El día que Chiapas prefirió ser de México

Chiapas estaba ligado administrativamente al Reino de Guatemala, y obedecía a los mandatos de la Capitanía General. Con los aires independentistas, imperiales y expansionistas de México, las circunstancias obligan a un cambio de visión de los chiapanecos, que se inclinan por la independencia propia o unirse al país del Norte.


Redacción de Crónica Cultura


Ubiquemos el momento. Era el año de 1821, Agustín de Iturbide se ha convertido en el hombre dominante en México y soplan los aires de independencia en el vecino país. Chiapas forma parte de Guatemala, pero estratégicamente es importante para quien sueña con construir un imperio en el nuevo continente.

Se suscribe el llamado Plan de Iguala —febrero de 1821—, que trata de situar en un plano de armonía a conservadores tradicionales católicos y liberales mexicanos, de cara a la independencia que, en definitiva, era el fin último y el más importante. En su punto cinco proponía la creación de una Junta Gubernativa, encabezada, por supuesto, por él mismo.
Iturbide entonces se convierte en el líder de México y exige adhesiones de los estados vecinos, aun antes de lograr la total independencia. De inmediato prepara a su ejército, bajo las órdenes de Vicente Filísola, quien se mueve hacia Chiapas, en donde no solo se tiene temor a la presencia militar, sino que también al costo económico que esto puede traer.

Diferentes historiadores, basados en documentos de los ayuntamientos recopilados en un cuaderno titulado Actas de independencia de la Ciudad de Comitán, de la Provincia de Chiapas, refieren que en aquel momento existía más temor al ejército de Iturbide que entusiasmo por una independencia propia, aire que privaba tanto en México como en el Reino de Guatemala.

Para el día 28 de agosto, Filísola, un militar nacido en Italia, pero incorporado luego al ejército español y entonces al servicio del futuro emperador, parte de Oaxaca hacia Chiapas, en un recorrido programado para ir imponiendo la anexión en su rumbo hacia Guatemala.

Es entonces cuando dos síndicos del Ayuntamiento de Comitán hacen una propuesta al Noble Ayuntamiento, la cual es publicada en la obra Historia de Guatemala, del historiador, periodista y político, Clemente Marroquín Rojas, y dice así:

Los Síndicos que suscriben, bien cerciorados de su deber, y meditando mucho el estado de las cosas, dicen: QUE ES COSA PÚBLICA EL HALLARSE UN PODEROSO EJÉRCITO EN LA PROVINCIA DE OAXACA, cuyo objeto es la independencia del Septentrión de América, bajo los principios cristianos y pacíficos que publicó el Señor Iturbide en Iguala, y los que constantemente ha sostenido en todos aquellos lugares que se han rendido a las Tres Garantías; que siendo este un asunto digno de la mayor atención, y particularmente para los que están constituidos en la obligación de cuidar y promover el bien público, nada se ha tratado de oficio, como si el asunto fuera una cosa oculta o de poca entidad: que las fuerzas con que pudiéramos contar son muy pequeñas, comparadas con las del numeroso ejército que se nos va acercando; añadiéndose que aunque tuviéramos las suficientes, no debíamos contar con ellas, atendiendo la generalidad con que se aplaude el proyecto de independencia. Debemos, pues, suponer que el ejército llegará sin estorbo hasta nuestro distrito, causando los enormes gastos que son consecuencia de semejantes expediciones y que deberá resarcir el vecindario a prorrata (…).

Llega la independencia

Se principia, entonces, en la provincia de Las Chiapas, la consulta con todos los ayuntamientos, a fin de que se acepte la propuesta de los síndicos, que pretende que se declare la independencia de Guatemala, para recibir a la fuerza militar como aliados y expresar también su convicción de que el sistema de gobierno imperial —que Iturbide pretendía imponer— siempre debe regirnos.

Es así como se firma el documento emancipador en la Sala Capitular de Comitán, el cual alaba los loables sentimientos de los mexicanos y, entre otras cosas, destaca:

Movido, pues, este Noble Ayuntamiento, no de la debilidad de sus fuerzas, no del temor de las victoriosas armas de la independencia, que tenemos en nuestra frontera, sino del pleno conocimiento del derecho que la naturaleza nos ha dado para nuestra conservación y libertad (…) en consecuencia manda: que el primero del próximo septiembre se proclame la independencia con la solemnidad necesaria y a efecto de que llegue la noticia a todos para su satisfacción, se publique por bando y se de cuenta al Señor Jefe Político Superior de este Reino (Guatemala).

