Farah y Cabal se desplomaron victoriosos, exhaustos, sobre el césped de Wimbledon. En 2019 los amigos de infancia alcanzaron para Colombia la cima del tenis mundial en dobles, pero el salvador de aquella tarde, el del punto de oro, encarna hoy la probable ruina de la pareja.
La Federación Internacional de Tenis anunció esta semana la suspensión temporal de Robert Farah por su positivo en boldenona, un esteroide prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje.
El colombiano alega que esa sustancia llegó a su organismo involuntariamente, por el consumo de carne de vaca.
Fue como recibir un mazazo en la cumbre. Farah y Juan Sebastián Cabal, de 33 años, son los número uno de la clasificación ATP desde hace seis meses, cuando llenaron de gloria al deporte colombiano y latinoamericano con su espectacular conquista del torneo británico.
La muestra que podría minar la carrera de Farah fue tomada en octubre de 2019. Y llega justo cuando Colombia, un país rendido al ciclismo y el fútbol, comenzaba a entusiasmarse con el deporte de la raqueta.
El deportista se expone a una sanción de cuatro años en caso de que no logre probar su inocencia, según el Comité Olímpico Colombiano (COC).
«A diferencia de lo que conocemos en el derecho ordinario (…) donde se presume la inocencia, en los procesos de dopaje es completamente lo contrario, es como si se presumiera la culpabilidad del deportista», explicó a la AFP María José García, de la Asociación Colombiana del Derecho Deportivo.
En su opinión, a Farah le esperan por lo menos seis meses sin competir, enredado en el proceso para convencer a las autoridades de que la sustancia ingresó accidentalmente en su cuerpo.
Tristeza doble
Junto al júbilo en Wimbledon, en 2019 llegaron las victorias en el US Open, Cincinnati, Barcelona, Eastbourne y Roma.
Fue una temporada de ensueño para el hijo de inmigrantes libaneses que nació por azar en Montreal, Canadá, y que desde los cinco años juega con Cabal.
En 2011 abandonaron su intrascendente carrera de sencillos para dominar el tenis en dobles.
«Muy poco se ha hablado de Juan Sebastián, pero se ha quedado sin su compañero, sin su hermano, sin la persona que vive con él 24 horas, 365 días al año», le dijo a la AFP Andrés Vargas, periodista del portal Match Tenis.
«La conexión viene de toda la vida», desde las divisiones menores, contó Cabal a la Revista Bocas. «Es como un privilegio vivir este gran deporte y este gran momento con un amigo, con un hermano».
La pareja dorada del tenis se encamina hacia una ruptura forzosa. Farah asegura que atraviesa por el momento «más triste» de su vida.
En 2018 el COC había lanzado un alerta a los atletas colombianos sobre el riesgo de ingerir carne vacuna por cuenta de que en el país la boldenona es una sustancia legal utilizada para aumentar la masa muscular del ganado.
«Sé que no he hecho nada malo, así que no temo de nada», dijo Farah en un video compartido en Instagram. Solidario, Cabal salió en su defensa. «Creo en él, vamos a aclarar esto lo antes posible (…) es un obstáculo más en nuestra vida», dijo en otra grabación.
Sin chance de oro
Lo que pasa con Farah afectará sin duda a Cabal, y de la suerte de ambos dependerán las chances de Colombia de aspirar al oro olímpico en Tokio-2020. La carrera es contrarreloj.
«Si no están Cabal-Robert pues va a ser mucho más difícil (…) vamos a tener participación colombiana, pero las opciones se van a ver totalmente reducidas», agregó el experto de Match Tenis.
Los «hermanos de otra madre», como les gusta llamarse, se enfrentan a una división de caminos.
«El deportista no puede hacer mucho, la suspensión provisional implica que no puede dedicarse a ninguna actividad deportiva oficial, podrá jugar tenis de manera aficionada, pero no puede participar en absolutamente ninguna competencia», recuerda la abogada García.
¿Qué le espera a Cabal? Por lo pronto deberá enfrentar el Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año, con el español Jaume Munar, 173 en dobles del escalafón ATP.
«El tema de la pareja es algo complicado porque los mejores del mundo ya tienen establecidos su calendario, sus compañeros, sus torneos y Juan Sebastián Cabal de un momento a otro se quedó solo», concluye Vargas.