la economía social», ha reivindicado el realismo. «La economía en los últimos decenios engendró las finanzas y las finanzas tienen el riesgo de terminar como la cadena de San Antonio, que creemos que hay mucho y al final no hay nada», agregó.
Finalmente, ha pedido «volver a la economía de lo concreto, que es la producción, el trabajo de todos, que no falte el trabajo, la familia, la patria, la sociedad».