Así sucedió exactamente. El 1º. De septiembre de 1821 se firma la primera acta de emancipación en el Reino de Guatemala, en donde, por cierto, estos acontecimientos inquietan poco a las autoridades, mientras que en Comitán, el militar a cargo de las fuerzas armadas, don Manuel Escandón, es conminado a suscribir el documento, pero al negarse por ser su cargo dependiente de la Capitanía General, es destituido y en su lugar se nombra al capitán Matías Ruiz.

En la obra de Marroquín se describe la ceremonia de independencia, y narra que después del acto formal la plaza estaba engalanada y el “Escuadrón de Húsares” formado frente al edificio (…), mereciendo el acto calurosa ovación, tanto para la independencia como para Iturbide.

No son pocos los historiadores que censuran a los próceres de la independencia de Guatemala, que poco o nada hicieron para atender lo que estaba sucediendo en Chiapas.

Esta es la conclusión de Marroquín en su Historia de Guatemala:

Y en Guatemala. ¿Qué actitud se toma ante tales sucesos? Los guatemaltecos ven desgranarse el territorio patrio y todos guardan silencio; un silencio criminal, una inactividad criminal, una abulia que muy cercana está a la traición. Los letrados, los independentistas, los que por su cultura deben dirigir la acción política en una situación anarquizada por la rapidez de los sucesos (…) sin tomar en cuenta la dura realidad: la pérdida de las provincias que, unas tras otras, se van sumando al Plan de Iguala, que es la fe de bautismo de la nacionalidad mexicana del futuro.

Importancia de Chiapas

Para México y para Iturbide, la provincia de Chiapas tenía un alto valor estratégico, no solo por ser el punto de encuentro con las provincias de Oaxaca y Tabasco, todo el sureste del territorio, sino que también por su riqueza y lugar de paso para el comercio de y hacia el Reino de Guatemala.

En medio del ambiente independentista que se vivía en la región, se había conocido el Plan Chiapas Libre, el cual, desde la misma Comitán, era un movimiento que se inclinaba hacia Guatemala. Esto provocó que Filísola, dentro de la línea mexicana, disolviera la Junta Suprema Provisional que se había integrado. Pronto se dieron cuenta del error y volvieron a la línea diplomática, porque la mayoría de habitantes parecía o se manifestaba, al menos, a favor de sumarse al Plan de Iguala.

Anexión final

El Reino de Guatemala y sus provincias: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica proclaman su independencia de España el 15 de septiembre de 1821. Poco tiempo después, el primer presidente de Centroamérica, Gabino Gaínza, recibía una invitación de Iturbide para que la joven nación se integrara a México.

Por mandato del Acta de Independencia quedó claramente establecido que un Congreso por elegirse debe decidir el punto de independencia general absoluta y fijar, en caso de acordarla, la forma de gobierno y ley fundamental que debe regir.

El llamado Clan Aycinena, influyente y conservador, estaba a favor de la anexión, y fue determinante en las erráticas decisiones de Gaínza.

La provincia de El Salvador se opuso a este acto, pero fue sometida por las tropas de Filísola, quien incluso terminó gobernando interinamente el vecino país. El mismo Gaínza termina entregando el poder a Filísola, el 23 de octubre de 1822.

Entre los meses de febrero de 1823 y abril de 1824, el Imperio de México se desmorona, e Iturbide tiene que huir y muere fusilado cuando intentaba volver en 1824.

Es entonces, en noviembre de 1824, cuando se integra una Asamblea Constituyente de las que fueran provincias del Reino de Guatemala, y deciden la creación de las Provincias Unidas de Centroamérica en una Federación.

Antes, en marzo de ese mismo año, los chiapanecos se habían pronunciado en consultas a favor de mantener su independencia y anexión a México y no volver a ser parte de Guatemala o la Federación Centroamericana posterior. Es así como se produce lo que puede llamarse segunda independencia de Chiapas y, poco después, la anexión definitiva al estado de México.