El equipo de transición del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, solicita a la Administración de Servicios Generales (GSA, por sus siglas en inglés) que declare al candidato demócrata formalmente como vencedor de las elecciones del 3 de noviembre, de tal forma que pueda por ejemplo tener acceso a recursos federales.
A excepción del año 2000, cuando el pulso entre George W. Bush y Al Gore se extendió hasta diciembre, la agencia federal se ha pronunciado habitualmente en las 24 horas posteriores a las elecciones.
Las proyecciones electorales en los distintos estados dan por segura la victoria de Biden, pero esta aún no es oficial.
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Reclamo
El equipo de Biden reclama que el paso de la GSA se produzca cuanto antes, pero la agencia por ahora prefiere no pronunciarse. «Aún no se ha realizado una verificación», ha argumentado en una nota recogida por la agencia Bloomberg y en la que ha asegurado que seguirá «obedeciendo y cumpliendo» la ley.
El equipo de Biden estudia acciones legales si la situación se prolonga, según el portal Axios. Del formalismo de la GSA depende que los miembros del grupo de transición puedan acceder a información que no es publica, recibir fondos por valor de 6.3 millones de dólares o solicitar informes sobre los potenciales miembros de la futura Administración.
El actual presidente, Donald Trump, tampoco ha reconocido por ahora su derrota, alegando un supuesto fraude en el recuento de votos para el que no ha presentado pruebas.
Su equipo ha iniciado una batería de recursos legales en varios de los estados en los que se ha librado la batalla final con Biden.