El nuevo presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, dijo este lunes que está «comprometido a recuperar el territorio» frente a la delincuencia y anunció «más presencia y más acción» de la Policía, en su primera conferencia de prensa como jefe de Estado.
«Estamos comprometidos a recuperar todo el territorio nacional. No estamos dispuesto a que haya zonas de exclusión al Estado, y cuando digo Estado, digo policías, bomberos, ambulancias y todo aquel servicio que se deba prestar en cada momento», sostuvo el centroderechista Lacalle Pou, quien asumió la presidencia el domingo.
El incremento de las cifras de delitos en los últimos años es señalado como uno de los factores para la derrota del izquierdista Frente Amplio luego de tres lustros en el poder.
Luego de reunirse con el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, y los jefes de policías de los 19 departamentos del país, el presidente detalló que hablaron «de la futura estrategia y despliegue táctico» en el país, de la recuperación del control de las cárceles, del combate al narcotráfico y de «la necesidad de los uruguayos de ser cuidados ante la desprotección actual».
«Van a ver a la Policía presente», agregó. «Más presencia, más acción».
El flamante mandatario sostuvo además que fortalecerá la Guardia Republicana (un cuerpo de policía militarizada), mejorará la flota de vehículos del ministerio y trabajará en que los uniformados accedan a viviendas fuera de las zonas de alta peligrosidad.
También se refirió a la exigencia de documento de identidad en la vía pública. «Pretendemos que la posibilidad de solicitar identificación sea ampliada a cualquier ciudadano. Estoy seguro de que ninguno, si se acerca un policía en buenos términos, tendrá problema. Entenderá que lo hace para su protección. Eso necesita modificación legal y eso haremos en la ley de urgente consideración».
Lacalle Pou había adelantado el domingo en su discurso de asunción que una de sus primeras acciones como presidente sería el encuentro con las jerarquías policiales. En su alocución dijo que el país vive una «crisis de seguridad humana» y la calificó como una «emergencia», asegurando será uno de los énfasis de su gestión.
Los homicidios crecieron 46% en el último quinquenio, pasando de 268 en 2014 a 391 en 2019. El expresidente Tabaré Vázquez asumió su último mandato con la promesa de reducir las rapiñas en 30%, pero éstas subieron alrededor de 50% desde entonces.