El Fondo Monetario Internacional (FMI) avisó a las autoridades brasileñas de que estén preparadas para desplegar apoyos económicos adicionales en el caso de que las condiciones económicas empeoren de manera significativa debido a los riesgos de un retiro «abrupto» de los apoyos fiscales.
Las declaraciones de la institución en el marco del artículo IV contrastan con las realizadas en el día de ayer por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien alertaba de que las ayudas por la pandemia no podrían ir más allá de 2020 porque «algunas personas quieren perpetuar los beneficios sociales».
Al mismo tiempo, los directores del FMI apuntaron que la implementación rápida de reformas fiscales estructurales que aseguren la consolidación a medio plazo será esencial para mitigar el riesgo de una dinámica de deuda «indeseable».
Para ello, han recomendado reducir el gasto obligatorio y la rigidez presupuestaria, así como el refuerzo de la red de seguridad social, reformar los esquemas de pensiones subnacionales, fortalecer el marco fiscal subnacional, y modernizar el sistema tributario.
Apoyo debe continuar
Por la parte de política monetaria, el Fondo cree que se debe seguir brindando apoyo para el próximo año, sobre todo en el marco del retiro de los estímulos fiscales.
Sin embargo, también señaló mantener un seguimiento de las implicaciones para la estabilidad financiera y los flujos de capital de nuevos recortes en los tipos de interés, que actualmente se encuentran el 2%.
De su lado, la institución con sede en Washington ha destacado la respuesta del Gobierno a la crisis del coronavirus, donde calculan un gasto en medidas fiscales por parte del Gobierno ha alcanzado el 18% del Producto Interior Bruto (PIB).
Las proyecciones del FMI para el país sudamericano apuntan a una contracción del 5.8% en 2020, seguida de un repunte del 2.8% en 2021. De su lado, las previsiones para 2022 apuntan a un crecimiento del 2.3%, mientras que para los años siguientes hasta el 2025 se prevé un crecimiento del 2.2%.