¿Fue la invasión de China por parte de Japón más positiva que negativa? La pregunta, planteada a los estudiantes de Hong Kong en la prueba de acceso a la universidad, enfureció a Pekín y avivó el debate sobre la libertad de enseñanza en la excolonia británica.
Las escuelas y universidades hongkonesas, que figuran entre las mejores de Asia, se han convertido recientemente en fuente de conflicto entre los activistas prodemocracia y los defensores del gobierno de Pekín en Hong Kong.
El viernes, el gobierno chino reaccionó airadamente a una pregunta de la asignatura de Historia en la que se pedía a los estudiantes que sopesaran los aspectos positivos y negativos del expansionsimo nipón en China entre 1900 y 1945, que causó la muerte de millones de personas.
«El sector educativo no puede convertirse en un gallinero sin tejado», publicó en la página de Facebook de su antena hongkonesa el ministerio chino de Relaciones Exteriores, empleando una metáfora para explicar la necesidad de proteger a los estudiantes de las malas influencias, internas y externas.
«La pregunta [del examen de acceso a la universidad] en Hong Kong empuja a los estudiantes a convertirse en unos traidores», denunció por su parte el tabloiode nacionalista chino Global Times.
Tras las críticas de Pekín, el secretario hongkonés de Educación, Kevin Yeung, anunció que la pregunta en cuestión no puntuará porque estaba «sesgada» e «hirió gravemente la dignidad de los chinos».
Mientras que las escuelas y universidades de China continental están estrechamente controladas por Pekín, la enseñanza es mucho más libre en Hong Kong, en virtud del principio «un país, dos sistemas» que rigió la retrocesión de la excolonia británica en 1997, en la que se alienta el debate y el espíritu crítico.
El lunes, la jefa del ejecutivo hongkonés, Carrie Lam (pro-Pekín), indicó que revisará los programas escolares, al considerar que algunos de ellos favorecieron el movimiento de protesta del año pasado.
Ante el anuncio, el sindicato de profesores de Hong Kong acusó al gobierno local de «anteponer la política a la educación».