El mundo laboral más allá de los 50 años

En un mundo cada vez más tecnológico, las empresas exigen más preparación y capacidades técnicas al momento de reclutar personal, lo que creen encontrar más fácilmente en la gente joven. Y así es como pasan a segundo plano la experiencia y habilidades adquiridas  por las personas mayores durante su vida laboral.

Estuardo Gasparico M.

egasparico@cronica.com.gt

Nunca creí que esto pasaría, pero así es: me acerco a la vejez y estoy desempleado, a pesar de que comencé a trabajar en una fábrica cuando tenía 20 años, luego de graduarme de perito contador. Con mucho esfuerzo, estudié en la universidad y me gradué de auditor, por lo que me ascendieron y me hice cargo del área contable de la empresa.

Lamentablemente, hace 5 años, los dueños decidieron vender la compañía y ahí comenzaron mis problemas, pues los nuevos propietarios me sustituyeron y aunque invertí mi indemnización en un negocio, este no funcionó como yo esperaba y tuve que cerrarlo. A todo esto, mi edad era de 46 años.

Comencé a enviar solicitudes de empleo a todas las empresas que necesitaban auditores con experiencia, pero el resultado siempre era el mismo: me llamaban a entrevistas y aunque demostraba experiencia, no me llamaban. En estos 5 años logré emplearme dos veces, pero en puestos inferiores, con poco sueldo y en cuanto pedía un aumento, me decían que afuera había personas jóvenes, más preparadas y dispuestas a ganar menos que yo. Ahora, con 50 años, estoy desempleado desde hace 6 meses y ya no sé qué hacer.

La historia de Pedro se parece mucho a la de miles de personas pertenecientes a la generación denominada baby boomer o quienes hoy tienen entre 40 y 55 años de edad, con experiencia y capacidades para manejar empresas, abrir mercados, implementar nuevas políticas laborales y racionalizar el uso de los recursos, pero que son relegados a último plano al momento de aplicar a una posición que conlleve ese tipo de responsabilidades.

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Esto se debe al criterio erróneo de muchas empresas: luego de los 50 años, el empleado debe comenzar a pensar en su jubilación porque su rendimiento baja, ya le cuesta aprender, se enferma con frecuencia y le resulta difícil adaptarse a la tecnología.

Según la firma ManpowerGroup, en Latinoamérica la discriminación al adulto mayor es consecuencia de la falta de visión de las empresas, pues los empleados maduros son más leales, faltan menos y son mucho más responsables que las nuevas generaciones. Los adultos mayores sólo requieren capacitación en aspectos técnicos, por lo que las empresas deben entender que en ellos existe un gran potencial de conocimiento y experiencia.

 

No obstante, el Instituto Nacional de Estadística (INE) estima que para el 2025, en Guatemala habrá casi un millón y medio de personas de edad avanzada, que representará el 7.3 por ciento de la población. Así que, mientras más empresas implementen políticas de inclusión, muchos de ellos tendrán una fuente de ingresos digna que mejore su calidad de vida.

Para Manpower, promover la cultura de inclusión laboral alrededor del mundo, ha sido un camino lleno de satisfacciones; los beneficios para las empresas que han afrontado el reto van desde una mejora en su clima laboral, que ahora es más positivo; incremento de lealtad de los empleados hacia la empresa, así como mayor reputación y buena imagen corporativa, afirmó Marco Tulio Penado, gerente local de esa firma.

En tal sentido, agregó que en la actualidad, muchas empresas inician programas de Responsabilidad Social Empresarial de una forma externa, pero la principal característica de las empresas socialmente responsables es que inician la transformación hacia adentro, para que exista una congruencia corporativa. Es ahí donde empieza a surgir la cultura de inclusión laboral.

Por lo tanto, esta cultura laboral significa brindar trabajo a las personas en condición vulnerable, dejando atrás la discriminación y logrando igualdad de oportunidades. Es decir, empleo en las mismas condiciones de tareas, sueldos, bonificaciones y horarios.

Ser una empresa inclusiva es avanzar, es dar un paso al frente. Hoy es el momento preciso para abrazar la diversidad, convirtiéndola en la esencia de su empresa, enfatizó Penado.

Difícil, pero no imposible

La página web de la empresa Tecoloco indica que por las expectativas y competencias que exige el mercado laboral a nivel mundial, cuando un guatemalteco de 50 años de edad o más desea volver a emplearse, el asunto se convierte en motivo de preocupación y hay dificultades para que vuelva a ser contratado, principalmente, por el requerimiento de gente joven en el ambiente laboral. Pero no es imposible.

Estas personas deben tener en cuenta que la experiencia ganada durante sus años de trabajo es un elemento a su favor y podría ser la clave del éxito de su búsqueda. Generalmente, una de las razones por las que una persona de 50 años se encuentra desempleada y con deseos de obtener una oportunidad laboral es porque fue despedida y necesita terminar su período laboral para poder jubilarse.

Por su parte, los motivos del despido pueden ser también variados: desde el recorte de personal, fallas por parte del empleado o la desregulación moderna del mercado laboral que siguen las empresas, hasta la discriminación por el incumplimiento de las expectativas que una institución desea proyectar a su público. Por ejemplo, existen empresas que desean darle un ambiente juvenil al lugar de trabajo y, por ello, despiden a quienes ya no cumplen con ese requisito, indica.

Sin embargo, es necesario que la persona mayor desempleada esté consciente de lo difícil de la situación y, por ello, busque la manera de venderse bien en las empresas a las que aplique posteriormente. O sea que el reto es exponer de la mejor manera posible el perfil profesional que posee.